El verano se despide y con septiembre vuelve la rutina. Miles de escolares malagueños se preparan para regresar a las aulas, mientras muchas familias viven la carrera contrarreloj para completar el listado del material escolar. Un paseo por los centros comerciales de la ciudad basta para ver a padres consultando las interminables listas que los colegios les han entregado para el nuevo curso.
Entre ellas, Gina, una mujer noruega con dos hijos que entran a segundo y a cuarto de primaria. La novedad reside en que es el primer año que sus dos pequeños acuden a un centro en España y ella, como madre, admite no entender nada de lo que le han puesto en ese papel, que sirve de único intermediario. "Para mí, como extranjera, es un poco difícil con la lista de material", dice, añadiendo que "no he recibido nada de información del colegio".
No se refiere a la barrera del idioma solamente. Para ella es incomprensible que sus hijas tengan que llevar papel higiénico como material escolar. "No entiendo si hay en la escuela o no, si es para un proyecto o para el baño, jamás vi algo así", expresa.
María es otra madre que vaga por los diferentes pasillos del supermercado con algo de agobio. Ella no puede comprar libros ya utilizados, el colegio no los acepta. Al menos, en el caso de su hijo mayor, que pasa a 1º de la ESO. Le acompaña en la compra su hija pequeña, de 10 años, que va echando un vistazo a los precios del material de este año.
Para ella, la llegada al instituto de los escolares supone "un cambio muy grande y más caro". "Ya no te subvencionan nada", denuncia. Calcula gastarse unos 500 euros solo en material escolar para sus dos hijos, a lo que hay que sumar el coste de los libros y el de un portátil, en el caso del mayor.
Por ello, lleva tiempo preparándose para la cuesta de septiembre. Cada mes ha ido guardando entre cien y doscientos euros para afrontar el coste de la vuelta al cole. Si no hiciera esto, confiesa, sería "imposible" poder costear el material escolar, los libros y las extraescolares de sus criaturas.
Es cierto que con su hija los gastos se limitan. Por ejemplo, "tiene los libros que van pasando de curso a curso". Sin embargo, admite que los precios de los materiales han subido en comparación a anteriores años. "Realmente ha subido todo, menos los sueldos", declara.
Sara opina todo lo contrario. No cree que los precios hayan aumentado. Es más, asegura que va a gastarse menos dinero que el año anterior. "Me sobró del curso pasado, porque se va comprando mucho", explica.
Ha acudido a un hipermercado en busca de artículos para la vuelta a clase de sus hijos. Tiene dos, uno entra a 2º de la ESO y el otro, a su primer año en Bachillerato. Con el pequeño, el tema de los libros lo tiene ya cubierto: el instituto facilita los de cursos anteriores.
Con el mayor, la cosa cambia. Toca comprar los libros, aunque no planea adquirirlos con el plástico puesto. Tiene claro que los va a conseguir de segunda mano: piensa que costará "un poquito más barato".
Un informe de Milanuncios del pasado mes de agosto respalda las preocupaciones de estas madres. Un 90% de las familias reconoce que el aumento del precio del material escolar les provoca "cierta intranquilidad".
Sara no tiene planeado gastar más que el curso anterior, pero un 68% de hogares sí lo harán, según recoge el informe. Es más, un 40% gastará más de 200 €, como María, principalmente en papelería, libros, mochilas y uniformes.
