España es un país de coches viejos. Y no lo decimos nosotros, sino que lo dice la Asociación de Constructores Europeos (ACEA). Según este organismo, España es uno de los países con los coches más antiguos de las principales economías de la Unión Europea.

Con un parque de 12,7 en 2019, según ACEA (los últimos datos de Faconauto señalan que tiene más de 13,2 años), solo hay más coches viejos en los países del Este de Europea.

El hecho de que haya coches cada vez más mayores es un problema para todos nosotros. En primer lugar, porque las emisiones de los coches viejos son mayores que las de los más nuevos.

Y esto repercute claramente en el aire que respiramos. Pero también es otro problema porque los coches viejos carecen de la seguridad que tienen los actuales. Y esto puede ser clave en el momento de un accidente.

Además, el mayor inconveniente que tenemos en España es que tal y como va el ritmo de matriculaciones y la tendencia del mercado, esto no 'tiene pinta' de arreglarse. Entre otras razones, porque se están vendiendo más coches antiguos, de más de 15 años, que nuevos.

Un mecánico arreglando un coche. E.P.

Vamos con los hechos. En 2019 se matricularon un total de 1,25 millones de coches nuevos. Sin embargo, en este mismo año, también se comercializaron 1,23 millones de coches de segunda mano con más de 10 años. Por tanto, si bien aquí, se registraron más ventas de vehículos nuevos que viejos, la diferencia es muy escasa.

Y ahora el año 2020, el ejercicio de la pandemia. Según Ganvam, en este año se vendieron cerca de 1,06 millones de segunda mano con más de 10 años. Y aquí es donde está el 'quid de la cuestión'.

Entre otras razones, porque en este mismo período el número de coches matriculados nuevos es ha sido de 852.000 unidades. Esto significa, por tanto, que se vendieron más coches viejos que nuevos.

Previsiones de Ganvam por edad de los coches de ocasión.

Se envían menos al desguace

Algunos pueden decir, y es cierto, que el hecho de que los coches de segunda mano se vendan, en realidad no incrementa el parque porque ya existen y simplemente cambia de titularidad.

Sin embargo, para comprobar si estamos en lo cierto o no, lo que haremos ahora será tomar las estadísticas de la Dirección General de Tráfico del parque automovilístico.

Vamos a contabilizar cuántos coches matriculados viejos (matriculados antes de 2005) existen en los últimos años. Son los siguientes, según la DGT:

2019 | 11.000.000 coches
2020 | 10.340.000 coches
2021 | 9.780.0000 coches

Escape de un vehículo contaminante. E.P.

Esto significa que en 2020 desaparecieron un total de 660.000 coches muy viejos y en 2021 se han eliminado 560.000 coches matriculados anteriormente a 2005.

Son cifras, por tanto, que no permitirán renovar el parque y harán que la edad media continúe incrementándose. Además, la pandemia ha reactivado este mercado de coches muy viejos para personas que necesidad movilidad a toda consta con un vehículo.

"Hasta que no seamos capaces de vender 1,3 millones de coches al año no habrá una renovación del parque y una reducción de la edad media", señala un directivo de un fabricante líder a EL ESPAÑOL.

Por último, otra prueba de que tenemos un parque envejecido son los datos de la Dirección General de Tráfico. Este organismo señala que de los 24,7 millones de coches que hay circulando en España, un total de 8,03 millones (el 32%) o no tienen etiqueta o la DGT desconoce qué etiqueta tiene, según el anuario de 2020. A ello se suma otros 8,06 millones (otro 32%) de coches que tienen un distintivo B que se le puede considerar como más contaminante.

Después estarían los coches con el distintivo C, que son los más modernos, y que son cerca de 7,99 millones (32%). Y por último, los etiqueta ECO, que son 545.702 coches (el 2,2%) y los etiqueta CERO (el 0,31%).

Queda, por tanto, un largo recorrido por realizar para descarbonizar el parque y tratar de bajar la edad media de los coches. Entre otras razones porque hay 8 millones de vehículos contaminantes y otros 8 millones que también expulsan un gran número de las emisiones...

Por tanto, la pregunta que nos hacemos es... ¿No sería más lógico en lugar de promover un salto 'radical' hacia el eléctrico intentar que estos coches tan contaminantes sean sustituidos por otros con etiqueta C, más accesibles desde el punto de vista económico y también con bajas emisiones?