A Francisco Hidalgo, director de Dacia en España y Portugal, los resultados le sonríen. Con un crecimiento de alrededor del 80%, una cuota de mercado de alrededor del 5% y una gama de modelos que se incrementará en los próximos años, el directivo está viviendo un buen momento. Hablamos con él, con motivo de la celebración del Salón de Barcelona… Así ha sido nuestra conversación.

¿Cómo va Dacia en España en este año 2023?

Para nosotros lo más importante es la cuota de particulares. Y aquí estamos ganando 2,9 puntos respecto al año pasado. Y hay que tener en cuenta que ya el pasado año fue el mejor año de la historia de Dacia en cuota a particulares con un 8%. Así que nos está yendo muy bien.

¿Podría llegar Dacia al 10% entonces de cuota a particulares?

Al 10% probablemente no. Pero en general depende mucho del mercado, que es bastante complicado. Tenemos potencial si hay volúmenes… pero claro el mercado todavía sigue muy flojito a día de hoy…Pero superaremos de largo los resultados del año pasado.

¿Cuánto está creciendo Dacia a día de hoy?

Entre un 60% y un 80% en España. Estamos creciendo mucho…

Francisco Hidalgo, durante la cita del Salón de Barcelona.

¿Y a qué se debe este crecimiento?

Pues por un lado está que tenemos más disponibilidad que el año pasado. Ahora nos están llegando más coches. Pero también estamos teniendo en Dacia un nivel de tráfico en las exposiciones y pedidos, que es bastante superior al año pasado. Y somos de los pocos o incluso de los únicos de la industria que nos ocurre esto.

¿Entonces el mercado se está animando mucho… por fin?

A pesar de que nosotros tenemos más tráfico de exposición, hay que tener cuidado con el mercado actual. Es cierto que las matriculaciones están creciendo. Pero también hay que tener en cuenta que muchos de los coches que ahora se matriculan son pedidos del año pasado, que tenían unos plazos de entrega muy largos. Por lo tanto en general, no en el caso de Dacia, podemos decir que la demanda no está al mismo nivel que las matrículas y está siendo inferior. Nosotros, no obstante, manejamos buenas previsiones para este año.

¿Y qué notáis que ha cambiado en Dacia para tener este éxito ahora?

Pues principalmente dos cosas. La primera es que Dacia está en plena transformación. Los coches han tenido una mejora cualitativa, se han mejorado los acabados, se ha cambiado el logotipo, los colores… Y si bien es cierto que los precios también han subido en Dacia, como en todos, la subida ha sido contenida. Dacia ya no es una marca de coches low cost, como en los inicios. Ahora ya no son baratos, porque ningún coche es barato. Pero sí es cierto que el contenido que recibe el cliente con un Dacia funciona muy bien.

Y también hay otro movimiento, diría de la sociedad, que está realizando un consumo más responsable. Un consumo de comprar lo que necesito, comprar para que no me falte nada, pero que tampoco sobre. Y esta es la propuesta de Dacia desde hace 20 años.

El stand de Dacia en el Salón de Barcelona.

¿Y por qué Dacia necesitaba subir de nivel? ¿Por qué no mantenerse como una marca con precios muy baratos? ¿Es por conseguir más rentabilidad?

No, no es por rentabilidad. Es por dos motivos. El primero de ellos porque los coches están subiendo de precio y esto es inherente al mercado, a la industria, a la inflación, a las materias primas… Todas las cosas están subiendo de precio. Y luego hay que tener en cuenta que los coches están subiendo de precio por la reglamentación. Así ha sido con el paso a la Euro 6 y a ver qué ocurre con la Euro 7… Esto hace, por tanto, que el coche barato ya no exista.

Y también hay que tener en cuenta que hace 20 años, los usuarios que venían de un vehículo viejo con muchos años y compraban lo esencial; bastaba que fuera nuevo, seguro y fiable. Eran épocas en las que no había aire acondicionado de serie, no había radio, no había dirección asistida. Hoy en cambio, los usuarios buscan un coche esencial pero no quieren renunciar al confort y la tecnología como CarPlay, Android Auto, replicación por wifi, aire acondicionado… son equipamientos que antes no existían… Por tanto, la definición de esencial en estos años ha cambiado. Si ofreciéramos los equipamientos de hace 20 años, los coches serían más baratos, pero no serían atractivos para los clientes.

¿Y no estáis dejando un hueco, quizás a fabricantes chinos, que puedan ofrecer coches baratos y se adueñen de vuestra estrategia y posicionamiento de marca?

