Málaga

Casi tres años después de que los arqueólogos tomasen el mando de la obra del Metro de Málaga, redescubriendo la ciudad escondida bajo tierra, sacando a la luz el arrabal de Attabanim, se abre la puerta para que los malagueños del siglo XXI puedan visitar pequeños trozos de aquella urbe musulmana de los siglos XI al XIV, o esa otra que hacía del comercio su seña de identidad. 

Aunque el avance de la construcción del suburbano en la Avenida de Andalucía arrasó con buena parte de aquel barrio musulmán, la decisión de la Junta de Andalucía ha permitido rescatar ciertas piezas significativas de lo encontrado. Detalles que permiten explicar de manera precisa donde vivían y como vivían las civilizaciones pasadas.

La recuperación de estas estructuras (108 palés) ha sido un reto mayúsculo para todos los actores implicados en la operación. Y económico. Hasta la fecha son 6,2 millones de euros, a los que habrá que sumar a lo largo de este año otros 1,3 millones en los que, de inicio, se presupuesta la adecuación del espacio del túnel del suburbano en el que quedarán expuestos los hallazgos para la visita de cualquier interesado. Ese hito tendrá lugar, según el calendario manejado, ya en 2023.

La intervención programada permitirá desarrollar el discurso final de explicación de los restos aparecidos en la traza del ferrocarril urbano en su aproximación al centro. Para ello, el siguiente movimiento va a ser la licitación de la redacción del proyecto, con un valor de 69.000 euros y un plazo de entrega de tres meses. Acto seguido se avanzará en la contratación de los trabajos de musealización, estimados en 1,3 millones y un plazo de seis meses.

Visita a los restos arqueológicos de los consejeros de Presidencia, Cultura y Fomento, acompañados por el alcalde de Málaga.

Acciones con las que cerrar el círculo iniciado en 2019 con las primeras actuaciones arqueológicas. Una tarea exhaustiva que va a permitir a los malagueños contemplar de manera directa estructuras de una casa musulmana del siglo XIII, restos de una calle del antiguo arrabal de Attabanim (arrabal oeste de la Málaga musulmana, que datan de los siglos XI al XIV), junto a otros vestigios de la época moderna (siglos XVI a XVIII) y contemporánea (cuatro depósitos o piletas). Junto al edificio de Hacienda y de Correos se han encontrado curtidurías de los siglos XVIII y XIX de la zona de muelles, concretamente depósitos, tinajas, elementos cerámicos y pavimentaciones de grandes dimensiones.

Porque como ha señalado este sábado la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, "no es lo mismo estudiar la historia por los libros que poderla ver in situ". Algo que si se cumplen las previsiones podrá hacer cualquier ciudadano en poco más o menos un año.

Del Pozo ha querido subrayar la "gran oportunidad" que ha supuesto el descubrimiento realizado del Metro, que permitirá a la "ciudad de los museos", en alusión a Málaga, "ganar un espacio más". "Es una suerte para todos los malagueños y cualquier que venga de fuera poder viajar por el Metro al mismo tiempo que viajan por la historia; es una oferta que pocas ciudades en el mundo pueden ofrecer", ha enfatizado.

En una línea parecida se ha pronunciado el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, quién ha puesto en valor cómo a través de esta sala expositiva "la Málaga del futuro se va a dar la mano con la Málaga del pasado". Y ha defendido la labor que desde hace ahora justo tres años, cuando inició su singladura el actual Gobierno de la Junta de Andalucía, se viene realizando en la terminación de la obra del Metro. 

La llegada al Centro, en agosto

Una infraestructura que, como ha asegurado la consejera de Fomento, sigue cumpliendo lo hitos previstos. Carazo, como ya apunto Bendodo hace algunas semanas, ha confirmado que el cronograma en el que se trabaja debe permitir la llegada de los trenes a la Alameda Principal el próximo mes de agosto. No obstante, ha querido ser cauta y ha vinculado este hito a las pruebas de seguridad que previsiblemente se inicien a lo largo del mes de febrero.

Incluso, ha aludido a la posibilidad de que además de la zona reservada para los retos arqueológicos, se trabaje en ganar parte del espacio del túnel que pasa bajo la Avenida de Andalucía para desarrollar otra zona museística. "Vamos a pensar en ver cómo podemos usar el túnel que ahora está en bruto para que Málaga pueda disponer de ese nuevo espacio con el que afianzar la Málaga cultural", ha afirmado.

Es la primera vez desde el inicio de las obras del suburbano, en junio de 2006, en que la Junta resuelve la conservación y puesta en valor de unos vestigios arqueológicos que en su mayoría no tienen catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC). En etapas anteriores, la protección se reservó a los restos catalogados BIC, caso de la muralla nazarí encontrada en Callejones del Perchel o los restos del muro oeste del Fuerte de San Lorenzo, en la Alameda.

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