Los controles de seguridad y contaminación de las ITV pasarán a ser más severos a partir de 2018, haciendo hincapié en el terreno de las emisiones contaminantes, uno de los temas que más preocupan a las autoridades en los últimos tiempos tanto a nivel estatal como internacional. 

La llegada de esta nueva batería de reglas y procedimientos en las inspecciones técnicas tiene su punto de partida en una directiva europea aprobada en 2014 (directiva 2014/45/UE) que será aprobada en nuestro país a través de un Real Decreto durante este año, aplicándose a partir de 2018. 

Las novedades se concentran sobre todo en el terreno de las emisiones contaminantes. A día de hoy, para que un vehículo sea apto para circular por nuestras carreteras debe superar, en cada ITV, unas pruebas de contaminación que, desgraciadamente, son demasiado laxas en algunos aspectos.

A los vehículos con motor de gasolina se les mide el porcentaje de óxido de carbono -CO- y el índice lambda en el caso de estar catalizado. Si nuestro vehículo es diésel, la única medición a la que es sometido es la de la opacidad de los gases de escape, sin tener en cuenta la cantidad y/o calidad de sus emisiones. 

Esto va a cambiar con la llegada de la nueva normativa, que traerá consigo, por ejemplo, un nuevo protocolo de medición de los óxidos de nitrógeno -NOx- emitidos, muy contaminantes y dañinos para la salud, así como la comprobación del correcto funcionamiento y no manipulación de los sistemas anticontaminación como EGR y filtros de partículas, entre otros. 

Además, se iniciará una nueva era en las ITV con la llegada de las inspecciones electrónicas, que harán hincapié en el análisis de los sistemas de seguridad -airbag, ABS, pretensores pirotécnicos de los cinturones de seguridad- con el fin de garantizar su buen funcionamiento. 

El gran problema que se plantea con la llegada de estas novedades es el acceso a datos sensibles del vehículo, así como el más que posible encarecimiento de las inspecciones, encarecimiento que se repercutirá con casi total seguridad en los usuarios, que asistirán a un importante aumento del precio de las inspecciones.