En Málaga ha encontrado su sitio. De vez en cuando se pone la capa. Genera tráfico en la puerta 16 de La Rosaleda después de cada partido porque no quiere dejar a ningún niño sin su firma o su foto. Habla con la madurez que le ha dado la paternidad. Nació en Toledo. Pasó toda su vida deportiva en el Real Madrid y, tras varias paradas, está echando raíces en la capital de la Costa del Sol y haciendo barrio en Teatinos.
Es Alfonso Herrero (Toledo, 1994), portero y capitán del Málaga. Atiende a EL ESPAÑOL de Málaga antes de viajar a Las Palmas para jugar la tercera jornada de liga en Segunda. El conjunto de Pellicer ganó 0-1 y este sábado empató a dos contra el Granada en La Rosaleda, donde es un ídolo tras dos temporadas.
Pero esta charla va más allá de la actualidad. Herrero toca el Mundial y la reforma de La Rosaleda, el problema de la vivienda, la convivencia con otros porteros, sus entrenamientos con el primer equipo del Real Madrid de Cristiano, Benzema y compañía.
Luce un apósito en la frente que tapa la cicatriz en la frente, que ha menguado con el paso de los días. La primera foto de la herida, que muestra en su móvil, es espeluznante.
Quiere estar mucho en tiempo en el Málaga, pero es consciente de que en el fútbol no hay nada seguro.
Lo primero, ¿cómo estás después del susto que te llevaste en la concentración de pretemporada?
Bien. Fue una lesión en un momento complicado, sobre todo porque ya estaba cerca el inicio de Liga. Pero bien, dentro del susto pasé esos 10 días en los que no podía hacer prácticamente nada de deporte. Con buenas sensaciones, que es lo importante, y contento por poder estar con el equipo. Y también estoy contento con la recuperación de la cicatriz, ya te digo, va poco a poco. Esperemos que quede la menor marca posible.
¿Temiste perderte más tiempo?
Sí, sobre todo porque si hubiese hecho caso a todo lo que me dijo la cirujana, tenía que cumplir unos plazos un poco más largos.
"Si hubiese hecho caso a todo lo que me dijo la cirujana, tenía que cumplir unos plazos un poco más largos"
Aunque fue un partido amistoso, ¿te fastidió perderte el partido contra el Betis?
Hombre, ese sí, ese sí. Me habría gustado mucho jugarlo. Ha sido el primer partido que veo en La Rosaleda desde fuera, sin poder acompañar a los compañeros desde dentro. Pero me dio rabia por no poder jugar. Fue muy bonito verlo desde ahí arriba, porque cuando estás dentro muchas veces te aíslas un poquito de todo el ambiente que se vive aquí. El otro día cuando jugué (contra el Eibar) fui un poquito más consciente de todo lo que tenemos aquí, de cómo nos arropan y de cómo se vive.
¿Qué te pareció el ambiente?
Lo vi con mi padre ahí arriba y me gustó mucho. Me gustó mucho, porque como se vive el fútbol aquí no se vive en otros campos. Yo he visto fútbol en otros estadios y cada sitio tiene sus cosas, pero aquí en Málaga es espectacular el apoyo que se da, cómo se canta en los buenos momentos del juego y también un poco cómo se apoya en esos momentos un poquito peores. Y la verdad es que me dio mucha rabia no poder jugarlo, pero fue una pasada.
¿Cómo está el equipo en este inicio de temporada?
El equipo está bien. Tenemos un equipo joven donde los nuevos han llegado para sumar, para darnos cosas. Se han adaptado muy bien, eso es muy importante. El vestuario sigue siendo el de siempre, un vestuario bueno en el que se puede ser uno mismo, en el que la gente que juega aporta, pero la gente que no juega también lo hace y eso es muy importante. Y yo al equipo lo veo bien. Los dos partidos aquí en casa que no eran fáciles y los hemos sacado con nota.
Alfonso Herrero, portero del Málaga CF
Ciñéndose al mensaje del míster Sergio Pellicer en pretemporada, ¿lo ves en condiciones de pelear por un objetivo más ambicioso que el de la temporada pasada?
Sí, y nosotros también lo tenemos interiorizado. El equipo está capacitado para poder dar un paso adelante. Pero siempre desde la humildad y siendo conscientes de la categoría en la que estamos, de lo complicado que va a ser cada partido. Suena un poco a tópico siempre, esto de ir partido a partido, pero la verdad es que en esta categoría ya lo sabemos. Yo creo que todos los que seguimos al Málaga o seguimos esta categoría sabemos que es realmente complicado hacer planes a futuro porque el día a día es muy, muy importante. Pero el equipo está bien y está preparado tanto física, táctica y mentalmente para dar un paso adelante.