Desde Dacia pensamos que el coche barato no va a volver a existir. Ya no veremos, salvo por momentos puntuales, coches por 7.000, 8.000 o 9.000 euros como sí los había hace unos años. Esta guerra de precios no tiene futuro porque los precios van a seguir subiendo por la nueva normativa y reglamentación. Es un movimiento imparable. Además, esta competición por los precios destruye valor para los clientes y para las marcas. Y nosotros no queremos entrar en esta pelea.

¿No tenéis miedo a que os copien entonces?

Llevamos muchos años en el que muchas marcas intentan copiarnos o inspirarse en nosotros y hoy seguimos sin competencia. 

¿Si suben tanto los precios el mercado natural de los 1,2 millones se puede resentir?

Es cierto que el mercado está complicado, pero España por población y parque automovilístico tiene recuperar los 1,2 o 1,3 millones de ventas de coches nuevos al año. Estas cifras hay que recuperarlas y para ello necesitamos la ayuda y las políticas del Gobierno… Más allá de estas cifras será complicado por el incremento de los precios y la llegada de otras formas de consumo.

¿Este año cómo terminaremos?

Espero que terminemos por encima del millón de unidades, si no lo superamos será una mala noticia para mucha gente…

Al final, el último año ‘normal’ fue 2019 y todo apunta a que hasta 2024 o 2025 no alcanzaremos las ventas previas… Son, por tanto, cinco o seis años de travesía en el desierto…

Sí y todo ello ligado a la situación económica que está llevando a un envejecimiento del parque. Y luego a los políticos hablan de descarbonización y electrificación, y tenemos coches con 14 años de media, lo que es una barbaridad. Este envejecimiento del parque es contrario a lo que todos queremos, que es descarbonizar y reducir emisiones.

¿Y en un año electoral se puede hacer algo o hay que esperar a que pasen las elecciones?

No creo que haya grandes movimientos. Si finalmente este año está perdido, corremos el riesgo de que no se tomen medidas hasta dentro de casi dos años o incluso tres años.

¿Y estas situaciones de incertidumbre no vienen bien a Dacia porque al final los clientes busquen coches que no se quieran complicar mucho?

Es cierto que si ves la historia de Dacia, se observa que Dacia gana tanto en situaciones complicadas como cuando hay estabilidad. Es una marca que está en continuo crecimiento desde hace 20 años. Pero sí es cierto que cuando la gente reflexiona y hace una compra racional, apuesta por nuestra marca.

Con las ventas de eléctrico, estáis en las primeras posiciones con el Spring… ¿Estáis satisfechos?

No estamos satisfechos con el tamaño del vehículo eléctrico en España. Porque el pastel es bastante pequeño. Pero el Dacia Spring ha tenido un crecimiento muy bueno, porque propone algo que es único y que tiene sentido con el vehículo eléctrico: desplazamientos cortos, un vehículo ligero… La demanda en Europa (Alemania, Italia, Rumanía) ha sido muy alta. Sobre todo en países donde había potentes ayudas del Gobierno. De ahí que la gran parte de la producción haya ido para estos países y a nosotros nos han llegado pocas unidades. Y aun así estamos entre los tres primeros a particulares en eléctricos en España. Todos los coches que teníamos los vendimos y con unos plazos de entrega de muchos meses… Por ello hemos sido muy tímidos, porque no queremos generar frustración. Este año ya tendremos unos plazos más razonables.

¿Y por último… qué opinión tenéis de las marcas chinas?

Es un movimiento natural. Siempre ha habido nuevos competidores. Primero fueron los japoneses, después los coreanos, ahora los chinos… Inicialmente se pensaba que las marcas chinas entrarían por precio. Y que Dacia sufriría. Pero esa parte no me preocupa. Porque Dacia es la marca que más crece a pesar de la entrada de las marcas chinas. No tiene sentido, además, que entren a precio con los coches de combustión porque esta no es la apuesta de futuro. De ahí que se estén centrando en el eléctrico. Y ahí es donde efectivamente hay que ponerse las pilas, porque son marcas muy competitivas, si bien todavía no hay una gran demanda.

Pero sí hay mucho movimiento en Europa con la instalación de gigafactorías, la regulación de los eléctricos… ahí si que las marcas chinas van a ser unos rivales importantes. Pero creo que todas las marcas puedan sufrir más que lo que esté sufriendo Dacia.

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