Málaga

El proyecto de conversión de la esquina de oro del puerto de Málaga, unión de los muelles 1 y 2, en un centro de oficinas parece maldito. Por segunda vez en el último mes la aprobación definitiva de la modificación de elementos del planeamiento urbanístico ha sido rechazada en la Comisión de Ordenación del Territorio celebrada este lunes.

¿El motivo? El voto negativo del concejal no adscrito, Juan Cassá, que ha decantado la balanza en favor de los grupos de la oposición, PSOE y Adelante, contrarios a esta iniciativa. Frente a los 8 votos negativos, el equipo de gobierno, integrado por el PP y Ciudadanos, sólo ha podido esgrimir 7, insuficientes.

La situación ha sorprendido a los integrantes del equipo de gobierno, como demostró el gesto de incompresión del concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López. La pregunta que muchos se hacen es si la decisión del edil no adscrito se mantendrá en el tiempo.

No es la primera ocasión en la que Cassá, que abandonó las filas de Cs hace ahora algo más de un año, desatando las dudas sobre la gobernabilidad en la Casona del Parque, se desmarca de las tesis del Ejecutivo local. Ya el pasado mes de junio votó junto a PSOE y Adelante en dos iniciativas relacionadas con la gestión del CAC y Promálaga.

Esta operación fue impulsada hace ahora más de un año por la Autoridad Portuaria, ante la pretensión de la concesionaria del centro comercial Muelle Uno de destinar este espacio a oficinas. Con el avance definitivo, Muelle Uno pretende dar una salida a un local sobre el que se vienen planteando numerosos usos en la última década.

Muestra de ello es que en los orígenes mismos del complejo comercial, que abrió sus puertas a finales de 2011, la intención de la mercantil era instalar un supermercado de la cadena Carrefour, que funcionase a modo de locomotora. 

Una opción que finalmente fue descartada ante la reacción contraria de numerosos colectivos de Málaga y del propio Puerto. Tras este planteamiento, se manejó la idea de que acogiese un gimnasio, un mercado gourmet, entre otros.

Aunque con una envergadura mucho menor, este centro de oficinas viene a sumarse a la apuesta de la Autoridad Portuaria por impulsar a finales de este año o principios de 2022 la licitación para adjudicar la concesión demanial de los suelos de Muelle Heredia donde se dibuja un gran complejo de uso terciario, con unos 26.500 metros cuadrados de techo edificable.

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