"El equipo está capacitado para poder dar un paso adelante. Pero siempre desde la humildad"
Has mencionado varias veces el vestuario. Uno de los pilares del vestuario del Málaga era Nelson Monte, con el que tenías una relación muy estrecha más allá del equipo. ¿Qué tal te sentó su salida? ¿Y cómo influye su baja en el equipo?
Todos sabemos lo que ha significado durante estos dos años en el equipo. Como futbolista no siempre aportas solo lo que se ve en el verde, esos conceptos técnicos o tácticos, sino también la presencia, el saber estar, esas comunicaciones con los compañeros y Nelson eso lo tiene. Y a nivel personal somos muy amigos. Estando aquí en Málaga, hemos sido como familia entre nosotros. Y su salida al principio fue un palo para mí, pero al final son decisiones que toma tanto el club como el jugador. Y solamente puedo alegrarme de que le vayan bien las cosas. Al principio me chocó bastante, pero es fútbol al final. Entra dentro de las cosas que pasan en el fútbol y además está cerquita, le veo de vez en cuando.
Otro nombre propio. Tu compañero en la portería, Carlos López. En mayo hablaste de que tendrías una charla con él. ¿La has tenido? ¿Y cómo es la competencia?
Lo primero es que sigo pensando lo mismo de Carlitos. Carlitos es un grandísimo portero, es un chico que para mí tiene mucho valor lo que hace, porque yo he estado en la situación de Carlos, he sido joven, he estado en ese papel de no jugar y es realmente difícil. Carlos cumple en el día a día los entrenamientos, se entrena súper bien, luego es un gran compañero y lo he dicho muchas veces, que yo soy consciente de que el día que Carlitos juegue, a mí me costará volver a entrar porque él es un gran portero. La conversación la tuvimos, obviamente, y con naturalidad, como siempre. Yo a Carlos, igual que a cualquier compañero y amigo, le deseo lo mejor. Obviamente somos rivales, porque el fútbol es como es, juega uno o juega el otro. Todo lo que le pude decir fue que tomase una decisión con la que él estuviera cómodo, en la que si le tocaba salir de aquí, que buscase lo mejor para él, que para él, bajo mi punto de vista, era jugar. Y en caso de quedarse aquí, que estuviese claro que la relación seguiría perfectamente, que seguiríamos entrenando tan bien como venimos haciéndolo y que yo estoy convencido de que antes o después, Carlitos tendrá sus oportunidades. El partido contra el Betis fue un buen escaparate para él y tuvo una gran actuación además.
¿Lo ves haciendo carrera? Triunfando en el Málaga o donde sea en el fútbol profesional.
Sí. Carlos tiene algo que es complicado de encontrar. Que es que incluso siendo joven, tiene saber estar en el campo. Y eso muchas veces se tiene o no se tiene y si lo tienes encima siendo joven es algo... Cuando hablo de saber estar me refiero a tranquilidad, a cuando estás jugando transmitir que estás tranquilo. Eso muchas veces en la posición de portero es importante y Carlos lo tiene. Para mí es un chico que va a tener mucho futuro. Obviamente, mientras que esté yo aquí, lo que quiero hacer es jugar yo. Pero tenemos una relación magnífica y va a seguir así.
"Carlitos tiene algo que es complicado de encontrar, a pesar de su juventud: saber estar en el campo. Eso se tiene o no se tiene"
Ya conoces tanto la categoría por un lado, como el club por otro. ¿Crees que la situación institucional de administración judicial beneficia o perjudica al Málaga?
Por un lado, creo que hay buenos profesionales en el club que nos dan estabilidad. Yo te puedo hablar de lo que vivimos como jugadores. Nosotros tenemos estabilidad. Nosotros tenemos unos entrenamientos muy marcados. Nos pagan a final de mes. Tenemos estabilidad dentro de nuestras familias y dentro del vestuario. Y eso es así. Yo creo que eso es bueno. Por otro lado, somos conscientes de que este club, el día que esta situación se resuelva, posiblemente pueda aspirar a algo más porque el resto de clubes invierten y este club reinvierte lo que gana. No hay un inversor externo que esté poniendo el dinero. A partir de ahí, yo creo que se están haciendo bien las cosas y que el equipo cada año va dando pasos adelante. Lo he dicho varias veces en varias entrevistas porque define lo que pienso. Me gustan más los pasos cortos, pero firmes, antes que dar saltos. Porque los saltos igual que van para adelante, van luego para atrás. Yo soy un tío que confía en los proyectos y creo que el fútbol necesita proyectos más a medio o largo plazo. Porque pensar en el corto plazo en el fútbol a veces trae alegrías, pero hay muchos proyectos a corto plazo que se dan un golpe fuerte.
