Málaga

Las nuevas terrazas de bares nacidas en el entorno del Mercado de Atarazanas, edificio que tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), acaba de motivar la formalización de una denuncia de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo ante la Junta de Andalucía. 

El colectivo lleva días advirtiendo de la proliferación de mesas y sillas en las calles Sagasta y Guillén de Castro, que meses atrás fueron objeto de una obra de reurbanización y semipeatonalización. 

De hecho, en el escrito remitido a la Consejería de Cultura, el presidente de la asociación pone de manifiesto que uno de los principales problemas de los residentes del barrio "es, además del ruido, la degradación que viene sufriendo esta zona residencial". Y ello, "por el exceso incontrolado de los negocios de hostelería que invaden las zonas comunes, incumpliendo la normativa al respecto".

De acuerdo con la tesis, esta proliferación genera molestias a los vecinos, al tiempo que pone "en grave peligro la seguridad de los mismos". En la exposición de motivos, la asociación recuerda que el mercado de Atarazanas es un BIC, siendo la Puerta de las Atarazanas declarada Monumento Histórico Artístico.

A juicio de los denunciantes, que las terrazas estén "situadas anexas a la fachada es un incumplimiento de los dispuesto en el artículo 19.2.e. de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía". En concreto, se menciona el artículo 19 de la normativa, referente a la contaminación visual o perceptiva.

"Se entiende por contaminación visual o perceptiva, a los efectos de esta Ley, aquella intervención, uso o acción en el bien o su entorno de protección que degrade los valores de un bien inmueble integrante del Patrimonio Histórico y toda interferencia que impida o distorsione su contemplación", se expone. 

En este escenario, los vecinos del Centro reclaman a la Junta incluso que tramite "el correspondiente expediente sancionador" por infracción de la normativa legal. Asimismo, reclama que se tomen medidas para proteger el Mercado de Atarazanas ya que es Bien de Interés Cultural y Monumento.

A la denuncia presentada ante Cultura suma una segunda ante el Ayuntamiento y varias de sus áreas. En la misma recuerda que debido a la reciente reurbanización de Sagasta y Guillén de Castro, pesa sobre las mismas "la normativa que regula a nivel estatal y autonómico la accesibilidad en las infraestructuras y el urbanismo de los espacios públicos". Asimismo, señalan que los negocios "no tienen expuesto el plano indicativo de la superficie autorizada".

Desde el área de Comercio del Ayuntamiento de Málaga, a consultas de EL ESPAÑOL de Málaga, han informado de que en realidad no hay un incremento de las autorizaciones de terrazas sino una redistribución de las mismas, instaladas inicialmente en el frontal. "Antes todos tenían la ocupación delantera y había camareros danzando por todo el mercado", han explicado desde el departamento. 

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