En Walt Disney Company, ese lugar de los cuentos de fantasía, no todo es color de rosa. A finales de abril, como consecuencia de la crisis del coronavirus, la compañía anunció el recorte de los salarios de 100.000 trabajadores. Pero, a la vez que recortaba los sueldos, la empresa anunció también la distribución de dividendos de más de 1,5 mil millones de dólares.

Abigail Disney, la heredera que hace tiempo reniega de su herencia familiar, no tardó en alzar su voz y, a través de su cuenta de Twitter, dedicó palabras muy duras contra la empresa, diciendo los dividendos porían mantener el pago de esos trabajadores durante meses. "Tratad a la gente que crea la magia con respeto y dignidad. Esta compañía debe hacerlo mejor. Sed decentes".

"No tengo un papel en la compañía", tuiteó Abigail Disney. "Solo soy una ciudadana que se preocupa. Pero soy su heredera. Llevo este nombre conmigo a todas partes. Y tengo una conciencia que me hace muy difícil callarme cuando veo los abusos que tienen lugar con este nombre", zanjó.

No es la primera vez que Abigail Disney, nieta de Roy Disney, hermano de Walt, con el que fundó The Walt Disney Company, se rebela contra su legado. "De joven me avergonzaba de la fortuna de mi familia", contó en marzo del año pasado a The Cut. Aunque no se sabe con certeza a cuánto asciende su fortuna, Abigail Disney renunciou a parte de su herencia al cumplir la mayoría de edad y, a lo largo de los últimos años ha donado más de 70 millones de dólares.

Cineasta y activista

Abigail Disney nació en 1960 con el peso de un apellido reconocido en todo el mundo, pero pronto se quiso distanciar de ese imperio. "De cierta forma tengo un complejo de inferioridad con relación a las personas que se han ganado realmente su dinero y no lo han heredado. Por eso he pasado mucho tiempo estudiando y consiguiendo títulos universitarios que me hicieran sentir válida. Hasta que esos sentimientos empezaron a desaparecer”.

Tiene una licenciatura por la Universidad de Yale, un master de la Universidad de Stanford y un doctorado de la Universidad de Columbia, tres de las instituciones educativas con mayor prestigio de los Estados Unidos. Se ha dedicado a la industria cinematográfica y ganó un Emmy con la película The armour of Light, una critica a la violencia de las armas en Estados Unidos.

Junto con su marido, Pierre Hauser crearon la Fundación Daphne en 1991 para financiar programas que luchan contra la pobreza en distintos distritos Nueva York.

Feminista y activista por los derechos de las mujeres, Disney produjo en 2008 el documental Pray the Devil Back to Hell, en el que muestra el activismo de las mujeres en Liberia, y cómo esto llevó a Ellen Johnson Sirleaf a convertirse en la primera mujer presidenta.

"Hay mucha energía invertida en invisibilizar a las mujeres", dijo a los medios de comunicación entonces. Para combatirlo Disney fundó una productora, Fork Films, cuyas integrantes son solo mujeres."Somos una organización liderada por mujeres, y producimos y financiamos documentales poderosos que cambian las perspectivas", se define la productora en su página de Facebook.

Además, en 2008, lanzó Peace is Loud, una organización sin fines de lucro que tiene por objeto poner en valor el trabajo de mujeres que han tenido un papel relevante poniendo en marcha procesos de paz en diferentes conflictos.

En 2015, preguntada por la BBC sobre cómo influía en su trabajo tener el apellido Disney, Abigail aseguró que "la visibilidad ayuda" y que utiliza esa notoriedad a su favor. "Si puedo usar eso para ayudar a dar visibilidad a personas que tienen cosas para decir, que provocan una transformación, mucho mejor", recalcó.

Esta californiana, siempre se ha distanciado de la típica imagen del millonario alejado de la realidad. "Si fuera la reina del mundo, aprobaría una ley contra los aviones privados, porque te evitan ver cierta realidad", dijo en la misma entrevista a The Cut. Para Disney, existe una noción generalizada, y errónea, de que la riqueza es sinónimo de éxito y que eso te hace mejor persona. "Es fundamental recordar que solo eres un miembro de la raza humana, como todos los demás, y no hay nada en tu dinero que te haga mejor que nadie".

Más denuncias

Las críticas al recorte de los sueldos de los funcionarios por la crisis del coronavirus es un capitulo más en la serie de encontronazos de Abigail Disney con la empresa. En 2019, la cineasta denunció públicamente las condiciones de trabajo en la compañía.

Un empleado del parque de diversiones de California le envió un mensaje en Facebook quejándose de las condiciones laborales. "No me conoces, pero de verdad necesitamos tu ayuda", le decía el trabajador. Abigail se plantó en el parque, comprobó las condiciones de trabajo y las denunció."Cada una de las personas con las que hablé me decía: 'No sé cómo puedo mantener esta cara de alegría y calidez cuando tengo que ir a casa y buscar comida en la basura de otras personas'", aseguró entonces.

Testimonios como este indignaron a la heredera."Estaba tan furiosa cuando salí de ahí porque mi abuelo (Roy Disney) me enseñó a venerar a esta gente que recibe las entradas, que sirve tu refresco. Estas personas son parte de la receta para el éxito", agregó. "En una compañía que nunca ha sido tan rentable como ahora, no hay excusa para que los trabajadores usen vales de comida, o tengan que racionar su insulina". 

En un comunicado la compañía rechazó entonces las acusaciones y defendió sus políticas laborales. "Generalmente evitamos comentar sobre noticias sin base como esta, pero es particularmente escandalosa y no la dejaremos pasar", señaló la empresa, pasando a enumerar después las ventajas que ofrecía a sus trabajadores.

Un año después, Abigail Disney vuelve a poner a la compañía en la diana.