Málaga

El público cofrade de Málaga ha celebrado este martes un aniversario muy especial: el centenario de la primera interpretación de El novio de la muerte con público. La tonadillera madrileña Mercedes González Fernández, conocida como Lola Montes, lo cantaba un día como hoy hace cien años en el Teatro Vital Aza. El Ayuntamiento lo recordará esta tarde con un acto en el recinto musical Eduardo Ocón del Parque.

La onomástica, además, se encuadra en la celebración del centenario del desastre de Annual, que se conmemora en la ciudad con una exposición en las Salas Mingorance del Archivo Municipal y en la sede de la Asociación Torrijos. A la ceremonía, programada este martes a las 20:00, acudirán la concejala de Cultura, Noelia Losada, y otras autoridades civiles y militares invitadas.

El Área de Cultura ve necesaria la celebración de este aniversario para que El Novio de la Muerte, que se ha convertido en uno de las composiciones musicales militares más populares de España, quede definitivamente vinculado a Málaga, la ciudad donde se interpretó por primera vez.

Además, para la popularidad de esta letra ha influido de manera decisiva que sea la marcha procesional que acompaña en la Semana Santa al Cristo de la Buena Muerte de Mena. Con este acto conmemorativo se pretende que esta canción además de estar vinculada a la ciudad a través de la Semana Santa, también lo está por su mismo origen. 

La historia

La intérprete Lola Montes se encontraba en Málaga, en 1921 en el Teatro Vital Aza de Málaga, de regreso de su aventura por distintos teatros de variedades americanos y ya tenía intención de cruzar a Marruecos, para animar a las tropas que se enfrentaban a numerosas bajas en la contienda. Fue entonces cuando se interpretó por primera vez con público, un 20 de julio, El Novio de la Muerte.

Se cuenta que entre el público estaba la Duquesa de la Victoria, a la que la reina Victoria Eugenia había encargado que fuera a asistir a los enfermos caídos con la Cruz Roja. Fue ella la que, al ver  la reacción del público en  el Teatro Vital Aza, pidió a Lola Montes que lo cantara en Melilla para animar a los soldados recién desembarcados días después del desastre de Annual. 

Así, ese día, en el Teatro Vital Aza, comenzó la andadura de una canción que se ha convertido en una de las más populares de España al ser cantada cada año en Semana Santa por los caballeros legionarios que acompañan al Cristo de Mena de Málaga.  

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