Queda muy poco para otra gran operación salida de verano en nuestro país, concretamente el 15 de agosto, en la que habrá millones de desplazamientos por carretera para o bien volver a casa o bien irse de vacaciones, por lo que revisar el estado de los neumáticos a la hora de realizar un viaje (y más si es de largo recorrido) es fundamental.

Los neumáticos están compuestos principalmente por caucho.

Este elemento tan importante está compuesto principalmente por caucho, y de él depende en gran medida la seguridad de los pasajeros. En el día a día hay que hacer frente a situaciones adversas e inesperadas que pueden darse lugar en la carretera como la lluvia, hielo, frenazos bruscos o las propias irregularidades del terreno.

Por ello, calzar a nuestro vehículo con unos neumáticos en buenas condiciones y acostumbrarse a hacer revisiones de manera habitual es muy importante. Además, recordamos que el buen estado de estos ayudan a tener un mayor ahorro de combustible.

¿Cuándo tengo que cambiar los neumáticos?

Según las recomendaciones de la DGT se deberían cambiar las ruedas cuando el dibujo ronda los 3 mm de profundidad, sin embargo, es obligatorio de verdad cuando el surco del mismo es de 1,6 mm.

Como no todos llevamos una regla de medir en el coche, seguro que muchos conocéis el viejo truco de la moneda de un euro: si al colocarla en la hendidura se ve la parte dorada significa que debes cambiar las gomas.

Hay que tener en cuenta las indicaciones de cada fabricante de neumáticos.

Es hora de renovar cuando...

El desgaste no es solo la principal causa de cambio, también hay otros factores que hacen que se tengan que renovar los zapatos de nuestro coche para poder circular con total seguridad. Las razones más habituales son las siguientes:

• Numero de kilómetros: quizás la profundidad del dibujo no indica con exactitud si debemos o no cambiar los neumáticos, pero los kilómetros realizados si. Por ello es aconsejable que si llevamos 40.000 o 60.000 kilómetros se proceda a poner unos en buen estado. Esto se debe al desgaste, endurecimiento o incluso la cristalización de los materiales con el paso del tiempo.
• Año de fabricación: aunque el neumático no haya tenido mucho uso y el dibujo tenga una profundidad óptima, este tiene un tiempo de vida útil. Esto significa que es recomendable cambiarlos pasados más de 8 o 10 años desde su fabricación. Se puede comprobar el año de fabricación con el código DOT de cuatro cifras que viene en la propia rueda.
• Otras causas: a pesar de estos factores evaluables, siempre habrá otros que surjan de manera repentina o sin darnos cuenta. Algunos posibles escenarios donde se puede deteriorar el estado del neumático son los siguientes: circular con una presión inadecuada, bordillazos contra las aceras, estado muy irregular de la superficie o de las suspensiones, manera de circular, la velocidad…

La presión correcta 

Simple pero cierto, algunos de los problemas que podemos encontrar en los neumáticos vienen dados solo por la presión de los mismos. Es perjudicial llevarlos tanto con una presión baja como alta, aunque puede tener más riesgos la primera opción. De esta manera, tenemos dos circunstancias:

• Presión baja: con esta el neumático se va a desgastar antes y de manera irregular, así como calentarse en muy poco tiempo. Además, se corre el peligro de desllantar, perder adherencia, pinchar con facilidad… así como consumir un 20% de combustible.
• Presión alta: con esta situación la goma también se desgasta pero por la parte central, esto se debe al ir más inflada de lo que debería. Asimismo se puede tener un reventón con facilidad al pasar por desniveles, resaltos o cualquier irregularidad del aslfato. Por estos motivos las suspensiones y el agarre del coche se pueden ver afectados.

Si no llevas los neumáticos en buen estado te pueden multar con hasta 800 euros.

De esta manera, cada neumático llevará una presión distinta en función del fabricante, el modelo, el tamaño y/o la carga, por ello es primordial seguir las indicaciones de la marca del neumático.

¿Dónde encuentro los datos de la presión?

Esta se pueden encontrar fácilmente en una pegatina ubicada en los laterales del coche, en el montaje de la puerta del conductor. También pueden estar en la tapa del depósito del combustible o mirarlos directamente en el manual del vehículo. Ahí aparecerán las cifras que recomienda el propio fabricante.

Por todas estas razones es de vital importancia que lleves en buen estado tus neumáticos, no solo por tu seguridad, sino por otros coches que circulan por la carretera para así evitar posibles accidentes. Además, te pueden multar con una sanción de más de 200 euros por cada rueda, lo que supone un coste total por encima de los 800 euros.

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