La firma checa perteneciente al Grupo Volkswagen, Skoda, sigue dando pasos firmes hacia su estrategia 2030, donde presenta un cambio notorio en su identidad corporativa y más electrificación para sus coches. El fabricante de automóviles invertirá durante los próximos cinco años 5.600 millones de euros en electromovilidad y 700 millones de euros en digitalización.

Para que esto se cumpla, ha adquirido un nuevo lenguaje de diseño, un nuevo logotipo y ha modernizado su imagen como marca. En sintonía con esto, Skoda está acelerando su rumbo hacia la electrificación, con sus próximos tres lanzamientos en 2026 de vehículos totalmente eléctricos.

El prototipo del Skoda Vision 7S en una proyección del SUV de siete plazas que llegará en 2026.

Entre estos tres nuevos modelos, está previsto que uno sea un coche pequeño, otro un SUV compacto y el de mayor tamaño con siete plazas y carácter familiar. Para plasmar toda esta nueva estrategia, la marca de la flecha ha presentado el prototipo Vision 7S, el cual recoge todos estos nuevos cambios de la nueva identidad corporativa.

Se trata de un coche totalmente eléctrico con más de 600 kilómetros de autonomía y una carga máxima de 200 kW. Este modelo ofrece una imagen muy cercana al que será el SUV eléctrico de siete plazas. Skoda pretende tener unos volúmenes de ventas que superen el 70% de modelos completamente eléctricos para el año 2030 en Europa.

Mientras tanto, en este ejercicio de transición hacia la movilidad cero emisiones, la firma sigue trabajando en sus modelos de combustión y presentará los nuevos Skoda Superb y Kodiaq en la segunda mitad del próximo año. En 2024 también llegará la nueva generación del Skoda Octavia.

La marca denominativa Skoda se basa en la simetría y en las formas redondas con bordes.

El nuevo lenguaje de diseño es afín a la era eléctrica y digital, el cual irá apareciendo de manera gradual a partir del próximo año. Este sigue una tendencia hacia las líneas claras y mínimas que enfatizan la idea de simplicidad y los valores de los nuevos modelos de Skoda.

El nuevo logotipo se desliga de las formas 3D para ser más plano y bidimensional, de esta manera las dos tonalidades utilizadas pasan a ser un verde esmeralda y un verde eléctrico. Estos representan la ecología, la sostenibilidad y la electromovilidad.

A pesar de la renovación del símbolo de la flecha alada, lo que veremos con más frecuencia será la marca denominativa Skoda. Con una tipografía diferente, se basa principalmente en la simetría y en las formas redondas con bordes. Ahora se puede apreciar la integración del carón sobre la S, que mantiene la herencia checa de Skoda.

La nueva identidad corporativa se integrará en los nuevos modelos a partir del 2024.

Otro aspecto importante dentro de la transformación de la marca es la sostenibilidad en la cadena de valor. Es por ello que a partir de 2023 las plantas de Checoslovaquia y la India solo fabricarán coches cero emisiones netas. La pionera en este aspecto es la planta de Vrchlabí, que desde 2020 es neutra en emisiones de CO2.

En este sentido, cuando se fabrica un Skoda Enyaq iV se utilizan 13 kilogramos de plásticos reciclados extraídos de carcasas de baterías y parachoques. Para la carrocería se emplea un 40% de acero reciclado, mientras que de aluminio alcanza el 60% (entre otros materiales recuperados).

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