Un rincón de la Axarquía que combina historia milenaria, paisajes de vértigo, música tradicional y una arquitectura que parece suspendida entre el cielo y la tierra. Andalucía está llena de pueblos con encanto, pero pocos tan singulares.
El programa de los Pueblos Mágicos de España se creó para destacar a aquellas localidades que mantienen viva su autenticidad, su identidad cultural y su compromiso con un desarrollo turístico sostenible. Entre ellos, Comares brilla con luz propia, tanto por su riqueza histórica como por su valor patrimonial, natural y gastronómico.
Los orígenes de Comares se remontan, posiblemente, al siglo VII a.C., cuando los griegos focenses arribaron a las costas malagueñas y bautizaron la zona como Komaron, “tierra de madroños”. Sin embargo, fue bajo dominio árabe cuando el pueblo adquirió su estructura laberíntica y fortificada. Los musulmanes lo llamaron Hisn Comarix, el castillo en la altura, haciendo referencia a su estratégica posición sobre una peña a más de 700 metros sobre el nivel del mar.
Uno de los capítulos más singulares de su pasado es el que le otorga el título de Marquesado. En 1483, Don Diego Fernández de Córdoba recibió este honor por parte de los Reyes Católicos tras su participación en la captura de Boabdil. Hoy, el título de Marquesa de Comares lo ostenta Dª Victoria von Hohenlohe-Langenburg.
La conquista cristiana dejó huella en sus calles. El 29 de abril de 1487, Comares se rindió. Las treinta familias moriscas que permanecieron en el pueblo fueron bautizadas en una ceremonia masiva que tuvo lugar en la actual calle del Perdón. Desde entonces, la iglesia local repite treinta toques de campana tras la misa mayor de domingos y festivos como homenaje a aquel evento.
Caminar por Comares es perderse por callejuelas estrechas, casas encaladas, rejas adornadas con geranios y muros en los que la roca se fusiona con la construcción. Aquí el urbanismo no es casual, sino testimonio vivo de siglos de historia.
Entre sus rincones más emblemáticos destacan los restos de la antigua fortaleza árabe, el cerro de Mazmúllar, el Aljibe, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. También la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, una joya mudéjar del siglo XVI.
Además, es parte fundamental de la Ruta del Aceite, el Vino y la Pasa, gracias a su producción de vinos moscatel, aceites de oliva de alta calidad y almendras, que son pilar de la economía local. Todo esto lo convierte en un destino ideal para los amantes del turismo rural, activo y gastronómico.
Verdiales
Una de las joyas culturales del pueblo son los Verdiales, una manifestación musical y folclórica única en la provincia de Málaga. Comares posee su propio estilo, el estilo Comares, diferente al de los Montes o Almogía. Su ritmo es más rápido, más profundo, más emotivo, con ecos de una historia milenaria. Los sombreros decorados a mano, la música de violín, guitarras, laúd, pandero y platillos, y la figura del “alcalde” de cada panda, convierten cada actuación en una experiencia ancestral. La tradición es tan fuerte que en Comares se fabrican artesanalmente los trajes y atuendos que lucen estas pandas, considerados verdaderas obras de arte popular.
En Comares, la cocina es otro de sus grandes atractivos. Con influencias árabes y rurales, entre sus platos más típicos destacan el gazpachuelo, la sopa de puchero y las migas con bacalao y uvas, sin olvidar los dulces tradicionales con reminiscencias moriscas. Todo se sirve en restaurantes familiares, con cocina de cercanía y productos del propio campo que rodea al municipio.
Es uno de esos lugares donde el tiempo se detiene. Desde su tirolina panorámica, una de las más largas de España, hasta sus noches silenciosas bajo cielos estrellados, Comares es un tesoro por descubrir. Historia, vistas, música, fiesta, identidad y sabor se funden en este balcón natural de la Axarquía malagueña.
Siempre es buen momento para perderte entre sus calles, dejarse llevar por sus leyendas, probar su vino y escuchar el eco ancestral de sus verdiales. Comares no es solo un destino: es una experiencia que se queda contigo para siempre.