El ajuste urbanístico que va a permitir construir la Torre de 27 plantas promovida por un fondo de inversión vinculado a la familia real de Catar en el puerto de Málaga ya es efectivo. El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Málaga publica este lunes el acuerdo definitivo adoptado a finales del pasado mes de noviembre por el Pleno del Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol, con los únicos votos a favor del Partido Popular.
La publicación de la modificación del Plan Especial del Puerto allana definitivamente el camino a esta polémica operación, que debe permitir la construcción de un hotel de 116 metros de altura y que completará su oferta de alojamiento con un gran espacio para el desarrollo de congresos.
Y, con ello, activa el viaje definitivo de la propuesta a Madrid, donde el Consejo de Ministros va a tener la última palabra a la hora de autorizar o no el pretendido uso hotelero en el recinto portuario. Hasta la fecha, los pronunciamientos de los organismos estatales implicados en la operación han sido favorables. Incluso, una reciente respuesta parlamentaria del propio Gobierno ha amparado el procedimiento seguido hasta ahora, al tiempo que ha rechazado la idea inicial de que la construcción de la torre pueda tener incidencia sobre La Farola, declarada como Bien de Interés Cultural (BIC).
Atendiendo a los detalles de la modificación, la misma hace posible asignar a la parcela sobre la que se dibuja el edificio diseñado por José Seguí un techo edificable máximo de 45.000 metros cuadrados (se desarrollarán algo menos), así como una altura tope de 150 metros (será finalmente 116 metros).
Una vez validada la aprobación definitiva de la modificación, el caso pasa de nuevo a manos de la Autoridad Portuaria, que lo remitirá a Puertos del Estado, organismo que, a su vez, lo elevará al Consejo de Ministros, que es el que tiene la competencia de autorizar o no el pretendido uso hotelero, actualmente prohibido en el puerto de la ciudad.
La tramitación de este proyecto, que puede suponer una inversión cercana a los 200 millones de euros, no ha estado exenta de polémica. De hecho, en los muchos años ya transcurridos desde que se sembrara la semilla de la Torre son numerosos los pronunciamientos críticos con el proyecto. Entre ellos, algunos ciertamente importantes, como el del Colegio de Arquitectos, la Academia de Bellas Artes de San Telmo o ICOMOS, organismo asesor de la Unesco.