Has hablado antes de la relación entre los porteros, de la figura del portero. ¿Sois diferentes? ¿Estáis hechos de otra pasta?
Bueno, puede ser. Depende. Pero puede ser que estemos hechos de un poquito de otra pasta. Entrenamos aparte del equipo. Tenemos rutinas un poco diferentes. De hecho, nuestra preparación física es súper diferente a la de los jugadores. Pero me parece importante los porteros que saben cuál es su papel dentro de los equipos. Y lo que te decía, es importante que cuando un portero no juega, sea capaz de seguir aportando al equipo, más allá de mirar que juegue o no juegue, porque todos queremos jugar.
Hablemos de Málaga, de tu relación con Málaga
Yo estoy encantado. Desde que llegué a Málaga, desde el minuto uno, ha sido un hogar. Es donde estoy contento, donde estoy feliz, donde se valora mi trabajo a nivel personal y donde mi familia está cómoda y está contenta. Yo soy una persona súper familiar y para mí la felicidad de mi familia está por delante de muchas cosas. Y su felicidad está aquí, por tanto la mía también.
Alfonso Herrero, portero del Málaga, posa para EL ESPAÑOL de Málaga en el Anexo de La Rosaleda
¿Qué destacas de Málaga?
Yo soy de Toledo, pero he estado toda la vida en Madrid, una ciudad grande. Málaga te da tantas posibilidades como cualquier otra ciudad grande. Además tienes la playa, tienes un clima espectacular y sobre todo me quedo un poquito con la gente. Ese poder irte a la calle y tener buena relación con el camarero que te está sirviendo un día, o que te estás tomando algo en una terraza y el trato de la gente me parece muy bueno. Lo noté también al llegar al club. Cuando llegas a los clubes no todos son iguales, el trato no siempre es el mismo. Desde el primer momento me sentí muy contento, muy a gusto.
¿Cómo es el día a día de Alfonso en la ciudad?
Nosotros -los jugadores- tenemos aquí la comida, pero intento llevármela para comer con la niña, para luego intentar descansar por la tarde un ratillo y aprovechar el día con ellas. Yo soy un tío muy tranquilo, muy familiar, tengo también amigos por aquí, gente de Málaga, gente también de Marbella y me muevo un poquito por toda esta zona. Tiro un poquito más hacia la zona de Marbella. Yo vivo en Teatinos. Tengo un día a día tranquilo. Tengo perro, saco al perro por mi barrio. Mucha gente conoce ya más a mi perro que a mí allí en el barrio, saben que estoy ahí porque ven a mi perro. Una vida familiar, una vida tranquila.
"Mucha gente conoce ya más a mi perro que a mí en el barrio"
¿Algún sitio donde a Alfonso le guste ir, le guste perderse de Málaga?
Hay un restaurante al que voy con mi mujer, pero es el sitio al que vamos como más solos. Es el Trocadero Arena en Marbella. Ese nos gusta mucho, por ejemplo. Pero eso a lo mejor para un fin de semana. Pero hago bastante vida por el barrio. Como sacamos al perro, muchas veces llevamos a la peque al parque. Al final, un poco la vida que puede llevar cualquier padre con hija y con un perro que tenga que sacarlo. De lo que estoy muy contento aquí en Málaga es que, a pesar de que la gente nos reconoce, llevo una vida en la que hago todo lo que haría en cualquier sitio, fuese quien fuese. No he tenido nunca la necesidad de quedarme en casa por lo que puedan decir. Hago la vida que quiero hacer, sin cortarme de que si un día me quiero ir a una terraza y tomarme algo con mi mujer.
Málaga se ha quedado sin Mundial. Tienes el punto de vista de un malagueño y de un futbolista del Málaga.
En este caso lo veo más como jugador del Málaga. A nosotros nos habría trastocado bastante el día a día. Hombre, para la ciudad podría haber sido algo bueno, pero considero que igual podría haber lastrado un poco al equipo. Eso de hacer un estadio con 12.000 localidades para nosotros habría sido duro, porque aquí tenemos un pulmón que cada fin de semana nos da vida y eso es así. Y en casa ganamos muchos más partidos también porque está nuestra gente y aprieta. Y para los jugadores que vienen de otros equipos no es fácil jugar aquí. Y luego en nuestro día a día, si esto está en obra, nos tendríamos que haber ido a la Ciudad Deportiva. Y aquí estamos muy, muy bien. Tenemos un día a día que pocos equipos lo tienen.
