“En ningún momento Ceuta, Melilla y el resto de territorios del norte de África han dejado de ser españoles”. Así ha respondido el director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría, a quienes cuestionan la soberanía de España en los territorios.

En un estudio presentado este miércoles, bajo el nombre de Las raíces históricas de Ceuta, Melilla y el resto de territorios españoles en el norte de África, el autor pone en relieve la importancia de la presencia y soberanía de España en estos lugares no sólo para el país, sino también para la Unión Europea.

El director del Observatorio de Ceuta y Melilla ha hecho estas declaraciones en una mesa redonda celebrada en el salón de actos de la Asociación de la Prensa de Madrid. En el encuentro también han participado el vicepresidente segundo y consejero de Educación y Cultura de Ceuta, Carlos Rontomé Romero, y el cronista oficial de la Ciudad de Melilla, Antonio Bravo Nieto. El informe ha contado con el apoyo del Instituto de Seguridad y Cultura.

Durante el acto, Echeverría ha remarcado que este hecho, que los territorios españoles del norte de África nunca hayan dejado de serlo, “muestra la voluntad inequívoca de nuestros antepasados de proteger estos rincones del territorio nacional fuera de la Península Ibérica”.

Además, el director del Observatorio de Ceuta y Melilla ha remarcado que “los numerosos tratados enumerados y citados en el informe muestran su validez inequívoca en términos jurídico-internacionales y ponen en evidencia a quien pretenda cuestionar su legalidad y su legitimidad”.

El trabajo de Echeverría realiza un recorrido histórico por los territorios analizados, remontando su relación con lo que hoy es España a tiempos de la antigüedad y fijando el inicio de la soberanía peninsular en 1415 para Ceuta —primero como parte de la corona de Portugal y posteriormente integrándose en los territorios del imperio español— y en 1497 para Melilla.

El director del Observatorio señala dos fechas (1564 y 1673) para la consolidación de la presencia española en los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas, respectivamente; aunque en el caso de este último se destaca que existen vínculos importante desde 1560.

Conclusiones

Para Echevarría, el estudio refleja cinco conclusiones: el primero es que la voluntad de España a lo largo de la historia siempre ha sido la de proteger su soberanía sobre los distintos territorios africanos y que "no ha flaqueado nunca" en ello.

"España se ha mantenido firme en las dos ciudades y en los otros tres territorios a pesar de las vicisitudes vividas durante casi cinco siglos".

El segundo punto que fortalece sus tesis es que la "ocupación efectiva" se ha producido a lo largo de la historia y está reforzada por argumentos "sólidos e indiscutibles" que se ven apoyados por las constituciones de 1812, 1837, 1869, 1873, 1931 y la vigente de 1978.

"Ceuta y Melilla han sido ciudades y territorios frontera a lo largo de la historia, sólo dejaron de serlo por motivos administrativo durante la etapa del Protectorado (1912-1956)", explica el autor del informe.

Tras ese breve periodo de tiempo, volvieron a ser frontera con la independencia de Marruecos. "Es necesario un esfuerzo pedagógico para que los españoles y demás europeos sean conscientes de la importancia de estos territorios" y del papel que juegan en el presente y en el futuro de la región como frontera de la Unieón Europea en el continente vecino.

Para el autor, reivindicar la presencia española en los territorios norteños no debe ceñirse a que sucedan hechos puntuales, como el salto a la valla de Melilla de hace un mes. "Sirvan de ejemplos la ocupación marroquí de la Isla de Perejil el 11 de julio de 2002, la ocasional llegada de inmigrantes irregulares desde 2012 a la Islas del Congreso, en Chafarinas, y a la Isla de Tierra de Alhucemas".

"Es necesario llamar la atención sobre la Isla de Alborán que, aunque administrativamente forma parte de Almería, ha sido señalada en más de una ocasión por voces marroquíes -medios de comunicación y ONG- que no han tenido pudor en incluirla en sus listados de territorios reclamados", reflexiona el autor.

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