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En España, uno de cada cinco adolescentes de entre 14 y 18 años presenta signos de uso problemático de Internet, el móvil o las redes sociales, según el Plan Nacional sobre Drogas.

Por ello, profesionales de Vithas Andalucía inciden en la importancia de abordar este problema desde la prevención, la educación y el acompañamiento terapéutico, según han informado a través de un comunicado.

Entre ellos se encuentra Estefanía Marcos, psicóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional que incide en que “el uso excesivo de las redes sociales puede convertirse en una forma de adicción digital que afecta directamente al bienestar psicológico”.

Estas plataformas están diseñadas para activar mecanismos de recompensa en el cerebro, liberando dopamina cada vez que recibimos un "me gusta", un comentario o una notificación”, añade la profesional.

Además, sostiene que “esta gratificación inmediata genera una necesidad constante de conexión, provocando que muchas personas pasen horas navegando sin darse cuenta”. Por lo que con el tiempo puede “derivar en síntomas como ansiedad, irritabilidad, insomnio y una disminución de la autoestima”.

La especialista señala que se ha observado que esta adicción no solo altera los hábitos diarios, sino que también puede afectar la percepción de uno mismo y del entorno. “La exposición continua a contenidos idealizados y comparaciones sociales puede generar sentimientos de insuficiencia, frustración y aislamiento.

Otro síntoma observado es el miedo a perderse algo, lo que intensifica la necesidad de estar siempre conectados, dificultando la desconexión digital saludable. Por ello, es fundamental promover una educación emocional y digital que ayude a identificar estos patrones de comportamiento y fomente un uso consciente y equilibrado de las redes sociales”, concluye.

Por su parte, Miguel Ángel Soriano, especialista en psiquiatría del Hospital Vithas Sevilla, advierte que, "aunque los manuales diagnósticos internacionales no reconocen formalmente la adicción a las redes sociales, desde la práctica clínica sí puede considerarse una adicción comportamental, caracterizada por un patrón de uso compulsivo y reforzador".

Ana Jimeno, neuróloga del Hospital Vithas Granada y miembro del Instituto de Neurociencias Vithas, indica que “el uso excesivo y prolongado de las pantallas se asocia con alteraciones en los circuitos neuronales implicados en la atención, la memoria y el control de impulsos”.

“En niños y adolescentes, cuyo cerebro aún está en desarrollo, la sobreexposición digital puede interferir en la maduración de áreas como la corteza prefrontal, fundamental para la toma de decisiones, la planificación y la regulación emocional”, expone.

En adultos, añade, “aunque nuestro cerebro presenta mayor capacidad de adaptación, el exceso de conectividad digital puede disminuir los periodos de descanso mental necesarios para la creatividad, la empatía y la salud cognitiva”.

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, desde Vithas Andalucía se quiere incidir en la prevención y el uso consciente de las nuevas tecnologías, recordando que deben estar al servicio de las personas, y no al revés.