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Cuando el invierno aprieta, muchos hogares solo miran al termostato, sin darse cuenta de que mejoras simples pueden hacer que los radiadores funcionen mucho mejor. Marcos, técnico especialista en climatización y eficiencia doméstica con más de 20 años de experiencia en el sector, confirma que con pequeños ajustes se pueden ahorrar hasta un 15% en la factura de la calefacción sin renunciar al confort del hogar.

Es necesario tener en cuenta las principales recomendaciones para que tus radiadores rindan más: desde limpiar el polvo hasta instalar válvulas termostáticas, pasando por optimizar la ubicación y evitar bloqueos de calor. Los consejos están respaldados por organismos de eficiencia energética y estudios recientes.

Si aplicas estas medidas de forma progresiva, conseguirás que tu casa se caliente antes, manteniendo la temperatura más estable y gastando menos. No se trata de techos o instalaciones complejos, sino de gestos inteligentes.

Una de las causas más comunes es la obstrucción del flujo de aire. Como señala un artículo de Homes&Gardens, muebles, cortinas gruesas o estanterías pegadas a los radiadores bloquean la convección del aire caliente. Cuando el aire no circula libremente, la habitación tarda más en adquirir calor, lo que obliga al sistema a trabajar más tiempo.

Otra causa habitual es el aire atrapado en el circuito del radiador. Según la plataforma Energy Saving Trust, los radiadores con zonas frías en la parte superior suelen necesitar ser "purgados", pues ese aire reduce la eficiencia de la transferencia térmica.

Además, si el termostato o las válvulas no regulan adecuadamente la temperatura, el sistema mantendrá agua demasiado caliente o que circula sin sentido, lo que incrementa el gasto.

Por último, una instalación mal regulada y un aislamiento deficiente también pueden provocar que se "pierda" gran parte del calor antes de sentirse. Afortunadamente, muchas veces el problema no está en cambiar la caldera, sino en mejorar el sistema existente, haciéndolo más eficiente sin grandes inversiones.

Claves para que tus radiadores calienten más y gasten menos

  • Deja espacio alrededor del radiador. Mantén al menos 30 cm libres en la parte superior y frontal. Esto favorece la circulación del aire caliente.
  • Evita cubrirlo con estanterías o cortinas pesadas. Las cubiertas sólidas pueden reducir la eficiencia hasta un 20-30%, según expertos.
  • Instala paneles reflectores o papel metálico detrás del radiador si está en un muro exterior. Esto devuelve el calor al interior y evita que la pared lo absorba. Estudios indican que puede reducir pérdidas entre un 4% y un 6%.
  • Purga los radiadores una vez al año. Si notas zonas frías o burbujeo, abre la válvula de purga hasta que salga agua sin aire.
  • Usa válvulas termostáticas en cada radiador. Puedes ajustar cada estancia al nivel que usas, evitando calentar habitaciones vacías. Así se reduce el consumo innecesario.
  • Mantén la caldera y el sistema revisados. Una caldera que no funciona bien eleva la temperatura que necesita o tarda más en calentar.
  • Programa bien el termostato y los horarios de calefacción. Bajar la temperatura en 1ºC puede ahorrar dinero sin perder confort.

Si la calefacción constituye una parte significativa del gasto energético en un hogar promedio, optimizar la eficiencia de los radiadores puede trasladar ese porcentaje a la zona de ahorro del 10-15%. Aunque el 15 % es un límite orientativo, establecerlo como meta posibilita la implementación de acciones con la intención de lograr una mejora real.

No es preciso reemplazar todo el sistema si observas que tu casa tarda en calentarse o que la factura de calefacción aumenta más de lo previsto. En ocasiones, basta con hacer algunos ajustes inteligentes: dejar espacio alrededor del radiador, purgar cuando sea necesario, poner válvulas termostáticas y optimizar la programación.