Entre las nueve de la mañana del viernes y las cuatro de la tarde del sábado pasaron más de treinta horas frenéticas para Ciudadanos en Málaga. Cuando esperaban que la sentencia por acoso y amenazas fuera exculpatoria para José Luis Paradas Romero, la condena por delito leve de acoso a Juan Cassá y sus colaboradores cayó como un jarro de agua fría.

El cónclave fue inmediato y durante una larga y tensa reunión, discutieron sobre los posibles escenarios. En un momento de la mañana se pide al exárbitro que desde Cs se le apoyaría a la espera de la sentencia firme. Sin embargo, Paradas se negó en rotundo, llegando a afirmar que ni siquiera siendo una sentencia firme tendría por qué dimitir. Esto precipitó los hechos.

Y ahí llegó el problema. Ciudadanos salió pasadas las dos de la tarde del viernes con un comunicado escueto en el que tibiamente hablaban de esperar al recurso. Era una forma de ganar tiempo para esperar la reacción de Paradas: si no su dimisión, sí su voluntario cese temporal de la actividad como gerente de Málaga Deportes y Eventos.

En el lado contrario se encuentra Javier Pareja, diputado autonómico y uno de los principales valedores de Paradas Romero. Según Pareja, Guillermo Díaz y Alejandro Carballo llegaron a exigir expresamente que no dimitiera, algo que niegan rotundamente fuentes del partido liberal.

De hecho, tanto Pareja como Paradas Romero habían sostenido en diferentes ámbitos que antes de publicarse el comunicado del pasado sábado a las cuatro de la tarde ningún miembro del partido se había puesto en contacto con ellos. Según ha podido constatar EL ESPAÑOL de Málaga por fuentes de la afiliación, José Luis Paradas Romero y Guillermo Díaz, miembro de la ejecutiva nacional de los liberales, conversaron entre las 14:06 y las 14:34 del 2 de octubre.

De hecho, en diferentes ocasiones Paradas Romero afirmó haber sufrido el hackeo de su cuenta de Facebook y su teléfono. Sin embargo, a pesar de haber defendido esto delante de la jueza del caso, no aportó ninguna prueba al respecto.

La sentencia, aún con posibilidad de recurso, dejaba claras algunas cosas que hasta el momento Paradas había negado. Por ejemplo, haber realizado más de 150 llamadas al concejal asturiano y sus dos compañeros. Según la sentencia, se efectuaron desde número oculto, pero la geolocalización no deja lugar a dudas sobre la autoría.

Destitución como gerente

Este miércoles se celebra consejo de administración de la empresa pública y en el orden del día, según informaba Noelia Losada, "hay varios puntos, entre ellos la destitución del gerente y otros asuntos, pero no se ha pensado en ningún sustituto, no está en nuestra agenda".

De hecho, a Losada se le presenta por delante una complicada papeleta. Sin Paradas, el puesto de gerente queda vacante y los escenarios son difíciles: el primero sería realizar un concurso público, pero eso acarrearía un largo proceso y la llegada de alguien que probablemente necesite una adaptación a los procesos internos.

Otra opción sería la de dejar vacante el puesto, algo que políticamente convendría a Ciudadanos, especialmente beligerante con la política de aumento de asesores del alcalde. Hay otras posibilidades, pero fuentes de Cs han confirmado que "aún no se nos ha pasado por la cabeza" nombrar a un sustituto.

Futuro de Paradas

Con su destitución, José Luis Paradas Romero dejará de ingresar los casi 54.000 euros anuales por su contrato de alta dirección. Su mujer, María Dolores Fernández Trinidad es también cargo político nombrado por Cs: es delegada de Igualdad de la Junta en Málaga. Ella accedió al cargo tras ser nombrada hace diez meses por Rocío Ruiz, la consejera del ramo.

Sin embargo, Paradas y su familia cuentan con un negocio propio en el sector de la compraventa y alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia. Según los datos registrados en 2019 en el Registro Mercantil, la empresa Jomaral, participada por Paradas y su mujer, cuenta con un activo de cerca de un millón de euros. En aquel año arrojó un resultado de 51.000 euros de beneficios, 30.000 euros menos que en 2018.

En declaraciones a EL ESPAÑOL, el exárbitro afirmó que, en este sentido, estaba "muy tranquilo". "Yo he venido a la política a trabajar, no a servirme", algo que muchos de los que han sido sus compañeros constatan: "Es un currante". 

Noticias relacionadas