Denunciar a un maltratador es un paso muy difícil para una víctima de violencia machista; además, una vez dado, son muchas las mujeres que desisten durante el procedimiento judicial contra el agresor: disponer de una orden de protección, sentirse tenida en cuenta y la recuperación emocional son los factores clave que determinan que abandonen o sigan.

La Universidad de Sevilla ha investigado los factores que permiten predecir la probabilidad de desistimiento del procedimiento judicial por parte de una mujer víctima, y una de sus investigadoras, María García Jiménez, incluso ha sido premiada por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género por una tesis que ahonda precisamente en las variables psicológicas y emocionales.

La doctora explica en una entrevista con Efe que el estado de recuperación de la víctima influye a la hora de mantenerse o abandonar el procedimiento judicial.

"Cuanto más recuperada, más fuerte y más separada emocionalmente del agresor, tendrá una menor probabilidad de desistir", asegura la autora de la investigación 'Mujeres que se recuperan de la violencia de género en la pareja: análisis de la relación entre el proceso de liberación psicosocial de las víctimas y su participación en el procedimiento judicial contra su agresor'.

La Universidad de Sevilla ha detectado que los elementos con más peso para no abandonar el proceso son de tipo jurídico y legal, en concreto, el que se decrete una orden de protección y que las mujeres sientan durante el proceso que participan en la toma de decisiones junto a sus abogados.

Sin embargo, aunque estos dos factores son los que más peso tienen a la hora de predecir la probabilidad de la renuncia, García se ha centrado en el impacto que tiene en esa decisión la recuperación de la víctima y su liberación psicosocial de la relación con el agresor.

Cuatro factores

En concreto, hay cuatro factores psicológicos y emocionales clave: el deseo de la víctima de volver a la relación de pareja, el contacto que sigue manteniendo con el agresor, su sentimiento de culpabilidad y si recibe asesoramiento psicológico durante el procedimiento judicial.

Las mujeres con mayor probabilidad de desistir son aquellas que tienen un mayor sentimiento de culpabilidad por haber denunciado al agresor, que han pensado en volver con él y perdonarlo y las que siguen manteniendo el contacto tras la denuncia.

La investigadora indica que estos hallazgos, más allá del modelo matemático sobre la probabilidad de que una mujer renuncie, pueden ayudar a entender por qué la víctima toma esa decisión, que el proceso de recuperación no es sencillo y tiene muchos altibajos, muchas idas y venidas.

"Hay muchos factores psicológicos que ayudan a entender esta situación paradójica del desistimiento de una víctima. Al final, entender cómo funciona ese proceso nos va a facilitar que, como profesionales, antes de emitir un juicio y prejuzgar a la víctima, entendamos por lo que está pasando", añade García.

Y con esa conciencia, que el abogado o el asesor jurídico les recomiende consultar con un psicólogo para trabajar en ese proceso de recuperación que hace que la víctima esté más preparada y desligada del agresor para enfrentarse al procedimiento judicial.

"El desistimiento de una mujer del proceso judicial no puede ir ligado a la idea de que estaba mintiendo o de una denuncia falsa. Está pasando por un proceso de recuperación y en esos altibajos no estaba lo suficientemente preparada para mantenerse en esa denuncia", subraya.

Recuperación

La investigadora insiste en que el proceso de recuperación es muy complejo y no es lineal y el agresor continúa intentando mantener el control, contactar con ella, y la chantajea, la amenaza e incluso le promete cambiar.

Por ello, considera esencial reforzar el apoyo psicológico de las víctimas de violencia machista, pero en particular para asegurar que la mujer esté bien asesorada psicológicamente y para formar a los operadores jurídicos en esta realidad.

Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, el porcentaje de mujeres que ha denunciado a su pareja por malos tratos y después ha retirado la denuncia es del 38,3% para las parejas actuales y del 21,3% en parejas pasadas.

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