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Carlos Ramos tiene 25 años y trabaja en el Hotel Balcón de Europa de Nerja. Trabaja en la hostelería desde los 17 años, y desde el mes de octubre es el camarero más rápido de Málaga tras ganar un animado concurso en su pueblo. "Este empleo o lo amas o lo odias", asegura.

Con motivo de la Feria de Octubre de Nerja, cada año se celebra un concurso en el que participan camareros de toda Andalucía para mostrar sus habilidades.

El joven llegó a la meta en tres minutos y un segundo, superando a cerca de 40 participantes que debían recorrer 500 metros del centro histórico con una bandeja llena de copas y vasos de agua.

"Ya me había presentado otros años, pero en esta ocasión lo han hecho diferente", explica Ramos.

La prueba consistía en recorrer el centro histórico sosteniendo la bandeja sin derramar más de medio litro de agua. "Te dan un litro y medio y tú tienes que llegar con mínimo un litro. De ahí el que llega primero entra", detalla.

El recorrido pasa por calles emblemáticas de Nerja, como cuenta el joven. "Sale del Balcón de Europa y pasa por el bar del Pulguilla, que es uno de los más famosos. Luego recorre la calle de tiendas y otra vez vuelta hasta el Pulguilla", añade.

Ramos consiguió el primer premio: 700 euros en metálico, una botella de vino tinto de cinco litros, otra de vino blanco, otra de tequila y una caja de cerveza. "No me puedo quejar, y como justamente coincide con las ferias del pueblo, viene genial el dinero", cuenta.

Carlos, durante el concurso, con dos compañeros.

Sobre las dificultades actuales del sector y la falta de personal, el camarero más rápido de Málaga es crítico con la juventud: asegura que "quieren estar frente a un ordenador, sentadito, ganar dinero rápido y sin esfuerzo".

Pero Ramos afirma que las cosas han cambiado enormemente en los últimos años en el mundo de la hostelería. "Se le ha dado la vuelta a la tortilla. Antes te exigían en cualquier sitio más de 10 horas cobrando una miseria y asegurado 20 horas".

Y añade: "Hoy en día, el convenio es el convenio y hay que respetarlo. Evidentemente cada vez está mejor pagado porque además es que lo merece, es un trabajo sacrificado y con horarios diferentes", subraya.

El joven destaca que la carrera de los más rápidos en Nerja es también una forma de poner en valor la profesión: "A los extranjeros les gusta, es como una reivindicación también a los camareros". Y no duda que el año que viene se volverá a presentar. "Eso está claro".