¿Crees que la Rosaleda se le ha quedado pequeña al club?
Bueno, puede ser. Dicen que hay una lista de espera de abonados de no sé cuánta gente. Bueno, puede ser, puede ser. Son decisiones que no tenemos que tomar los jugadores, son la gente que lo lleva. Y además el estadio, al pertenecer a tres diferentes instituciones, es un tema todavía más complicado, que tiene mucha burocracia y muchos trámites por medio. Nosotros nos tenemos que centrar, sea con 12.000, con 30.000 o con 50.000 personas en la grada. Hacer nuestro trabajo y apoyarnos en ello.
¿Los futbolistas estáis al día a día de los problemas de la calle? Por ejemplo, en Málaga se habla del problema de la vivienda. ¿Os afecta?
Sí, hombre, claro. Los futbolistas, yo lo digo mucho, somos personas afortunadas porque vivimos de lo que nos gusta, tenemos sueldos que son buenos, claro que sí. Pero nosotros tenemos que pensar en el futuro, en ver que el día de mañana cuando te retires puedas darle una buena vida a tu familia, o por lo menos es lo que yo tengo en la cabeza, que no pienso en mi retirada todavía, ni mucho menos. Pero, sobre todo yo a raíz de que fui padre y todo, te vas dando cuenta de que el dinero va pasando, pero tienes que tener en mente poder invertir bien ese dinero para que el día de mañana le puedas dar una buena vida a tu familia. Conozco muchos casos de gente que se ha retirado que ha pasado de ganar una buena cantidad de dinero a de repente no ganar nada, o ganar muy poco dinero y no son capaces de hacerse a su nueva vida. Entonces, a la pregunta que ibas, sí que estamos al día, quizás nos afecta algo menos porque económicamente podemos estar mejor, pero yo creo que depende un poco de cada uno también, de las preocupaciones de cada uno. Yo he madurado mucho en los últimos años, sobre todo a raíz de ser padre, y sí que veo todas estas cosas. Y el tema de la vivienda en Málaga lo veo en mis compañeros. Yo he comprado, pero aquí el alquiler que pagan mis compañeros es muy superior a otras ciudades, pero es lo que tiene también estar en una ciudad como Málaga, que todo el mundo quiere estar aquí. Yo tengo muchos amigos de muchos sitios que quieren venir aquí a vivir.
"Yo he comprado, pero el alquiler que pagan mis compañeros es muy superior a otras ciudades"
¿El hecho de que hayas comprado una vivienda en Málaga quiere decir que Alfonso se ve mucho tiempo en aquí?
Sí, sí, sí, desde luego. Es el sitio donde más cómodo he estado en toda mi carrera, eso cien por cien. Y ya te he dicho que es donde además se valora mi trabajo y que estoy contento y feliz y donde mi familia está bien. A partir de ahí, mi cabeza está cien por cien en Málaga. Tengo ahora mismo tres años de contrato y quiero cumplirlos, y si puedo ampliarlos, ampliarlos, desde luego, Mi cabeza está cien por cien en Málaga. A partir de ahí, pues bueno, la vida tira, ¿no? Cada año del futbolista puede pasar cualquier cosa.
Pasaste por todas las categorías inferiores del Real Madrid hasta el Castilla. Entrenaste con el primer equipo. ¿En tus primeros años en La Fábrica, cómo te veías cuando llegases a ser profesional? ¿En el Madrid, en el Bernabéu?
Yo creo que cuando eres pequeño igual sí, ¿no? Sí te ves ahí arriba… Pero cuando ya vas subiendo, es complicado. Además en mi época, hablo mi época como si fuera hace mucho, ¿sabes? (risas) Pero hace diez años, que fue cuando salí del Madrid. Quizás el fútbol estaba menos para los jóvenes. Ahora la deriva que tiene el fútbol es que los clubes grandes invierten en jugadores muy jóvenes para sacarle una rentabilidad. Es lícito, ¿no? Al final el fútbol es un negocio y se tira hacia los jóvenes. Entonces creo que ahora, no digo que más fácil, porque es muy difícil entrar en el fútbol profesional, pero igual está más para los jóvenes. En mi caso, cuando estaba en el Madrid, me preocupaba de disfrutar, sobre todo en mis últimos años, que en el último año no jugué mucho. Vas viendo el final de una etapa bonita e intentas disfrutarla. A partir de ahí, en todos los equipos, Oviedo, Marbella, Miranda, Burgos, vas encontrándote, vas haciéndote, vas madurando. Y yo lo que tengo muy claro es que también por todas mis experiencias vividas hasta el día de hoy, valoro mucho lo que tengo aquí. Y eso es algo de lo que estoy contento, de haberme dado cuenta. Se lo digo mucho a los chavales. Que valoren el sitio en el que están y que valoren el día a día de estar aquí, porque lo que tenemos aquí no lo hay en todos los sitios, tanto a nivel profesional, verte cada fin de semana con 30.000 personas en la grada, como entrenar todos los días en un vestuario de puta madre, entrenar en un campo que está bien, tener la comida preparada... Son cosas que a lo mejor las valoras más cuando ya tienes una cierta edad y has pasado por diferentes sitios.
