Metafóricamente, la espuma simboliza lo efímero, y en Instagram es ahora donde irónicamente la espuma la que se consagra. No todo iban a ser NFTs y dibujos generados por AI: la red se llena también de imágenes artísticas tambaleantes sobre las tazas de café, a menudo representaciones mitológicas, que están creando un movimiento mundial que acaba de empezar.

Y que cuenta con su propio star-system, en el que los autores más demandados son capaces de crear sobre una bebida común las imágenes más ensoñadoras.

"Todo empezó hace unos años", explica Andrés Paparoni [head barista de Out of the Cup y representante español en el próximo campeonato de latte art en Abu Dabi], "con lo que se conoce como la tercera ola del café. Así es como llamamos a la llegada de las cafeterías de especialidad, las academias de baristas y los campeonatos del mundo de latte art".

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Y continúa: "Primero existía solo un barista por lugar y luego se fue ramificando, surgiendo profesiones como el barista en máquina, el barista en filtro, los tostadores y los cocteleros con café. A nivel competitivo y profesional, lo que ha impulsado el mercado, hace unos diez años aproximadamente, ha sido el impulso de los coreanos, que fueron los primeros en inventar patrones que nadie había visto nunca, y empezaron a dibujar, no solamente corazones o puntos blancos sobre el café, sino a crear caballitos de mar o unicornios".

Como explica Papparoni, a menudo se utilizan motivos mitológicos "porque se busca crear una experiencia, en realidad es como contar una historia con estas imágenes, que pueden además estar relacionadas entre sí. Un corazón o un tulipán es algo muy clásico y sencillo, muy reconocible en Italia, por ejemplo, un país con una enorme cultura cafetera, pero se buscaba algo diferente, algo relacionado con la fantasía".

"Los inventores del latte art sin duda son los italianos, pero los que han generado toda esta nueva tendencia de animales fantásticos y mitológicos, de llevar la presentación a otro nivel nunca antes visto, han sido los coreanos, en campeonatos grandes, en Australia, EEUU o Inglaterra, como en el London Coffee Festival se empezó a generalizar", apunta.

Las dos últimas campeonas del mundo del latte art sin embargo, explica, "son dos chicas, que son pareja, las dos italianas, y campeonas del mundo seguidas. Ellas tienen su propio estilo de dibujo, sobre todo Manuela Fensore, discípula de Luigi Lupi, que es la más conocida, que se dedica a crear diferentes ángeles, crear fábulas, busca más la experiencia. Carmen Clemente hace caras, retratos y animales de una perfección increíble".

'Lattear' como muestra de perfección

Para Paparoni, "lattear va mucho más allá de hacer simplemente un dibujo o presentación especial de un café con leche. Es la demostración de que tanto la leche como el café están perfectos: si la leche está a demasiada temperatura, o fue mal cremada o servida muy rápido, no podrás encontrar un dibujo complejo".

"No solo es la firma del barista, sino que apenas lo recibes, sabrás que está perfecto. Después, probarlo será una experiencia, pero cuando lo recoges sabes que fue tratado perfectamente, porque es imposible dibujar, y menos a ese nivel, cuando la leche no está perfecta o el café está aguado, fuerte, amargo o ácido, entonces tiende a no mezclarse bien con la leche y crear esa homogeneidad", añade.

"Tanto si el local está lleno como si no", comenta después de explicar cómo lleva practicando un dibujo durante más de dos años: "Se trata de que recibas un café lo más perfecto posible. Que puedas disfrutarlo de la mejor manera, que no esté frío ni muy caliente, no dañado, eso enseñamos cuando hablamos del latte art profesional, y compartirlo en tus redes si te apetece; a veces un gesto mínimo puede cambiar todo el día de alguien".

En términos de preparación, "la mejor leche para el latte art profesional es la leche entera, fresca, si no, es más complicado conseguir una crema elástica y flexible para poder pintar. Se puede dibujar con leches de avena que están fabricadas para baristas, a las que se les añade aceite de coco o girasol, dependiendo de la marca, agregando esta grasa a la leche vegetal para que pueda emulsionar la leche sin que queden burbujas sino una crema densa".

"También existen campeonatos solo de bebidas vegetales, que son otro mundo, porque es bastante más difícil hacer cualquier dibujo en bebida vegetal, porque se llena de aire muy rápido y no se compacta tan bien como la leche entera fresca", señala.

Los latte artists pueden trabajar además sobre otras bebidas, como son "los matchas, las bebidas hechas con polvo de verduras, los mocca blancos sin café, los chai latte que no llevan café también pueden llevar dibujos, todos los chocolates, por un tema de que sea un sello. A niños se podría hacer con cola-cao, texturizando la leche". ¿Nuevas tendencias? Serían los "nuevos patrones" y las decoraciones con espuma en 3D.

Una café sobre el que se ha dibujado un gato con espuma.

"La idea detrás de este movimiento", termina Papparoni, "es que todo el mundo se emocione cuando venga a las cafeterías de especialidad. En estas se valora no solo al cliente, al productor, sino también al artista que dibuja sobre tu espuma, creando para ti una experiencia, en definitiva, poniendo en valor todo lo que está detrás de tu taza de café".