El apoyo de EEUU a la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente de Venezuela está siendo clave para el reconocimiento que ha tenido en casi todo el continente americano. Pero el presidente de EEUU, Donald Trump, sabía que Rusia iba a apoyar a Nicolás Maduro y necesitaba que la Unión Europea se inclinara hacia su lado de la balanza.

Por eso, tanto la embajada de EEUU en España como miembros de la Casa Blanca han presionado para que España y también Portugal hicieran que la UE reconociera a Guaidó como presidente, tal y como ocurrió el pasado jueves.

De hecho, según publica El País, el 22 de enero, un día antes de la autoproclamación de Guaidó, la subsecretaria de Estado estadounidense para el Hemisferio Occidental, Kimberly Breier, se reunió con el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica español, Juan Pablo de Laiglesia, que visitaba Washington y le anunció que se preveían "acontecimientos importantes" en Venezuela, aunque según este periódico no se dieron más detalles de lo que iba a ocurrir.

El trabajo después del embajador de EEUU en España, Duke Buchan III, se ha centrado en evitar que España formase el grupo de diálogo que pretendía recuperar los canales de comunicación con Nicolás Maduro y en que la UE reconociera a Guaidó directamente como presidente legítimo.

El propio ministro de Exteriores, Josep Borrell, aseguró en el Congreso que "tenemos mucha presión, no les voy a decir de quién, pero se lo pueden imaginar, para que votemos en contra de la creación de este grupo".

Durante esta semana desde que Guaidó saltara a la palestra ha habido muchos contactos con Buchan III y Borrell en los que EEUU siempre le¡ ha trasladado su posición y su presión para evitar darle el mínimo respiro a Maduro.

Noticias relacionadas