La barra del bar ha sido siempre un lugar de inspiración para muchos creadores que han dejado sus sueños y sus anhelos en forma de copas, mezclas y sabores explosivos. Entre la lista de los cócteles más famosos hay cuatro tragos que destacan y que son un homenaje a distintas mujeres:

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1. Margarita

Es uno de los cócteles más famosos y más versionados. El clásico, de origen mexicano, se hace con tequila reposado, licor triple seco, zumo de lima, zumo de limón y sal. Lo tradicional es tomarlo en una copa ancha y baja para apreciar todos sus aromas y llenando el borde de sal, tras haberle pasado media lima.

Lo que no está tan claro es en honor a qué Margarita se creó esta mezcla llena de sabores y sensaciones. Hay quien dice que fue a Margaret Sames, una estadounidense de la alta sociedad que ofrecía mezclas y combinados en sus fiestas. Otros que fue por Marjorie King, una actriz que sólo tomaba tequila, e incluso hay quien habla de la hija de un embajador alemán, Margarita Henkel, que habría sido la primera mujer en probarlo.

Sin embargo, la leyenda más extendida es que el famoso cóctel recibió su nombre de la bailarina Margarita Carmen Cansino, que inspiró a un camarero del salón donde ella hacía cada noche su famoso espectáculo. Margarita Carmen Cansino es el verdadero nombre de Rita Hayworth, hija de un bailarín español que abusó de su hija cuando era adolescente, y que marcó para siempre la vida de la famosa actriz.

Si esta leyenda tiene razón y es Rita Hayworth la inspiradora del Margarita, homenajearla sería una razón más para pedirse uno bien frío en estos meses de verano.

2. Bloody Mary

Tampoco está claro porque a esta famosa mezcla se le llama Bloody Mary (María la Sanguinaria) pero al menos sí se sabe quién lo creo, cuándo y dónde. Fue en 1921 cuando el barman francés Fernand Petiot lo preparó por primera vez en su coctelería de París.

Es otro de los cócteles más versionados pero la receta clásica lleva vodka, zumo de tomate, una cucharada de zumo de limón, un chorrito de salsa Worcestershire (la típico inglesa), tabasco, sal, pimienta y el tallo de apio para decorar.

Muchos aseguran que Bloody Mary era como se conocía a María Turdor, la hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, ya que durante su reinado se persiguió a muerte a muchos reformistas religiosos que habían vivido bajo el amparo de su padre en busca de la defensa del catolicismo. Y en ella se creó esta expresiva bebida.

Sin embargo, hay otras versiones mucho más mundanas que aseguran que este cóctel adquirió esta etiqueta tan cruel porque fue un nombre inventado por los clientes para un vaso fuerte y de color rojo o porque se debía a una camarera de un bar de Chicago que se llamaba Bucket of Blood y a quien por trabajar allí le decían Bloody Mary. 

El cóctel White Lady.

3. White Lady

El 'Dama blanca' es un cóctel perfecto para el aperitivo y que cuenta con casi un siglo de fieles seguidores. Como casi todas las mezclas que surgieron en aquellos años es sencilla pero potente, al menos en la versión más clásica: ginebra, licor triple seco y zumo de limón.

Hay otras muy conocidas como la de con crema de menta (como se solía preparar en Reino Unido) o con clara de huevo, recetas más modernas que siguen apareciendo en las cartas de cócteles.

También el origen de esta mezcla está envuelto en la leyenda y en varias opciones. La más fiable es que fue obra de Harry Craddock, un famoso barman que tuvo que huir de Estados Unidos durante los años de la Ley Seca

Craddock se convirtió en uno de los reyes de las barras de Londres en los años 20 gracias a sus preparaciones en el Bar Americano del Hotel Savoy. De hecho, en 1930, publicó el 'The Savoy Cocktail Book', que se ha acabado convirtiendo en uno de los clásicos de la coctelería donde ya aparecía la receta del White Lady tal y como la hemos descrito.

Otro de los misterios es por qué eligió el nombre de Dama Blanca y si se debe, como parece, a que le inspiró la leyenda popular de la mítica mujer vestida de blanco que aparecía en los caminos por la noche.

4. Pink Lady

Es un cóctel que puede verse y beberse en varias versiones pero en la que no puede faltar nunca la ginebra, la granadina y una clara de huevo. De hecho, esta receta, como tal, ya aparece en el 'Real Cafe Coctail', un clásico de la historia de la coctelería en 1937.

En cualquier caso, hay que meter estos tres ingredientes (a veces se cambia el huevo por crema de leche o crema dulce o se le añade unas gotas de limón) y agitar bien hasta que se vea una espuma muy característica.

No se conoce el origen exacto de esta famosa mezcla pero ya era muy popular antes de la entrada de la Ley Seca en EEUU. Concretamente, era una bebida muy solicitada en el Club de Yates Sur en Nueva Orleans, donde se le llamaba Rosa Shimmy también, gracias a la receta de Armond Schroeder, el ayudante del gerente, que buscaba, de alguna forma, tapar con la granadina el sabor de las malas ginebras que se utilizaban en aquella época y durante la clandestinidad.

Hay quien asegura que el nombre le viene de un musical de Brodway, que se estrenó en 1911, por Ivan Caryll, y que se llamaba igualmente Pink Lady, en honor a su estrella Hazel Dawn, apodada así

El problema que ha hecho que Pink Lady no sea tan conocido es que en los años 50 empezó a rular la creencia de que se trataba de un cóctel para mujeres y muchos críticos del momento, todos hombres, lo calificaron como suave y dulzón y lo incluyeron entre las peores mezclas.