La derrota de Inglaterra contra Italia en la final de la Eurocopa este domingo ha generado destrozos en la capital inglesa, insultos racistas contra Saka, el jugador que falló el último penalti y, según las estadísticas, también un aumento en la violencia doméstica. Desde hace años diferentes estudios han alertado de la relación que tiene el fútbol con la violencia doméstica, que aumenta aún más cuando el equipo nacional pierde algún partido.

Una de las investigaciones más significativas fue publicada en 2013 por la Universidad de Lancaster en la revista SAGE Journals. Su objetivo era "establecer si existe evidencia empírica para respaldar la opinión anecdótica de que el torneo de fútbol de la Copa del Mundo puede asociarse con un aumento en los incidentes de abuso doméstico denunciados, cuando se ve de forma remota a través de la televisión".

Para ello realizaron un análisis cuantitativo de los incidentes y denuncias por violencia doméstica registrados por la policía en el noroeste de Inglaterra durante los Mundiales de 2002, 2006 y 2010. Los resultados fueron, en palabras de los autores de la investigación "estadísticamente significativos".

Mostraban que la violencia doméstica aumentaba con los partidos de fútbol en un 26% cuando la selección inglesa ganaba o empataba y en un 38% cuando perdía. Asimismo, evidenciaba "una tendencia ascendente en los torneos, ya que los incidentes de abuso doméstico denunciados aumentaron en frecuencia con cada nueva competición".

Así, durante la Copa del Mundo de 2014 el promedio de casos de violencia denunciados aumentó a 79,3 los días que jugó Inglaterra, comparados con los 58,2 cuando no jugaba, según datos de The Guardian"Los incidentes fueron un 11% más altos el día después de que Inglaterra jugó, fuera cual fuera el resultado, y llegaron a su punto más alto cuando el equipo salió del torneo", exponía el diario británico.

Imágenes de la campaña 'The not so beautiful game' que recrean las banderas de Japón y Suiza. Wundermanthompson.com

Para concienciar sobre esta situación, de cara al Mundial de 2018 el National Centre for Domestic Violence (NCDV) creó la campaña The not-so-beautiful game (El juego no tan bonito). Durante la competición la NCDV proyectó na serie de imágenes que recreaban la bandera de Inglaterra, así como las de Suiza o Japón, con sangre y las expusieron en cada uno de los partidos "de manera que nadie lo pueda ignorar". 

"Igual que los fanáticos de todo el mundo ven cada partido con temor, también lo hacen las parejas de algunos de ellos. Este aspecto menos conocido y más oscuro del fútbol se comunica claramente con esta impactante campaña para llegar y apoyar a las víctimas de violencia doméstica durante la Copa del Mundo cuando estén en peligro", declaró la creadora de la campaña, Jo Wallace.

Baja durante el partido

Otra investigación publicada por el Centre for Economic Performance (CEP) en julio de este año, en plena celebración de la Eurocopa, ha reforzado la hipótesis de que el fútbol y el aumento de la violencia están relacionados. Concretamente, muestran una disminución del 5% en los incidentes de violencia durante las dos horas del partido, mientras que aumenta una vez termina, alcanzando su punto máximo alrededor de las 10 y 12 horas después de los partidos. 

Gráfico sobre la variación del maltrato durante los partidos de fútbol. A la izquierda, cuando el hombre es el perpetrados, y a la derecha cuando lo es la mujer. CEP

Para ello, los autores analizaron las llamadas a la Policía y los incidentes de violencia doméstica registrados durante la celebración de los partidos entre el Manchester United y Manchester City entre abril de 2012 y junio de 2019, en total casi 800. Crearon series temporales de dos horas hasta un total de 16 después del partido.

"Con este estudio establecemos que un partido de fútbol cambia la dinámica del maltrato doméstico. La disminución durante el juego sugiere un efecto de sustitución del fútbol y el abuso doméstico. Sin embargo, el incremento a corto y largo plazo compensa el efecto de sustitución inicial que conduce a una acumulación acumulativa positiva. Esto equivale a un aumento del 2,8% de media por hora en los días de partido", explican los investigadores.

¿Culpa del alcohol?

Ambas investigaciones apuntan al aumento del consumo de alcohol como principal detonante de la violencia doméstica. "Argumentamos que el aumento del abuso doméstico es el resultado de un mayor consumo de alcohol y no de un aumento de las emociones", arguyen desde el CEP.

También consideran que no afecta que el equipo gane o pierda, al contrario que los de la Universidad de Lancaster. "No encontramos evidencia de que el resultado del partido o cualquier elemento sorpresa asociado con él, afecte la probabilidad de abuso. Por lo tanto, el aumento en el abuso doméstico está relacionado con el alcohol después del partido, ya que la violencia causada por maltratadores no alcohólicos permanece estable".

En este sentido, asociaciones de mujeres y expertos en violencia doméstica y de género han pedido que deje de culparse al alcohol o al consumo de sustancias del comportamiento violento de los maltratadores. "Para ser muy claros: alguien que es capaz de agredir físicamente a su pareja durante o después de un partido de fútbol es capaz de agredirla en cualquier momento o es probable que lo haga", expuso la organización Women Said sobre estos informes en un comunicado

"Mientras culpemos al fútbol, el alcohol, la fe, la pobreza o las drogas por el abuso doméstico, no haremos que nada ni nadie rinda cuentas de manera significativa. El culpable, el responsable de abusar de su poder y su pareja es el agresor, y todos los ojos deben estar puestos en ellos", concluye.

Por su parte la profesora de Trabajo Social, Cathy Humbreys, declaró a la ABC que "si bien es importante que el alcohol y la embriaguez sean reconocidos como factores contribuyentes a la violencia importantes", no son necesariamente la "causa directa" de la misma.

"Muchos de estos hombres ya tendrán actitudes de apoyo a la violencia. El alcohol aumenta la gravedad de la violencia y también parece crear un pase libre como excusa para hacer cualquier cosa", explicó.

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