Un vendedor de coches no se corta y critica duramente este modelo de coche: “Eso es un cepo. No anda ni para atrás”
Un vendedor de coches no se corta y critica duramente este modelo de coche: “Eso es un cepo. No anda ni para atrás”
El experto carga contra el icónico todoterreno alemán, al que ataca de sobrevalorado, inútil y comprado solo “por postureo”.
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Hay coches que despiertan admiración unánime… y otros que generan amor u odio en partes iguales. El Mercedes Clase G, símbolo de lujo todoterreno y uno de los modelos más icónicos de la firma alemana, ha sido puesto en la diana por el tiktoker @merida.drift, quien no se ha cortado en calificarlo como “sobrevalorado” e incluso como un coche “inservible para todo”.
En su vídeo, el creador lanza una crítica sin filtros al modelo conocido popularmente como G-Wagon. “Es el Mercedes que se compra todo el mundo solo por decir que tiene uno”, afirma. “Se lo compra el que no entiende de coches”, añade con tono tajante.
Más allá del diseño —que reconoce como atractivo en sus versiones actuales y remasterizadas—, el problema para el tiktoker está en el rendimiento y el enfoque del vehículo. “Eso es un cepo. No anda ni para atrás”, dispara. Según su opinión, la Clase G ha perdido su propósito original como 4x4 serio y se ha convertido en un simple objeto de lujo y exhibición urbana.
Su crítica va más allá del modelo de serie y apunta directamente a las versiones más exclusivas, como las G-Wagon preparadas por Brabus, que llevan llantas de 22 pulgadas y neumáticos de perfil bajísimo. “¿Qué vas a hacer con eso en el campo?”, ironiza, y cuestiona la lógica de comprarse un vehículo teóricamente todoterreno, pero preparado para pasear por la ciudad como si fuera un deportivo.
La opinión ha generado debate: para algunos, la Clase G sigue siendo un referente por su robustez, presencia y capacidades; para otros, como el propio creador de contenido, representa el triunfo del marketing sobre la utilidad real. “Yo sinceramente no me lo compraría en la vida”, asegura.
Aunque polémico, su comentario toca una fibra sensible: ¿hasta qué punto algunos coches se compran por lo que ofrecen… y no por lo que representan? La Mercedes Clase G, con su historia militar y evolución hacia el lujo extremo, parece estar justo en el centro de esa discusión.
