Protegerse del sol es algo fundamental que debe hacerse a diario, sobre todo en el verano y durante las horas de mayor exposición solar. En este punto, el doctor jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Quirónsalud Málaga, Leandro Martínez, advierte que el no protegerse puede causar una quemadura solar, la cual es "el principal factor de riesgo del cáncer de piel".
En estos meses de verano, según Martínez, es "fundamental" aplicar "el sentido común" para realizar "una fotoprotección inteligente, evitando las quemaduras y empleando filtro solar de forma correcta".
Según ha indicado a través de un comunicado, "más horas al sol es sinónimo de más riesgos para la piel, si no se actúa con sentido común". Por ello ha incidido en que no se trata de echarse protección solar "sin más", sino que ha insistido en "ser estrictos con detalles que a veces se pasan por alto".
Así, se ha referido a que, por ejemplo, la protección "debe reaplicarse cada dos horas, sin olvidar zonas como las orejas, dorso de las manos, parte posterior del cuello o los pies". También ha señalado que hay que prestar atención al período útil de apertura o fecha de apertura de la crema solar que indica durante cuántos meses ese producto va a tener la máxima eficacia una vez abierto y que "normalmente es de seis a 12 meses".
En cualquier caso, "la mejor protección solar es la que nos aplicamos. Las cremas solares son una herramienta clave para protegerse de los rayos del sol y los efectos dañinos de una sobreexposición solar", según Martínez.
Además, ha recordado que esta protección solar "es fundamental para evitar quemaduras durante la exposición al sol; teniendo además en cuenta que las quemaduras solares son el principal factor de riesgo del cáncer de piel".
La recomendación para la población general por parte del dermatólogo es usar una protección solar igual o superior a 50 FPS (Factor de Protección Solar o SPF por las siglas en inglés de sun protection factor).
El especialista considera que las personas pueden recurrir a uno menor (no menos de 30), pero siendo conscientes de que "las cremas no son solo un número". También es importante recordar que la protección real depende de la cantidad aplicada y la frecuencia de reaplicación.
Independientemente del factor de protección, este "debe reaplicarse a las dos horas para asegurar que mantenemos una protección adecuada y siempre con una cantidad adecuada, cubriendo todas las zonas del cuerpo que se exponen al sol".
Además, ha apuntado que "el tiempo de reaplicación debe ser menos a dos horas si, por ejemplo, se está expuesto al sol de forma constante" y aconseja "volver a echarse crema una vez se salga del mar o la piscina tras un baño; aunque sean resistentes al agua, se debe de aplicar de nuevo", subraya.
El jefe del Servicio de Dermatología de Quirónsalud Málaga ha hecho hincapié en que todas estas recomendaciones "están pensadas para disfrutar de los máximos beneficios del sol, que son muchos, y evitar daños en la piel ante un exceso de sobreexposición".
"La exposición solar es beneficiosa en la dosis adecuada y eso depende del índice ultravioleta que haya en el momento y del período que estemos expuestos. Síntesis de vitamina D, homogenización y regulación del ciclo cardiaco, beneficios cardiovasculares..., son muchos los beneficios que la exposición solar nos aporta sin llegar a quemaduras ni eritemas", ha asegurado.
En este sentido, ha señalado también que para una exposición al sol beneficiosa "hay que evitar las horas centrales de sol; entre las 12.00 y las 17.00 horas, así como limitar los tiempos de exposición y no pasar largas jornadas al sol".
Igualmente, ha manifestado que es necesaria la protección física siempre que sea posible: vestir con ropa adecuada, usar gafas de sol y gorras o protegerse con una sombrilla.