Álvaro Escalonilla S. de Diego
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Las claves

Donald Trump deslizó el pasado viernes en una entrevista con la emisora WABC que Estados Unidos destruyó en Nochebuena una "gran instalación" para la producción de drogas en Venezuela, pero no ofreció más detalles sobre una operación militar de gran calado que, en caso de confirmarse, sería el primer ataque terrestre en el país desde que en septiembre la Casa Blanca puso en marcha la "campaña antidrogas" en el Caribe.

"Acabamos de destruir —no sé si lo leyeron o lo vieron— una gran planta, o una gran instalación, desde donde salen los barcos. Hace dos noches, la destruimos. Así que los golpeamos muy fuerte", presumió Trump durante la entrevista telefónica con el magnate de los supermercados John Catsimatidis, donante habitual del Partido Republicano y propietario de la emisora neoyorquina.

Ahora se sabe que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos llevó a cabo la semana pasada un ataque con drones contra una instalación portuaria en Venezuela, según ha revelado esta madruagda el New York Times.

Según el diario, el ataque tuvo como objetivo un muelle que funcionarios estadounidenses creen era utilizado por la banda transnacional Tren de Aragua para almacenar drogas y narcóticos y preparar su traslado en embarcaciones.

Las fuentes, bajo anonimato, indicaron que no había personas en el lugar en el momento del impacto y que no se registraron víctimas mortales. 

Además, el Pentágono ha desplegado drones MQ-9 Reaper en la región como parte de esa estrategia.

Mutismo total

Fue el pasado viernes cuando Trump y Catsimatidis conversaban sobre la campaña de hostigamiento contra el régimen de Nicolás Maduro cuando el republicano dio la primicia. Pero el inquilino de la Casa Blanca, propenso a compartir información sobre las operaciones militares en curso, evitó ampliar la información. Catsimatidis tampoco le pidió más explicaciones. Se quedó en un comentario aislado. Casi nadie prestó atención.

Trump amenazaba desde septiembre con lanzar un ataque en suelo venezolano para cortar de raíz el tráfico de drogas y recuperar el petróleo que el chavismo había "robado" a las compañías estadounidenses.

"Tomaron nuestro petróleo, lo tomaron, y además enviaron millones de personas desde las cárceles a nuestro país, desde las cárceles, algunas de las peores personas del planeta", insistió Trump durante la entrevista.

Para algunos, la operación militar de Estados Unidos, destinada a derrocar el régimen de Maduro, era inminente. Por eso sorprende el mutismo de la Casa Blanca sobre la operación, que habría tenido lugar —de acuerdo con las declaraciones de Trump— sólo un día antes del ataque aéreo contra los insurgentes yihadistas en el norte de Nigeria. Otra operación envuelta en el más absoluto secretismo.

Desde Venezuela tampoco llegaron noticias sobre el supuesto ataque anunciado por Trump, aunque algunas voces vinculan lo sucedido con una explosión que afectó en la madrugada del 24 de diciembre a las instalaciones de la empresa química Primazol, ubicada en el municipio de San Francisco, en el estado de Zulia.

El Gobierno venezolano ha evitado comentar directamente la operación, mientras que el ministro del Interior, Diosdado Cabello, denunció una serie de acciones de "acoso, amenazas y ataques".

Este mismo lunes, antes de reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en su resort privado de Mar-a-Lago, el mandatario estadounidense confirmó que el ataque del pasado miércoles en territorio venezolano tuvo como objetivo "el muelle donde se cargan las embarcaciones con droga" con destino a Estados Unidos. "Hubo una gran explosión", presumió.

Lo cierto es que, hasta la fecha, Trump ha autorizado casi una treintena de ataques contra presuntas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico Oriental —operaciones extrajudiciales que han causado la muerte de al menos 105 personas—, ha ordenado a la CIA llevar a cabo acciones encubiertas en Venezuela y ha impuesto un bloqueo "total y completo" sobre los "petroleros sancionados" que llegaran a las costas de Venezuela.

Trump también ha negociado con Maduro su salida del poder, según adelantó el Miami Herald. Este lunes, de hecho, el inquilino de la Casa Blanca aseguró que había vuelto a mantener recientemente una conversación telefónica con Maduro que no había llegado a ningún puerto.