No siempre es necesario irse muy lejos para descubrir lugares que parecen sacados de una postal. Con la llegada del buen tiempo, el baño y la playa vuelven a ser protagonistas, y Málaga destaca con fuerza. Muy cerca de la capital, a menos de un kilómetro, se encuentra una de sus joyas mejor guardadas, un paraje que conserva su belleza natural.
Situada en el barrio de la Caleta, nacido en Málaga a finales del siglo XIX, esta playa recibe su nombre de este elegante entorno. Es conocida por la calma de sus aguas y la suavidad de su arena.
El paisaje ofrece un contraste espectacular entre el perfil de los montes de Málaga y el mar, especialmente al atardecer, cuando el cielo se tiñe de tonos vibrantes y el ambiente se vuelve mágico.
La playa se encuentra junto al paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, un bulevar bordeado de palmeras ideal para caminar, correr o montar en bicicleta. Más allá del baño y el sol, es habitual ver a personas haciendo paddle surf, yoga en la arena o, simplemente, disfrutando de un paseo. También cuenta con áreas de ejercicio al aire libre.
El acceso a esta playa desde Málaga puede hacerse por la avenida de Cánovas del Castillo. Si se viene desde fuera de la ciudad, basta con tomar la autovía A-7/MA-20 en dirección Málaga Este o Centro Ciudad y salir hacia el Paseo Marítimo. También se puede llegar en autobús con las líneas 3, 11, 32 y 33, o dando un agradable paseo desde el centro histórico.
El coche puede estacionarse en las zonas de aparcamiento regulado que hay a lo largo del paseo. Para mayor seguridad, otra opción es dejarlo en los parkings del centro, a unos 15 minutos a pie. Aunque hay quienes optan por probar suerte en las calles cercanas al Paseo Marítimo.
Lo especial de esta playa, que se extiende a lo largo de un kilómetro, es que pese a su popularidad mantiene un ambiente tranquilo y natural. Además, cuenta con accesos y servicios adaptados para personas con movilidad reducida, y dispone de todo lo necesario para disfrutar de un agradable día junto al mar.
Gastronomía
A lo largo del paseo Marítimo y en la misma playa, se encuentran una gran variedad de chiringuitos y restaurantes. Son perfectos para probar el famoso "pescaíto frito" malagueño, paellas, mariscos y otras delicias locales e internacionales.
Los platos más emblemáticos son los boquerones y calamaritos fritos, el espeto de sardinas, el adobo, las puntillitas y la rosada. Si dudas qué elegir, una fritura variada es la mejor opción para saborear lo mejor de la Costa del Sol junto al mar.