El Toyota RAV4 es uno de los SUV más veteranos del mercado, ya que se podría decir que fue el modelo que inauguró esta categoría en 1994. Lleva cinco generaciones comercializadas y en esta ocasión hemos probado el último acabado incorporado a la gama: el Adventure.

Aunque ahora la gama ya cuenta con versiones híbridas enchufables, el Toyota RAV4 Adventure incorpora una mecánica híbrida convencional. Sin embargo, este equipamiento incluye una serie de elementos y sistemas propios más enfocados al off-road que veremos más adelante.

El objetivo de lanzar esta versión es darle una imagen más de 4x4 al Toyota RAV4. Itziar Echave-Sustaeta

Pero antes vamos a ver cuál es su precio respecto a los otros acabados, ya que la escala de menor a mayor equipamiento es: Advance, Business, Style, Luxury y Adventure.

Diseño robusto

A simple vista el Toyota RAV4 Adventure tiene un aspecto más musculado que el resto de la gama, ya que el objetivo de lanzar esta versión es darle una imagen más de 4x4. En el frontal podemos apreciar el diseño de una nueva parrilla más corpulenta, junto con unos faros y un protector específico de este equipamiento.

Para darle aun más presencia a este modelo, las llantas de serie son de 19 pulgadas en un tono negro satinado. Además, estrena algunos colores como el Urban Khaki de nuestra versión de pruebas, combinado con el Gris Ascari en el techo.

El Toyota RAV4 pertenece al segmento D y al medir 4,60 metros de largo es el SUV más pequeño de su categoría. Itziar Echave-Sustaeta

Este SUV del segmento D tiene unas dimensiones de 4,60 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,68 metros de alto. Con estas medidas podemos determinar que es el modelo más pequeño de su segmento. Una característica propia del Toyota RAV4 Adventure es su altura libre al suelo, de 20 cm, que se diferencia con el resto de acabados con 1 cm por encima.

Interior con detalles en naranja

El interior mantiene el mismo esquema que otras versiones, con una pantalla multimedia de ocho pulgadas con el sistema Toyota Touch 2, un cuadro de instrumentos de siete pulgadas y la climatización controlada por botones físicos. La caja del cambio automático se gestiona a través de una clásica palanca, en un lugar de un selector de menor tamaño.

Los asientos están revestidos con cuero sintético negro y un estampado naranja, los cuales recogen bastante bien la postura del cuerpo. El puesto del conductor cuenta con reglaje eléctrico y tiene la opción de regular la zona lumbar, algo muy positivo y funcional.

En el interior sigue el mismo esquema con una pantalla multimedia de ocho pulgadas y un cuadro de mandos de siete pulgadas.

Es un coche que ofrece gran habitabilidad, tanto delante como detrás, ya que hay espacio más que suficiente para las piernas y por encima de la cabeza. En la fila trasera pueden ir tres personas de estatura media sin problemas, con climatizador independiente.

El maletero tiene una capacidad de 580 litros, una cifra por encima de la media respecto a sus competidores. Si abatimos los asientos el Toyota RAV4 ofrece 1690 litros. En cuanto a sus rivales más directos, podríamos mencionar al Nissan X-Trail, Skoda Kodiaq, Seat Tarraco, Subaru Forester, Audi Q5 o Volvo XC60 (entre otros).

Misma mecánica

En el apartado mecánico no hay ninguna novedad, puesto que se integra un motor 2.5 litros de 222 CV. Es un sistema híbrido que cuenta con dos motores eléctricos, uno sobre el eje delantero y otro que mueve el eje posterior. Este va asociado a un cambio automático de tipo e-CVT y realiza el 0 a 100 km/h en 8,4 segundos.

Respecto a los otros acabados de la gama, este tiene una altura libre al suelo de un centímetro mayor.

Comportamiento dinámico

El Toyota RAV4 es un SUV cómodo, agradable de conducir y funcional por su habitabilidad interior. Si es cierto que el cambio automático de tipo e-CVT no es igual que uno de marchas convencional, puesto que este va a ser siempre más ruidoso.

Simplemente hay que adaptarse un poco y no dar acelerones bruscos, ya que, de lo contrario, se revoluciona mucho y es ahí cuando se produce un sonido algo incómodo. Quitando esta peculiaridad, es un coche con buen empuje, suspensiones agradables y carrocería estable.

Al tratarse de un coche que cuenta con tracción total, esto se ve reflejado en los consumos, los cuales rondan en ciudad unos 8 litros y en carretera unos 6,5 litros. Dispone de diferentes modos de conducción: Eco, Normal y Sport, así como los modos Trail y EV. Este último funciona siempre y cuando la batería esté cargada.

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