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El cáncer de cabeza y cuello lo componen un grupo de tumores malignos que se desarrollan en áreas como la cavidad oral, orofaringe, faringe, laringe, nasofaringe, senos paranasales y glándulas salivales. En Málaga durante el año 2024 padecieron este tipo de cáncer más de 350 personas.

Actualmente, esta clase de patología representa alrededor del 5% de todos los cánceres a nivel mundial y afecta mayormente a personas mayores de 40 años, aunque está aumentando en pacientes más jóvenes debido a factores como el virus del papiloma humano (VPH).

Entre sus principales riesgos se encuentran el consumo de tabaco y alcohol, presentes en el 80% de los casos.

Además, desde la Sociedad andaluza de Oncología Médica advierten de que se observa un incremento progresivo de tumores asociados al virus del papiloma humano (VPH), especialmente en la orofaringe.

En cuanto a la incidencia en Málaga del cáncer de cabeza y cuello, durante 2024 se diagnosticaron 353 casos. En el caso de labio, cavidad oral lo padecieron 142 personas; el de laringe 112; el de orofaringe 41; el de hipofaringe 25; el de glándulas salivares 18 y el de nasofaringe 15; según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer.

La SAOM advierte que estos tumores están aumentando en personas más jóvenes, y su aparición en mujeres también va en aumento, especialmente aquellas con hábitos tabáquicos. El presentar déficit de vitaminas A y C o mantener una higiene bucal inadecuada también pueden favorecer la aparición de este tipo de tumores.

A pesar de las campañas de concienciación, sólo entre un 25 y un 30% de los casos se detectan en fases iniciales, cuando las posibilidades de curación superan el 90%. Esto contrasta con los diagnósticos tardíos, que reducen notablemente la esperanza de vida.

En este sentido, Joaquina Martínez Galán, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cáncer de Cabeza y Cuello de la SAOM, sostiene que en estos momentos se enfrentan a “un cáncer muy estigmatizante, con fuerte impacto en funciones esenciales como hablar, tragar o respirar, y con secuelas visibles que afectan profundamente a la calidad de vida de los pacientes”.

Por ello considera muy importante “prestar atención a la posible sintomatología y, ante la menor duda, consultar a los profesionales sanitarios”.

En cuanto a los avances en el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello, la SAOM expone que se están viendo marcados en estos últimos años por la introducción de la inmunoterapia y la medicina de precisión, especialmente en estadios localmente avanzados o metastásicos.

Estas terapias están logrando que pacientes que antes tenían un pronóstico desfavorable superen los cinco años de supervivencia sin recaída, algo impensable hace una década.

En este sentido, Martínez Galán señala que “estamos empezando a hablar de largos supervivientes e incluso de posibles curaciones en tumores que antes eran intratables”. El porcentaje de estos largos supervivientes se sitúa entre el 15 y el 24%, dependiendo entre otros de biomarcadores como el PDL1.

Todo ello gracias a los avances de la inmunoterapia, al impacto de tratamientos de secuenciación con antiEGFR y la mejora en los tratamientos con radioterapia.

Eso sí, el diagnóstico precoz sigue siendo la herramienta más eficaz para aumentar la supervivencia. En ese sentido, desde la SAOM se insiste en la necesidad de evitar el tabaco y el alcohol, mantener una correcta higiene oral, vacunarse contra el VPH, y acudir al dentista o al médico ante cualquier anomalía en la cavidad oral.