Málaga

Si pasa habitualmente por la zona de San Andrés, en Málaga capital, verá como en la frontera oeste del puerto de Málaga se levanta una gigantesca montaña de arena. Son del orden de 56.300 metros cúbicos de material extraído del vaciado del solar sobre el que ahora las promotoras Metrovacesa y Sierra Blanca levantan tres torres de 21 plantas cada una, diseñadas por Carlos Lamela.

Y éste es justamente el material que va a emplear el Puerto de la capital de la Costa del Sol para saldar la deuda que tiene contraída con la ciudad después de que unos trabajos de ampliación del recinto afectasen negativamente a la estabilidad de la playa de San Andrés. 

El impacto provocado hizo que tras diversos estudios y acuerdos alcanzados, el organismo ahora presidido por Carlos Rubio asumiese la obligación de realizar ciertas actuaciones con las que paliar el efecto. Algunas fueron obras, como un dique de escollera de 225 metros de longitud, pero la mayoría han sido aportes de arena. 

La acción que ahora se plantea es la quinta fase de un plan que inicialmente sólo fijaba el aporte de unos 55.000 metros cúbicos de residuos. Una cantidad que ya se ha visto sobrepasada por los 62.800 metros cúbicos de la tercera y cuarta fase ya ejecutadas. La última de ellas en noviembre de 2020. Pese a ello, el Puerto da una vuelta de tuerca más con una operación que tiene un coste inicial de 172.500 euros (IVA incluido) y un plazo de 45 días.

La decisión se adopta tras constatar que existen tramos en la zona sur de la playa en la que la línea de costa ha sufrido cierta regresión. La empresa que finalmente se haga con el servicio, tendrá que cribar la arena para eliminar los limos y arcillas, cargar el material sobre camión, transportarlo al lugar de descarga o vertido en la playa, extenderlo y perfilarlo mediante medios mecánicos.

Los antecedentes recogidos en la memoria de esta licitación confirman que antes de todas estas nuevas aportaciones fueron repartidas por la playa unos 350.000 metros cúbicos de arena. Pese a ello, el Ayuntamiento llegó a reclamar en septiembre de 2016 la aportación de 172.000 metros cúbicos, cumpliendo de este modo con lo exigido en la declaración de impacto ambiental por las obras ejecutadas en la zona.

Tras esta demanda, la Universidad de Cantabria realizó un nuevo estudio de la dinámica del litoral de la playa. Trabajo que concluyó la necesidad de aportar 55.000 m3 en el tramo entre la calle Princesa y la calle Tomás de Echeverría. 

Y la misma ha sido atendida. En la primera quincena de junio de 2017, el Puerto realizó una primera recarga con 5.000 metros cúbicos. Con la misma se acondicionó este espacio del litoral para la temporada de baño. En abril de 2018, adjudicó la que fue la tercera fase de recarga con 19.000 metros cúbicos procedentes del vaciado de dos plantas de aparcamiento de un solar próximo a la playa, y en noviembre de 2020, se realizó la que hasta ahora ha sido la última gran aportación: 38.800 metros cúbicos más.

Con la recarga ya programada, que debería estará lista en los dos primeros meses del año que viene, el Puerto habrá cumplido lo comprometido y la playa de San Andrés, es de esperar, estará completa.

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