Beatriz Bernal, la maquilladora que ha conquistado a miles de mujeres en España, gracias a sus trucos a través de redes sociales, tiene algo muy claro: no se maquilla por entretener, lo hace para ayudar a quien de verdad busca sacar su mejor versión.
Con más de 2,5 millones de seguidores en Instagram y más de un millón en TikTok, la experta en maquillaje sabe mejor que nadie que estar guapa a los 20, nada tiene que ver con la belleza real conforme van cumpliendo años.
Con 15 años de trayectoria profesional, Bernal ha pivotado su carrera hacia las plataformas digitales para convertirse en la voz de una audiencia que, según ella, es la "más olvidada" en los consejos de belleza: las mujeres de 30 años para arriba.
A sus 42 años quiere transmitir que la belleza no se debe complicar con la edad, sino que hay que simplificar. Algo que se consigue si se conocen los trucos adecuados.
Cercana, directa y respaldando sus afirmaciones a través de reels de maquillaje que ella misma crea para, asegurar delante de sus miles de seguidores, que lo que "nos venden" no siempre cumplen sus promesas.
Un gesto que envejece
Ese es precisamente el error más común que Beatriz detecta en el maquillaje diario de las mujeres maduras, se encuentra en un básico que muchas se niegan a abandonar: el lápiz de ojos negro.
La maquilladora es una ferviente defensora de la sencillez y la naturalidad, especialmente cuando el párpado empieza a responder a la ley de la gravedad.
Aunque ella misma no puede vivir sin su raya de ojo diaria, recomienda un cambio drástico de color para evitar endurecer la mirada.
Bernal nos explica que, históricamente, especialmente en la década de los 90, las mujeres españolas eran en su mayoría morenas y tendían al pelo "ultra negro"o, lo que popularizó el delineado oscuro. Sin embargo, ese tono endurece totalmente las facciones, algo que, hoy en día, va en contra de la búsqueda de la frescura.
La experta recomienda encarecidamente optar por un tono marrón en lugar del negro tradicional. Este simple cambio aporta esa naturalidad y frescura que las mujeres maduras van perdiendo. Además del color, aconseja priorizar un delineado difuminado antes que uno muy marcado.
Una piel perfecta
Para lograr ese acabado natural, la maquilladora de 42 años insiste en que la clave no es tapar las líneas de expresión, sino asegurarse de que la piel esté bien hidratada. Si una línea de expresión está bien hidratada, "queda diferente. Ya la ves hasta bonita".
Bernal, quien no para de formarse en el mundo de la salud y la belleza, afirma que el mejor antiarrugas es un protector solar. La fotoprotección alta es la base de un buen maquillaje para todas las edades, no solo para pieles maduras.
De hecho, para Beatriz, la rutina ideal de hidratación solo necesita dos elementos: un sérum hidratante (como ácido hialurónico o, idealmente, Vitamina C) y un protector solar.
Sobre la Vitamina C, la experta clarifica que no es un "borrador mágico". Su función es ayudar al tema de manchas, a prevenirlas, y a evitar que las que ya se tienen "vayan a un tono superior".
"No necesitas 50 rutinas ni 50 cremas" para que el maquillaje quede bien.
'Odio los primers'
En su búsqueda por simplificar la rutina y ahorrar dinero a sus seguidoras, Bernal se muestra implacable con un producto específico que considera completamente innecesario y, a menudo, perjudicial: el primer o prebase.
Beatriz Bernal fue tajante al afirmar que "odia" los primers. "No estoy a favor". Su rechazo se debe a que la mayoría de la gente desconoce la composición de estos productos (algunos a base de agua, otros de siliconas, etc.).
Cuando se mezclan con una base de maquillaje incompatible, es "como mezclar agua y aceite", lo que resulta en parches. La gente se gasta hasta 40 € en una base para luego arruinar el resultado con un primer que, además, "obstruye poros innecesariamente".
Lamentando la influencia del marketing, Bernal prefiere que una persona utilice "una crema de día del Mercadona malísima antes que un primer".
El truco del corrector
Otro consejo clave para una piel madura es la aplicación correcta del corrector. La maquilladora enfatiza que solo se debe aplicar "donde haya oscuridad".
Si la oscuridad se centra en la zona del lagrimal, el corrector debe ir únicamente ahí, olvidándose de aplicarlo por toda la ojera, ya que esto resulta innecesario.
Beatriz Bernal no solo ofrece trucos, sino que critica duramente el intrusismo laboral que ve en las plataformas digitales.
Lamenta que la superficialidad se imponga al conocimiento, criticando que cualquiera pueda ser influencer. Señala que ganar 3.000 € por "cuatro bailes" es lo que ella ganaba en 3 meses y medio como encargada en una tienda de ropa.
La maquilladora concluye que, para triunfar y ayudar, el mejor consejo es ser una misma y transmitir los valores sin centrarse en los números, ya que la honestidad es la clave para conectar con una audiencia que busca ayuda real en sus trucos de belleza y no solo entretenimiento.
