Publicada
Actualizada

Las claves

El exconcejal marbellí Carlos Fernández ya no tendrá que huir más. Se fugó en 2006 cuando iban a detenerle por varios delitos en la operación Malaya en Marbella y escapó a Argentina.

Allí ha estado hasta la semana pasada, cuando regresó a España previo pacto con la Fiscalía, fue arrestado y puesto en libertad.

Todos sus supuestos delitos habían prescrito, salvo su presunta implicación en el caso Saqueo II. Este miércoles, como estaba acordado, Fernández se ha presentado ante la sección tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional y ha reconocido los hechos que se le imputaban, según ha adelantado la agencia Efe.

El exconcejal marbellí se ha reconocido autor de los delitos de malversación de caudales públicos y de falsedad documentada continuada.

En definitiva, ha reconocido ser un corrupto, pero se librará de la cárcel tras llegar a ese acuerdo con la Fiscalía.

Fernández tendrá que pagar una multa de 4.095 euros y devolver al Ayuntamiento de Marbella, que era acusación particular, 258.678,31 euros.

Había dudas en el Ayuntamiento de Marbella porque desconocía qué acuerdo había alcanzado Fernández con la Fiscalía, pero fuentes del Consistorio explican a EL ESPAÑOL de Málaga que el Ayuntamiento no pensaba aceptar ningún pacto si no se devolvía dinero a las arcas municipales.

"Hay que recordar que el caso se llama Saqueo II, que se llevaron dinero del ayuntamiento", precisan fuentes municipales. Finalmente, en la vista celebrada hoy previa a juicio sí se ha incorporado esa exigencia del ayuntamiento marbellí.

De hecho, son 258.678 euros más intereses y teniendo en cuenta que han pasado casi 30 años del delito, la cantidad total sumará más de medio millón de euros. 

Vistas de Marbella.

Tras llegar a un acuerdo ya no es necesario que se celebre un juicio, siendo Fernández condenado al pago de ese dinero. La Fiscalía ha acordado con Fernández una multa de tres años con una cuota diaria de tres euros por la malversación, y sendas multas de seis meses y tres meses con una cuota diaria cada una de tres euros diarios por la falsedad documental, que suman en total 4.050.



El caso Saqueo II abarca las irregularidades en la gestión municipal de Marbella entre 1991 y 1999 y, en concreto, el desvío de unos 70 millones de euros del consistorio a través de empresas públicas y privadas con dádivas a los concejales, así como un fraude a la Seguridad Social de 91 millones.



Por el caso Saqueo II, la Audiencia Nacional condenó en 2013 a seis años de prisión al exalcalde de Marbella Julián Muñoz, ya fallecido, y al exasesor urbanístico del ayuntamiento Juan Antonio Roca por malversación de caudales.

Del Camino de Santiago a Argentina

Carlos Fernández es ya historia de la corrupción en España. Era admirador de Jesús Gil y tras escribirle una carta éste le metió en sus listas del GIL a la alcaldía de Marbella y fue concejal de Deportes. Se le acusó posteriormente de llevarse 80.000 euros del club deportivo San Pedro.

Gil dejó la alcaldía acorralado por su corrupción en 2002 por los casos Saqueo o Camisetas y entró en su lugar Julián Muñoz. Fernández, por su parte, se fue al Partido Andalucista y participó en una moción de censura en 2003 que desalojó a Muñoz de la alcaldía y fue elegida Marisol Yagüe como nueva regidora. 

Juan Antonio Roca, en una imagen de archivo Efe

Mientras tanto, Roca repartía sobres con dinero entre los concejales del equipo de gobierno. Sobornos para hacer obras ilegales con dinero que les pagaban los empresarios. Fernández era concejal de Turismo y teniente de alcalde con Yagüe hasta que le expulsaron por supuestas irregularidades. 

El juez Miguel Angel Torres, en su auto de procesamiento, afirmaba que Fernández había recibido, como poco, 150.000 euros. Y a eso hay que añadirle que Roca daba dinero en sobres sin nombre, por lo que se desconoce cuánto llegó a cobrar Fernández. 

Todo saltó a la luz en 2006 con la Operación Malaya. Muñoz, Roca o Yagüe acabaron en la cárcel y cuando fueron a detener a Fernández este dijo que estaba haciendo el Camino de Santiago, pero que se personaría ante la justicia. 

El Camino le duró casi 20 años. Huyó a Portugal, de ahí a Brasil y de ahí cruzó a Argentina. En Argentina ha estado esperando a que sus delitos prescribieran en España para no tener que pagar por ellos. Incluso se casó con una periodista y tuvo dos hijos. 

En el juicio de Malaya en 2012 la exalcaldesa Marisol Yagüe ya le dijo al juez que Fernández estaba escondido en Argentina. Pero se hizo caso omiso. Yagüe incluso dejó caer que el exconcejal prófugo se había escapado porque había llegado a un acuerdo con la policía para contar todo a cambio de que le dejaran. Fernández lo negó posteriormente. 

Oficialmente se volvió a ver a Carlos Fernández en 2017, cuando se entregó a las autoridades argentinas pensando que ya habían prescrito sus delitos en España. Estuvo tres meses en la cárcel, pero nunca fue extraditado a España porque lo denegó la Corte Suprema argentina. 

Tras unos años en un limbo jurídico, Fernández regresó a España el pasado 29 de octubre tras tener todo atado con la Fiscalía y a la espera de lo que dijera el Ayuntamiento de Marbella. Ahora ya es un hombre libre en España, aunque tendrá que pagar lo pactado por Saqueo II. Del resto de delitos se ha librado.