¿Y cómo era aquello de entrenar con el primer equipo del Madrid en la época de Cristiano Ronaldo y compañía?
A ver, para uno que viene de abajo, llegas allí y empiezas a ver… Todos eran mis ídolos. Y mi ídolo de toda la vida es Iker Casillas. Para mí entrenar con Iker Casillas era... Pues claro, llegabas, estabas nervioso. Te cambiabas en el vestuario del Castilla, pero luego subías al primer equipo y estabas allí con ellos y les veías pasar y era como... ‘¡hostia!’. Tú estás acostumbrado a verlos por la tele. Pero con toda la ilusión y con los nervios también, de la edad y de entrenar con ellos.
¿Qué futbolista es el que más te ha impresionado de los que has compartido vestuario?
A ver, aquí en Málaga hay algo muy, muy bueno, y es que el Málaga saca talento de la cantera. No hay más que mirar a nuestro equipo. Ese talento se saca primero, porque salen muy buenos jugadores y, segundo, por el desparpajo que tiene la gente, que les hace poder rendir al cien por cien dentro del campo, incluso siendo jóvenes. David, yo creo que David Larrubia es un claro ejemplo de esos jugadores tocados por la varita Roberto nos dio muchísimo el año del ascenso. Era incansable. Esa manera de ir para adelante es espectacular. Luego, durante mi carrera he podido compartir vestuario con gente muy buena. Ya no te hablo de los del Madrid, que obviamente hay muchos que han llegado a Primera División. Marcos Llorente, Gonzalo Melero, Reguilón... No sé, muchos jugadores. Pero, por ejemplo, hay uno que tengo mucho cariño, le tengo mucho aprecio y que me parece un jugador increíble, que es César Gelabert, del Sporting, que estuve con él en Miranda de Ebro. Es un jugador muy diferencial también.
¿Y de los bichos de aquel Madrid?
Benzema. Benzema era una pasada entrenando, tío. Benzema puede ser el jugador que más me ha sorprendido en un doble de área. Es un jugador espectacular. De cara, de espaldas, con la izquierda, con la derecha...
Alfonso, el delantero, el futbolista, tiene la posibilidad de meter un gol y vivir el éxtasis del juego con el gol. Aunque tú también tienes tu gol. Para un portero, ¿cuál es el éxtasis? Tú en Málaga ya has dejado unas cuantas acciones para el recuerdo
Yo te diría una parada importante con un resultado a favor, por la mínima, con un 1-0, o en un momento de empate, como aquel del Córdoba -en Primera RFEF-. Para mí fue especial. Por la parada en sí, que fue muy estética, pero luego aparte por el gol de Haitam en la contra de esa parada. Hay pocas situaciones en el fútbol en las que los porteros tengamos algo que ganar y poco que perder, y son los penaltis. Los penaltis son esas acciones en las que los porteros nos ponemos un poquito la cosa de, venga va, que si la paro, te da ese arreón. Pero bueno, es muy complicado parar un penalti, y más hoy en día, que cada uno te tira a su manera. Aunque tienes también su estudio y sus cosas. Y lo de marcar aquí el gol en San Fernando para mí fue, yo todavía lo tengo ahí como un sueño.
¿Fue con el hombro o con la cabeza?
Fue gol.
Y el Málaga se metió en el playoff.
Y el Málaga se metió en el playoff, fue importante, la verdad es que fue un año curioso ese.
¿Te sientes querido aquí en Málaga, Alfonso?
Sí, un montón. La verdad que mucho. Lo veo en la gente con la que hablo, la gente con la que comparto o me encuentro por la calle y me reconocen, pero lo noto mucho en los niños también. Y eso me gusta. Parece un eslogan de McDonald's, pero me gusta poder dar felicidad a esos niños que son fan del Málaga y que les puede hacer ilusión un gesto mío. Entonces siempre intento comportarme bien con eso. Pero me siento súper querido.
