Málaga

El Puerto de Málaga afronta con viento a favor la segunda gran transformación de su historia reciente. Tras la apertura de los muelles 1 (centro comercial Muelle Uno), y 2 (Palmeral de las Sorpresas), el recinto presume ya de la recién inaugurada marina de megayates y pretende sumar en los próximos años el puerto deportivo de San Andrés, cuya concesión está pendiente de quedar resuelta, y la torre hotelera impulsada por un fondo catarí. 

Sin embargo, en esta hoja de ruta casi impoluta, hay una pieza estratégica cuyo desbloqueo parece que se está dilatando más de lo previsto: el centro de oficinas de Muelle Heredia. El valor de esta intervención traspasa la frontera del recinto portuario, siendo clave en la apuesta de Málaga por atender la creciente demanda de empresas para asentarse en la capital de la Costa del Sol.

El deseo de los actuales responsables portuarios pasa por sentar las bases del concurso de la futura concesión demanial del espacio, sobre el que se autoriza un techo edificable de unos 26.500 metros cuadrados, a finales de este año o principios de 2023. 

Pero para que eso sea posible, antes el Puerto debe alcanzar un acuerdo con la Agencia Tributaria que permita liberar el espacio del muelle actualmente ocupado por las instalaciones del organismo estatal. A cambio, la Autoridad Portuaria asume el compromiso de construir un nuevo inmueble a la altura de la Alameda de Colón, proyecto para el que ya dispone incluso de una previsión económica por valor de 6,4 millones de euros.

Y son justamente los detalles últimos de la edificación futura los que, según fuentes consultadas, están demorando la rúbrica del convenio mediante el que desbloquear esta actuación. Una vez se licite la obra de estas dependencias, el Puerto estará en disposición de poner en marcha el concurso para las oficinas.

Hay que recordar que el complejo de uso terciario que ahora forma parte de la agenda portuaria ya estaba encima de la mesa hace más de una década. En 2010, el entonces presidente del ente, Enrique Linde, ya hacía referencia a las conversaciones entabladas con la Agencia Tributaria para avanzar en este proyecto.

Paralización de los trabajos

Al escollo actual con la nueva sede de la Agencia Tributaria, que se cree podría quedar resuelto en los próximos meses, hay que sumar un segundo problema que también afecta al complejo de oficinas: la paralización de los trabajos del edificio de la Guardia Civil.

Según han confirmado desde la Autoridad Portuaria, la empresa adjudicataria de los trabajos, una unión temporal integrada por Vialterra e Inohsa, ha renunciado a continuar con las actuaciones debido al importante incremento de los costes de los materiales de construcción. Una circunstancia que mantiene inactiva la actuación desde hace un par de meses. 

Los trabajos se iniciaron a finales de septiembre del año pasado, siendo el plazo de terminación de ocho meses. La previsión del Puerto es que se puedan retomar las operaciones después del verano. Y para ello, en lugar de volver a licitar la parte de ejecución pendiente, se quiere contar con Tragsa, una sociedad pública estatal. El presupuesto de la obra rondaba los 1,67 millones de euros.

Esta construcción se levantará sobre un solar de 2.854 metros cuadrados. Dará cabida a entre 70 y 80 agentes de diferentes unidades, caso de la Sección Fiscal, Sección de Seguridad del Puerto, Grupo Especial de Actividades Subacuáticas y el Servicio Cinológico.

Y si las oficinas de Muelle Heredia marcan la apuesta portuaria por desarrollos poco relacionados con la tradicional actividad del recinto, la prolongación del muelle 9 y el relleno del 8 responden a su naturaleza histórica. Ambos son claves en la estrategia del organismo por potenciar como centro de mercancías. Con ambas intervenciones, que van a requerir una inversión superior a los 30 millones de euros, se pretende crear una nueva explanada polivalente.

Noticias relacionadas