Marbella da el primer paso en su apuesta por demoler su actual estadio de fútbol y levantar el nuevo Antonio Lorenzo Cuevas. Con este objetivo, anunciado a mediados del año pasado, el Ayuntamiento de la localidad acaba de poner en marcha un concurso mediante el que adjudicar el diseño y la redacción del proyecto de estas instalaciones. Muestra de la envergadura del complejo futuro es que el presupuesto máximo que se maneja es de 18 millones de euros.
El paso adelante que da el Consistorio se produce después de que los técnicos municipales detectasen la precaria situación en la que se encuentra la construcción, al presentar daños causados por un fallo estructural. Un jurado será el encargado de analizar las propuestas que los equipos interesados podrán presentar hasta el 11 de abril próximo.
El plazo que se fija de partida para la elaboración de los documentos es de seis meses. Dos de ellos para el proyecto básico y los cuatro restantes para el de ejecución. El valor estimado para este servicio es de 985.000 euros (incluido el IVA), si bien incluye la dirección de obra hasta la finalización de las actuaciones. El pago se reparte entre 2022 y 2025.
En el apartado de valoración, según se indica en el pliego de condiciones, de un total de 100 puntos, 30 se asignan a la calidad arquitectónica de las propuestas; otros 30 a la adecuación de las propuestas a las exigencias del programa funcional objeto del concurso, y 20 más a la viabilidad técnica, económica y constructiva.
Pero siendo menor el peso que tiene en el baremo final de las ofertas, es reseñable la apuesta porque el diseño del futuro estadio sea "singular". El jurado valorará con 10 puntos a aquellas propuestas que apuesten por un estadio que presente "algún tipo de característica singular que lo convierta en único en su especie; al menos, a nivel nacional".
En el pliego que rige esta convocatoria se precisan las necesidades mínimas reclamadas. La parcela de titularidad municipal sobre la que se levantará el nuevo estadio campo de fútbol tiene una superficie de 24.132 metros cuadrados. Y sobre ellos se deberán situar las instalaciones con capacidad para campo de fútbol y pista de atletismo.
En el caso de la parte correspondiente al fútbol, se demanda que la actual capacidad del estadio, para 7.300 personas, se amplíe a un mínimo de 8.000 (el Ayuntamiento habló de unas 10.000). Y ello con la idea de cumplir con los requisitos mínimos marcados en la normativa. Hay que recordar que la misma obliga a que los estadios de Primera División dispongan de capacidad para acoger al menos a 15.000 espectadores sentados, mientras que los de Segunda División rebajan este valor al menos a 6.000.
Otra de las demandas que realiza el Ayuntamiento es que con el fin de celebrar partidos "de alto nivel deportivo", el terreno de juego cuente con las siguientes dimensiones: 105 m x 68 m. "Son las obligatorias en partidos de competiciones finales de la Copa Mundial de la FIFA y de competiciones finales de confederaciones que se celebren en cualquier parte del mundo", se precisa.
Al tiempo, el complejo incluirá una pista indoor de atletismo. Para ello se quiere aprovechar el desnivel existente entre los extremos norte-sur de la parcela, que es de 10 metros. Desde el Ayuntamiento se informó de que debe incluir un aparcamiento público con unas 200 plazas.