Hace ya 12 días que caen bombas sobre Kiev. La capital de Ucrania resiste con uñas y dientes, pero las tropas de Putin avanzan también por tierra dejando imágenes de horror a su paso. A lo largo de este domingo, los ataques se han cebado con Irpin, una pequeña localidad a solo 25 kilómetros del centro de Kiev. Al mismo tiempo, en Járkov, las autoridades han denunciado que las fuerzas rusas han bombardeado un reactor nuclear experimental. Odesa, por su parte, de momento sigue ilesa, pero el gobierno ucranio está convencido de que será la siguiente en ser atacada cuando caiga Mariúpol.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ya ha avisado de que no piensa ceder en sus pretensiones pese a que ya no le quedan apoyos fuera de Rusia y cada vez tiene menos dentro. Las manifestaciones se suceden por las principales ciudades rusas mientras las bombas desangran al país vecino.

Kiev está irreconocible, en palabras de quienes la conocen: gente que cava trincheras, puestos de control, puentes fortificados y los túneles del metro convertidos en refugio por los ataques aéreos. Cientos de personas hacen cola para alistarse en el ejército ante el inminente ataque terrestre.

Mientras tanto, siguen sonando las alarmas antiaéreas que avisan de los ataques y las bombas siguen cayendo poco a poco en la capital. No hay cifras claras de fallecidos, pero las Naciones Unidas los cifran en más de 2.000 en todo el país. Este mismo domingo, las autoridades de Ucrania han denunciado que cerca de 40 niños han muerto y más de 70 han resultado heridos desde el 24 de febrero, fecha en la que Putin inició su invasión.

La comisionada para Derechos Humanos del país, Liudmila Denisova, ha resaltado esta cifra a través de un mensaje en Telegram, si bien ha dicho que "esta cifra no es final, ya que es imposible lograr información precisa sobre el número de muertos y heridos en Mariúpol, la región de Donetsk e Irpin". Asimismo, se calcula que el conflicto ya ha provocado más de un millón y medio de refugiados.

En Járkov, la segunda ciudad más poblada de Ucrania y muy cercana a la frontera con Rusia, las autoridades ha denunciado este domingo el impacto de proyectiles lanzados por las fuerzas rusas sobre el Centro Nacional de Investigación del Instituto de Física y Tecnología de Járkov, donde hay un reactor nuclear experimental.

"El 6 de marzo el Ejército ruso ha disparado con una lanzadera de cohetes sobre el Instituto de Física y Tecnología de Járkov donde hay una instalación de investigación nuclear", ha informado la filial de los servicios secretos ucranianos (SBU).

Járkov, Odesa y Kiev siguen bajo la amenaza rusa

En el lugar hay 37 pilas de combustible nuclear, por lo que se podría provocar "una catástrofe ecológica a gran escala", alerta el SBU, por lo que se ha abierto una investigación penal por un delito de ecocidio conforme al Artículo 441 del Código penal ucraniano. El SBU ha subrayado que continúa recopilando información para su posterior presentación en el Tribunal Penal Internacional de La Haya.

Próximo objetivo: Odesa

Mientras se acerca la caída de Mariúpol, Putin mira ahora al otro puerto clave de Ucrania, justo al otro lado de Crimea. Odesa es la única gran ciudad de país que no ha sufrido ningún ataque, pero se prevé inminente. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó este domingo que las fuerzas rusas se están preparando para bombardear la llamada perla del mar Negro. 

"Se están preparando para bombardear Odesa. ¡Odesa! Los rusos siempre han venido a Odesa. Siempre han sentido solo calidez en Odesa, solo sinceridad. ¿Y ahora qué? ¿Bombas contra Odesa? ¿Artillería contra Odesa? ¿Misiles contra Odesa? Será un crimen de guerra. Será un crimen histórico", señaló el mandatario en un nuevo videomensaje.

El secretario del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, dijo este domingo que Rusia se estaba preparando para la segunda ola de una ofensiva a gran escala y que no perdía la esperanza de tomar Kiev.

Las famosas escaleras de Potekin, en odesa (Ucrania). Wikipedia

"El Ejército ucraniano está dando un rechazo decente, y el día de nuestra victoria (...) se acerca cada día, pero el enemigo sigue siendo peligroso y está preparando una segunda ola de ofensiva a gran escala, a la que debemos acercarnos unidos", dijo, según la agencia UNIAN. "El plan del enemigo es tomar ciudades clave, desangrar a las Fuerzas Armadas de Ucrania, crear una situación de catástrofe humanitaria para la población civil", agregó el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa.

Además, indicó que el enfoque principal de las fuerzas rusas se está desplazando hacia el sur, tratando de privar a Ucrania del acceso a los mares Negro y Azov, lo que, en su opinión, creará las condiciones para la represión económica de la resistencia ucraniana. "El enemigo no pierde la esperanza de capturar Kiev y está creando recursos para el cerco del (río) Dniéper", subrayó.

Las grandes ciudades se están atrincherando ante el inminente ataque terrestre y mientras siguen cayendo bombas del cielo. Putin no cede medio centímetro de terreno y avisa de que cumplirá sus objetivos por las buenas o por las malas.