Muchas son las voces que llevan años alertando del daño que los productos de higiene íntima de la mujer, compresas y tampones, provocan no ya en el medio ambiente sino en la propia salud femenina. Estudios y expertos han alertado de los elementos químicos y tóxicos que están en contacto con nuestro cuerpo durante horas, todos los meses, y que pueden generar, a la larga, problemas para algunas mujeres. Una situación silenciada en parte por el tabú que sigue siendo este tema.

La Fundación para la Prevención de Residuos y el Consumo Responsable (Rezero) ha alertado, en el marco del Día Mundial de la Salud Menstrual, que se celebra este jueves, de que una mujer menstruante pasa, a lo largo de su vida, unas 57.600 horas en contacto con productos menstruales de un solo uso como tampones y compresas que presentan "compuestos químicos tóxicos" como cloro o aditivos petroquímicos, entre otros.

En un comunicado publicado por esta fundación, Rezero también ha advertido de los efectos que estos productos están teniendo en el medioambiente, ya que constan entre los diez plásticos de un solo uso "más frecuentemente encontrados en mares y océanos". 

Y como ejemplo, aclara que una compresa convencional está hecha en un 90% plástico y puede tardar cerca de 500 años en descomponerse.

Ante esta situación, Rezero ha abogado por el uso de productos menstruales reutilizables, como las compresas de ropa o la copa menstrual, y ha pedido, junto a otras organizaciones europeas, la adopción de una nueva estrategia normativa y legal en relación a los productos menstruales de un solo uso.

Copa menstrual como alternativa

Muchos ginecólogos empiezan a recomendar ya, en estos caso, la copa menstrual como alternativa más sana y más ecológica, y que además aporta muchos beneficios diferentes a sus usuarias. Incluso para las chicas que están empezando con sus primeras menstruaciones.

Está fabricada en un material hipoalergénico que no provoca ningún tipo de alergia o reacción en nuestro cuerpo y evita el contacto con la cantidad de blanqueantes, perfumes y otros productos químicos que puede absorber nuestro cuerpo con el uso de tampones o compresas.

Utilizar la copa supone evitar cualquier tipo de riesgo de desarrollar la enfermedad del síndrome del choque tóxico que estaría supuestamente asociada con el uso diario de tampones.

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