La Aduana marroquí ha puesto este martes en funcionamiento un nuevo edificio de 1.500 metros cuadrados, en el paso fronterizo de Guerguerat, para alojar a sus agentes.

Situado en el extremo sur del Sáhara Occidental fronterizo con Mauritania,  Guerguerat es uno de los puntos de discordia en el conflicto del Sáhara, por su carácter comercial: para el Frente Polisario, no puede ser un puesto fronterizo normal mientras el territorio no tenga definido su estatuto internacional.

La edificación en la parte del Sáhara que controla Marruecos alberga dos complejos que constan de 42 despachos individuales equipados, además de espacios comunes como cafetería, cocina, sala de rezo y servicio de lavandería.

El proyecto responde "a la evolución de la actividad comercial en el puesto fronterizo de Guerguerat y a futuras necesidades", en referencia al creciente tráfico rodado que transita por el puesto hacia y desde el África subsahariana.

Marruecos sigue dando pasos para consolidar su presencia en este punto: también ayer el Consejo Regional de Dajla-Río de Oro celebró el lunes, por primera vez, su sesión ordinaria en Guerguerat, y acordó desbloquear 574 millones de dirhams (53 millones de euros) para varios proyectos económicos y de infraestructuras.

El pasado noviembre, manifestantes saharauis bloquearon el paso de Guerguerat a todo tránsito comercial y de pasajeros hasta que fueron desalojados el pasado 13 de noviembre por el Ejército marroquí.

Desde entonces, las autoridades de Rabat multiplicaron los planes de ordenación de la zona.

El desalojo de manifestantes saharauis en esta zona desencadenó el regreso de hostilidades entre Marruecos y el Frente Polisario y provocó ocasionales intercambios de disparos entre ambas partes en algunas áreas a lo largo del muro de separación en el Sáhara.

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