Publicada

Las claves

Agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Comisaría Provincial de Málaga han detenido en los últimos dos años a casi 200 personas que actuaban como mulas para blanquear dinero de una amplia red multidelictiva.

La investigación, según han dado a conocer este viernes desde la Policía Nacional, ha identificado 930 cuentas bancarias vinculadas a los implicados, utilizadas para canalizar fondos ilícitos dentro del sistema financiero legal.

El origen de la operación se remonta a la investigación conjunta Halo-Colbe-Naria, desarrollada por UDYCO-Málaga, la Policía Judicial de Antequera y la UDEF, que permitió desarticular una organización asentada en la provincia de Málaga dedicada al lavado de capitales procedentes de tres actividades delictivas: estafas telemáticas, tráfico de marihuana y comercialización de óxido nitroso, conocido como gas de la risa.

En la primera fase de la investigación se detuvo a 43 personas, incluidos los cabecillas de la organización. Asimismo, se intervinieron 112 kilos de marihuana y 4.792 botellas de óxido nitroso (gas de la risa).

Los investigadores descubrieron un entramado bancario complejo que incluía más de 260 cuentas fraudulentas en bancos y 210 cuentas en casas de apuestas online, por donde circularon más de 2,5 millones de euros.

Lavado de dinero a través de apuestas online

El análisis posterior de la operación permitió identificar a un mayor número de mulas, hasta alcanzar casi 200 personas implicadas.

El dinero ilícito se transfería rápidamente entre las cuentas de estas mulas y se introducía en plataformas de apuestas online simulando operaciones legítimas. Tras jugar con los fondos, el saldo limpio se retiraba a otra cuenta de una mula, dificultando la trazabilidad del dinero y manteniendo a los cabecillas de la red en la sombra.

Los investigadores estiman que el flujo total de dinero que manejaba la organización superaba los 9 millones de euros, concentrados especialmente en operaciones de juego online.

Además, se arrestó a siete personas como supuestos captadores, que reclutaban a individuos en entornos vulnerables para abrir cuentas a cambio de pequeñas comisiones.