Fracasado el primer intento, la Universidad de Málaga vuelve a la carga y reactiva el concurso para adjudicar los terrenos de su ampliación sobre los que hacer posible la construcción de una gran residencia destinada a estudiantes y profesores, principalmente.
El paso adelante se produce con la publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) del anuncio oficial, que tiene fecha del pasado 19 de diciembre.
De este modo, queda activado el trámite del procedimiento de licitación de la concesión demanial, abriéndose un plazo de treinta días hábiles contados desde este jueves 25 de diciembre para la presentación de proposiciones.
Las mismas, junto con la documentación preceptiva, deberán presentarse exclusivamente de forma electrónica a través de la Herramienta de Preparación y Presentación de ofertas que la Plataforma de Contratación del Sector Público.
La UMA trata, de este modo, de encontrar un socio privado dispuesto a ir adelante con un ambicioso proyecto residencial, con el que paliar, en alguna medida, las importantes necesidades de la comunidad universitaria.
El anterior concurso recibió una única oferta, la de Gestilar, finalmente descartada por, según el criterio de la mesa de valoración, no cumplir los criterios de solvencia necesarios.
Se prevé que las condiciones del nuevo proceso serán semejantes. En el pliego de condiciones del primer intento se remarcaba la necesidad de que el complejo debía tener capacidad para hasta 825 habitaciones.
La inversión del nuevo equipamiento planteado por la UMA puede alcanzar los 60 millones de euros.
En las bases de la operación se abría la opción para que las licitadoras pudieran considerar varias tipologías de habitaciones individuales, dobles y apartamentos.
Parcela sobre la que se plantea la construcción de la residencia de estudiantes de la Universidad de Málaga.
Detalles
Aunque el número de unidades quedaba a juicio del licitador, se exigía que prevalecieran las habitaciones de residencia sobre las de apartamentos, considerando viable una horquilla de 775 a 825 unidades.
Todas las unidades de alojamiento debían contar con una superficie útil interior mínima de 18 metros cuadrados. Además, la parcela debe prever la reserva de superficie libre de edificación.
Y en cuanto a las rentas mensuales planteadas para cada uno de los productos residenciales, se abre la puerta a que el alquiler de una habitación oscile entre los 690 euros mensuales de una habitación individual a los 500 euros de una doble.
En el caso de los apartamentos, la cantidad sube a 1.100 euros en caso de ser individual y a los 950 euros si es doble. Y, finalmente, en el flex living se manejan 800 euros al mes para un espacio individual y 625 euros para uno doble.
