El Unicaja lleva jugándose la temporada varios meses. No es una novedad ahora que su futuro pase por las victorias que consiga en un mes en concreto. Es más, la entidad de Los Guindos ya ha tomado varias decisiones para reconducir el futuro cajista antes de que pudiera complicarse aún más. Sin embargo, marzo, en este sentido, será especialmente decisivo si el club quiere cumplir con los dos objetivos que le quedan: el play-off de la Liga Endesa y llegar a la Final Four de la Basketball Champions League para ganar el trofeo.

Ibon Navarro parece haberle cambiado la cara al Unicaja y ya ha afrontado dos piedras en el camino: una saldada con derrota ante el Real Madrid y otra con victoria contra el Fuenlabrada. El técnico navarro ha entrenado dos semanas con el objetivo de encajar los distintos mecanismos y conocer aún más a los jugadores para afrontar el tramo final de la temporada. 

La cita liguera volverá el 5 de marzo contra el UCAM Murcia en el Martín Carpena, un equipo con un puesto en la clasificación más alto que el de los cajistas. No obstante, fue uno de los pocos rivales a los que los malagueños ganaron como visitantes. El siguiente sábado, día 12, viajarán a la pista del Herbalife Gran Canaria. Precisamente, el conjunto que supera al Unicaja en la tabla de la Liga Endesa y lo que se anticipa con un encuentro clave si las aspiraciones pasan por algo más.

Es más, los rivales de este mes son, en su mayoría, directos. El equipo seguirá sin pisar el Martín Carpena para jugar en el Fontes do Sar del Monbus Obradoiro (solo a una victoria de los de Ibon Navarro ahora mismo). Aunque, para beneficio del Unicaja, el futuro se decidirá ante su afición. Primero llegará el Coosur Betis el 27 de marzo y el miércoles 30 el Bilbao Basket, aquel partido correspondiente a la jornada 20 que fue reemplazado por el de la primera vuelta.

Todo ello servirá para definir qué quiere lograr el equipo de Los Guindos en la clasificación 21/22 de la Liga Endesa: si peleará en una zona media-baja o si la resurrección desembocará en la lucha por el play-off. No obstante, solo será un primer paso. Abril requerirá de la exigencia más alta para culminar los avances que quiera confirmar el Unicaja. Mientras tanto, tendrá para empezar con los cinco partidos de la competición doméstica de los que debe sacar un amplio número de victorias.

BCL

El paradigma en la Basketball Champions League no es especialmente bueno, aunque el Unicaja sigue dependiendo de sí mismo. El Top 16 del Unicaja ha sido una montaña rusa. Empezó perdiendo ante el Cluj-Napoca rumano, equipo más peligroso del grupo. Más adelante llegó el Filou Oostende y la esperanza volvió con la victoria y los fichajes de Dejan Kravic y Matt Mooney. A lo mejor lo del principio solo había sido un tropiezo. Pero no. El club volvió a caer en la pista del Prometey, el primer partido tras cerrar la 'era Katsikaris'. 

Esta sucesión de resultados, o de disgustos, han dejado a los malagueños en una posición nada menos que inquietante. Tal es el nivel que, por el momento, no está clasificado para cuartos. A dos de sus rivales, Cluj-Napoca y Prometey, les falta el enfrentamiento directo que se celebrará el jueves día 3, pero la realidad es que el Unicaja es tercero. ¿Qué supone? Que está obligado a ganarlo todo y más. 

Aunque no será nada fácil. Le quedan tres partidos y dos de ellos son como visitante, donde ha tenido un rendimiento nada ilusionante. El primero será el 8 de marzo (18.30 horas) en la pista de los rumanos, cancha en la que no han perdido ningún partido en Europa como locales. La siguiente visita tendrá lugar el día 16 a la cancha del Filou Oostende. Para entonces, la competición debería estar encarrilada y todo pasa por conseguir dos triunfos. No obstante, el Unicaja se lo jugará todo ante su afición: martes 22 contra el Prometey.

Por lo que la esperanza o el precipicio pasa por desempeñar un gran papel en marzo. La Liga y Europa pasan por estas ocho finales.

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