⁠¿A qué temperatura debe estar el aire acondicionado del coche? Esta es la cifra ideal según los expertos en España

Uno de nuestros indispensables durante el verano es el aire acondicionado. Sin embargo, no siempre se le da el uso adecuado. Muchos conductores tienden a bajar la temperatura al mínimo nada más arrancar el vehículo, en busca de un alivio inmediato. Pero esta práctica, lejos de ser recomendable, puede resultar contraproducente tanto para la salud como para el consumo del coche. 

Según la Dirección General de Tráfico (DGT) y diversos expertos en climatización automotriz, la temperatura ideal del aire acondicionado dentro del coche debería situarse entre los 22 y los 24 grados centígrados. Esta horquilla garantiza un ambiente confortable sin generar contrastes térmicos bruscos con el exterior, lo que es especialmente importante en días de más calor, donde la diferencia entre el interior del coche y la temperatura ambiental puede llegar a superar los 15 grados. 

Los especialistas advierten de que mantener el climatizador por debajo de los 21 ºC no aporta beneficios adicionales. Al contrario, puede incrementar el consumo de combustible, especialmente en coches no híbridos o eléctricos, y favorecer la aparición de molestias respiratorias o musculares, como contracturas en el cuello y resfriados estivales.

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Asimismo, las diferencias térmicas intensas pueden suponer un riesgo añadido para colectivos vulnerables como personas mayores, niños o personas con enfermedades respiratorias. Un ambiente demasiado caluroso incrementa la fatiga y reduce la concentración, mientras que un exceso de frío puede provocar somnolencia o tensión muscular, factores que interfieren en la conducción segura. 

Otro aspecto a tener en cuenta es el uso correcto del sistema de ventilación. Los expertos recomiendan ventilar el vehículo durante unos minutos antes de encender el aire acondicionado si ha estado expuesto al sol. De esta forma, se expulsa el aire caliente acumulado en el interior del vehículo y se reduce el esfuerzo que tendrá que hacer el sistema para alcanzar la temperatura deseada. 

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Además, es fundamental realizar un mantenimiento regular del sistema de climatización. Cambiar los filtros en los plazos recomendados, revisar el nivel del gas refrigerante y evitar la reutilización continua del aire son algunas de las claves para garantizar un funcionamiento eficiente y evitar malos olores o acumulación de bacterias en los conductos.