Pobreza, niveles limitados de educación que les impiden ayudar a sus hijos en la teleescuela, malos tratos o una sociedad patriarcal que no siempre les permite tener acceso pleno a las medidas que se imponen hacen que las gitanas estén sufriendo niveles de vulnerabilidad mayores que otras mujeres en esta crisis.

Aprovechando la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano, la reina Letizia ha conversado con varias mujeres gitanas, entre ellas, Sara Cortés de Murcia, para conocer más concretamente estos problemas que está padeciendo este colectivo como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus.

Doña Letizia ha mantenido una videoconferencia con cuatro representantes de la Fundación Secretariado Gitano, una entidad con la que ya contactó la pasada semana para interesarse por la situación de los que viven en chabolas y barrios marginales.

Las participantes en la charla han expuesto a la reina que las mujeres gitanas se ven más afectadas por pertenecer "a una sociedad patriarcal, a una minoría étnica que tiene una mala valoración social y a una cultura cuyos valores de género están asociados en muchos casos a la función de madres y esposas", han informado fuentes de la Casa Real.

Según las representantes de la Fundación Secretariado Gitano, la mujer tiene limitaciones para acceder a la información sobre las medidas acordadas por el estado de alarma, "lo que le dificulta contribuir a su cumplimiento y evitar que su situación de vulnerabilidad no aumente".

También han hecho hincapié en que no tienen el nivel educativo preciso para suplir el apoyo que necesitan sus hijos al no poder ir a la escuela, ni disponer de medios telemáticos para seguir la actividad académica.

El que no haya clase repercute además en que se han interrumpido los comedores escolares, por lo que encuentran dificultades para darles una nutrición adecuada.

Otra de las inquietudes que le han trasladado a la reina es que algunas familias gitanas carecen de cualquier tipo de ingreso económico, lo que repercute en la imposibilidad de adquirir productos sanitarios.

En cuanto a las mujeres que sufren violencia machista, han comentado que se ven obligadas a convivir con sus agresores debido al confinamiento, lo que dificulta las denuncias, al carecer muchas de ellas de teléfono móvil propio, y el acceso a apoyo de tipo social, jurídico o psicológico.

De igual modo, se han quejado del aumento de bulos en las redes sociales que relacionan a las personas gitanas con la propagación del coronavirus, lo que ha amplificado el estigma social de esta etnia y ha generado que se impida el acceso a mujeres y niñas a una farmacia o un supermercado.

En la videoconferencia, han participado Cortes Muñoz, de Albacete; Celia Gabarri, de Palencia; Sara Cortés, de Murcia, y Ana Segovia, quienes ocupan diferentes cargos en la fundación.

Un 86% de la población gitana se encuentra por debajo del umbral de la pobreza, con ingresos por debajo de los 620 euros, según datos de la Fundación Secretariado Gitano

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