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No es casualidad que, a sus 52 años, Vicky Martín Berrocal sea hoy uno de los rostros más inspiradores para cientos de mujeres.

Exitosa, cercana y con una belleza arrebatadora, la diseñadora se ha convertido en un referente real de salud, bienestar y curvas firmes.

El entrenador, José Ruiz, habla del estilo de vida de la empresaria tras haber perdido más de 18 kilos y mantener su figura con elegancia y equilibrio.

Ni se trata solo de genética ni, como muchos creen, de dietas milagro. Su físico actual, fuerte, femenino y equilibrado, es fruto de algo mucho más profundo: hábitos sostenibles, madurez emocional y constancia.

El fundador de Malagaentrena, da las claves para entender qué hay detrás del espectacular cambio físico de la onubense: "El cuerpo que hoy proyecta Vicky es el resultado de un estilo de vida equilibrado, rutinas bien planteadas y un trabajo interno emocional. Es una transformación que no solo se ve, también se siente".

Curvas saludables y cero extremos

Durante años, la cultura fitness ha estado marcada por cuerpos extremadamente definidos y rutinas casi imposibles de mantener. Sin embargo, el éxito de Vicky demuestra que la belleza puede ser saludable, elegante y alcanzable.

"Ella no busca un cuerpo forzado ni encajar en cánones imposibles", señala Ruiz. "Proyecta una imagen fuerte, pero natural, con curvas firmes y proporciones reales. Y eso conecta con muchas mujeres que quieren cuidarse sin renunciar a su estilo ni a su vida social".

La diseñadora logró perder más de 18 kilos con un enfoque basado en cuatro pilares: entrenamiento de fuerza moderado, alimentación flexible, descanso suficiente y gestión emocional. No hubo dietas radicales ni sacrificios extremos.

Hábitos de Vicky Martín Berrocal

Según el entrenador, las pautas que han transformado la figura de la diseñadora son más prácticas de lo que imaginamos. No se trata de contar calorías todo el día ni de machacarse tres horas en el gimnasio. Se trata de estructura, constancia y equilibrio.

Estas son las claves que sigue Vicky, con las que ha conseguido sentirse mejor que nunca:

  • Entrenamiento de fuerza 3 o 4 días por semana

    Con rutinas centradas en sentadillas, empujes, tracciones y elevaciones de cadera. La fuerza tonifica, moldea y retrasa el envejecimiento.
  • Trabajo específico de glúteo y core

    Aporta firmeza, corrige la postura y mejora la estética sin perder naturalidad en las formas.
  • Cardio suave: caminar, elíptica o cinta a ritmo moderado

    "Es perfecto para mantener equilibrio calórico sin dañar las articulaciones", explica Ruiz.
  • Alimentación flexible, ordenada y sin prohibiciones radicales

    Proteína de calidad, verduras, grasas saludables y control del azúcar, sin obsesiones. Sí a disfrutar, no a castigarse.
  • Gestión emocional y descanso: el punto que marca la diferencia

    "El estrés desordena el cuerpo más que una comida libre. Dormir, relajarse y cuidar la mente es tan importante como entrenar", recuerda el experto.

Madurez corporal

Una de las razones por las que Vicky genera tanta admiración es su capacidad para abrazar la madurez corporal con inteligencia. No fuerza a su cuerpo a ser como era a los 25, sino que lo fortalece, lo moldea y lo acompaña.

"Muchas mujeres encuentran en ella un modelo honesto: ni extremos fitness ni abandono. Equilibrio", asegura Ruiz. "Ha sido un ejemplo de recomposición corporal real. No solo perdió peso, sino que ganó firmeza y energía. Y, lo más importante, ha sabido mantenerlo".

El secreto está en disfrutar el proceso, no sufrirlo. "Cuando un estilo de vida es sostenible, no se abandona. Y eso es lo que vemos en ella", añade.

Por qué es un ejemplo

Elegante, real y alcanzable. Así define Ruiz la imagen que proyecta la diseñadora. Un físico cuidado sin obsesión, una vida saludable, sin renunciar a la felicidad.

Vicky no vende una transformación exprés. Representa algo mucho más valioso, una transformación consciente. Su evolución ha sido visible, gradual y coherente. No ha ocultado el camino, lo ha compartido.

No hay filtros mágicos ni frases motivacionales vacías. Hay madurez, confianza, disciplina emocional y un mensaje claro: "La belleza está en cuidarse, respetarse y construir hábitos que se puedan mantener con una sonrisa".

"El cuerpo que proyecta Vicky no está construido desde la perfección, sino desde la coherencia entre lo físico, lo emocional y lo cotidiano. No es un modelo imposible, es un modelo real. Para cualquier mujer que busque cambios sostenibles, su ejemplo no solo inspira: es aplicable y saludable", resume José Ruíz.