Málaga

Gerardo Vera (Madrid, 1947 - 2020) ha sido (y es) uno de los referentes fundamentales de la cultura española. El artista, Premio Nacional de Teatro, trabajó como figurinista, intérprete, director de escena y realizador. Su nombre está unido de por vida al del Centro Dramático Nacional donde fue su responsable de 2004 a 2011. Sin olvidar sus dos Goyas por El amor Brujo y La niña de tus ojos.

El director teatral empezó unas memorias con el fin de contar su vida. Vera llegó a escribir 350 páginas pensando en convertirlas en una novela. Aquello no funcionaba como tal, pero podía convertirse en un bellísimo monólogo. Su repentina muerte en 2020 a causa del coronavirus dejó a su familia y a sus amigos destrozados. Sin embargo, aquel conmovedor proyecto titulado Oceanía siguió en marcha.

El Teatro del Soho tenía planeado producir y estrenar la obra cuando le sorprendió su temprana muerte. "Banderas y yo tuvimos una relación muy estrecha con él. Lamentablemente falleció. Su propio equipo ha retomado el proyecto. Ahí lo tenéis. Es un bellísimo espectáculo. Lo defiende como nadie Carlos Hipólito", destacó Aurora Rosales, directora del espacio cultural malagueño, en un encuentro con el público antes del estreno de la obra este jueves. 

Carlos Hipólito durante el encuentro mantenido en Málaga. Lorenzo Carnero

Carlos Hipólito recordó al inicio de la charla su larga amistad con el genio. "Conozco a Gerardo de toda la vida. Estuve en su primera película, que casualmente protagonizaba Antonio Banderas. Me hice más amigo suyo cuando hicimos El crédito, una obra de teatro con gran éxito. Estuvimos tres años haciéndola", relató mientras hacía hincapié en la labor del dramaturgo José Luis Collado, capaz de armar un sólido monólogo a partir de los documentos de Vera.

Cuando el director de escena le propuso en vida a Hipólito protagonizar la pieza, este casi no tenía experiencia en monólogos. "Cuando escribió este texto me dijo con esa vehemencia tan suya: "Como no lo voy a hacer yo, lo vas a hacer tú". Le contesté que no porque nunca he había querido hacer monólogos. Me divertía más estar acompañado en el escenario. Le emocionó tanto esa primera lectura que decidí que tenía que hacerlo", recordó entusiasmado. 

El actor, voz de Carlitos en Cuéntame cómo pasó, cuenta la historia de "un niño peculiar que nace en el mejor de los entornos: una familia adinerada en un pueblo de Castilla". "Su padre es jefe de Falange. Tiene unos gustos diferentes a los de los demás: le gusta dibujar y el cine. Ese niño va buscando su lugar en el mundo en esta familia tan tradicional, y en esa España tan cerrada, triste y oscura de aquellos años", explicó. 

El intérprete relata la historia a través de la relación "absolutamente conmovedora" de Vera con su padre. "Va desde la admiración absoluta cuando él es un niño y lo ve como un gran hombre a un odio por él a causa de una serie de cosas que el padre hace. Finalmente, hay un acercamiento y un perdón cuando su padre ya es mayor y está a punto de fallecer", precisó. Su padre justo murió cuando Gerardo tenía 30 años y su carrera empezaba a despegar. 

Oceanía es "una carta de amor a la vida, a la España maltrecha de los años de la posguerra y a su padre"; y también "un canto para reinventarnos". Todo eso hace que este testamento vital y artístico de Vera se convierta en "un relato universal". "Es una historia muy conmovedora del pasado reciente de nuestro país. Nos vamos a reconocer en muchas cosas", aseguró el actor mientras adelantaba que los espectadores reirán mucho durante la obra con silencios "sobrecogedores".

Cuando falleció Vera en 2020 todos sus compañeros decidieron seguir con el proyecto. "Es un homenaje a ese amigo que se nos había ido. Todos hemos puesto lo mejor de nosotros mismos", confiesa Carlos Hipólito. Para el actor con una carrera deslumbrante, "interpretar a un ser querido fue un poco duro y añade peso a la mochila". Luego se imaginó a ese niño como un personaje de ficción que no conocía.

José Luis Arellano se encargó de dirigir Oceanía, un testamento vital que conmueve encima del escenario. El Teatro del Soho estrenará la obra este jueves y la mantendrá en su programación hasta el sábado. Además, el espacio cultural malagueño proyectará un documental de Álvaro Luna sobre la figura del maestro todos esos días de 17:00 a 21:00.

Carlos Hipólito entiende el teatro como "el espacio natural del actor". "Respeto profundamente a actores que hacen cine. En el cine hay muchas manos que manipulan tu trabajo. Es el escenario estás solo. Además, tenemos la respuesta directa a lo que estamos haciendo. Si estás haciendo una comedia se produce o no la risa. Si estás con un drama se produce o no ese silencio cómplice", reconoció durante la entrevista en la fábrica de Cervezas Victoria esta semana. 

El intérprete madrileño nunca ha abandonado el escenario en 44 años de oficio. Si acaso un par de años por trabajos en televisión. "Todo lo bueno y lo malo de la vida me ha pasado encima del escenario. Hay algo del escenario que te hace olvidarte de tus males, de la fiebre y del dolor", aseguró.

El artista recordó aquella época de postpandemia con los aforos muy reducidos, cuando "el público venía con una actitud casi militante". "Muchos más de lo que creemos necesita el teatro como el respirar, e ir una vez al año o al mes. Era muy bonito ver cómo la gente nos daba las gracias por arriesgarse a salir sin mascarilla. No hay lugar más seguro que el teatro. El teatro sobrevivirá porque siempre habrá alguien que escuchar algo que le emocione", declaró.

Volviendo a Oceanía, el actor reconoció vivir "un momento absolutamente mágico". "Nunca había querido hacer un monólogo, y es un disfrute enorme. Me dirijo a los espectadores desde el minuto uno. Oceania es una historia que me conmovió muchísimo. Cada día lo veo sentado ahí con sus gafas negras y le mandó un beso a mi amigo donde esté. Él me lo devuelve con creces", contó entusiasmado. Un beso capaz de atravesarnos a todos. 

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