A primera hora de la mañana, el termómetro marcaba demasiado calor en la playa de La Malagueta, donde soplaba un viento propio del terral de Málaga con un mar perfecto para hacer surf, pero no para bañarse. Eso sí, el público, aunque ansioso, no quería practicar este deporte. Estaba emocionado por algo que nunca se había vivido en Málaga hasta ahora.
La playa de La Malagueta ha sido la protagonista este martes de una jornada inusual al convertirse en el escenario de un impresionante simulacro militar protagonizado por la Armada Española.
La operación, enmarcada en el ejercicio 'Dedalo 25', ha incluido un desembarco anfibio, maniobras tácticas, rescate de rehenes y un amplio despliegue naval y aéreo que ha congregado a cientos de curiosos.
Operación Dédalo 25: la Armada transforma La Malagueta en una playa de combate
Desde primera hora de la mañana, dos buques de gran envergadura —el portaaeronaves Juan Carlos I y el buque de asalto anfibio Galicia— ya se encontraban fondeando frente a frente la costa malagueña.
A las 11.00 horas comenzó el ejercicio principal, con la participación de infantes de Marina que llegaron a la orilla en lanchas rápidas, protegidos por helicópteros SH-60F Seahawk y H-135, y con el sobrevuelo de dos cazas Harrier.
El momento más llamativo fue la simulación del rescate de dos rehenes capturados por un supuesto grupo armado en la playa. En cuestión de minutos, los infantes aseguraron la zona, neutralizaron a los “enemigos”.
Evacuaron a los rehenes en una operación que puso a prueba la coordinación de unidades aéreas, navales y terrestres. Todo ello con la atenta mirada de los malagueños, quienes estaban siempre atentos a cualquier paso que daban los soldados.
El despliegue forma parte del Grupo de Combate Expedicionario “Dédalo 25”, que integra a fuerzas españolas junto a contingentes de países aliados de la OTAN como Francia, Portugal, Italia, Croacia, Rumanía o Eslovaquia.
Según explicó el contraalmirante Antonio González-Tánago, el ejercicio tiene como objetivo reforzar la interoperabilidad entre fuerzas aliadas, mejorar la preparación de las unidades y acercar la labor de la Armada a la ciudadanía.
A pesar del intenso movimiento militar, la actividad no impidió que numerosos bañistas disfrutaran de la jornada en la playa, muchos de ellos sorprendidos por la magnitud de la operación y aplaudiendo desde la arena.