Nadie puede decir que José González Villodres no tenía el espíritu emprendedor en las venas. Con 14 años organizaba fiestas, previo pago, para sus amigos, fundó una red social que no llegó a buen puerto y ha sido el presidente más joven de la historia de la Asociación de Jóvenes Empresarios.

Iba para médico pero le pudo más el gusanillo de crear empresas y está inmerso en Pilarbox. El presidente de AJE Málaga es el protagonista este domingo en nuestra sección A título personal.

¿Cómo empezó en el mundo empresarial?

Empecé bastante joven. Con 14 años comencé a hacer fiestas light, fiestas sin alcohol para mis amigos. Siempre he tenido esa espinita del emprendimiento, me encanta crear y disfruto muchísimo con ello.

Estaba estudiando entonces.

Sí, fue para sacar un dinerillo para el día a día. Ya más tarde, con 17 años, con los ahorros que había conseguido monté una red social con mi hermano Lázaro que fue un fracaso total. Perdimos todos los ahorros que pusimos.

Eso no le quitó las ganas de emprender.

No. Yo iba a estudiar Medicina con 18 años, pero me informaron de que me habían admitido para estudiar Dirección de Empresa en Almería y lo vi claro. Mi pasión era la empresa. De vocación médico, pero de corazón empresario. Así que tomé la decisión de irme a Almería, una ciudad preciosa que para mí es mi segunda casa. Fue allí donde surgió la idea de Pilarbox, la empresa que a día de hoy tengo el orgullo de dirigir.

¿A qué se dedica su empresa?

Comenzamos con una idea revolucionaria que fue patentar servilleteros digitales y ahora nos hemos convertido en integradores audiovisuales. Este producto no ha terminado de funcionar y hemos optado por cambiar de estrategia. Ahora Pilarbox es experto en proyectos de pantallas digitales y de audio y estamos trabajando específicamente en el sector retail, corporativo y hospitality.

Empezó a emprender muy joven. Ha comentado el fracaso de su red social. ¿Qué otros obstáculos encontró en el camino?

Realmente era bastante joven y cuando mis amigos estaban pensando en salir de fiesta, yo estaba pensando en pagar las nóminas. Y cómo invertir en la empresa, seguir hacia adelante y capear los inicios que son los más complicados.

He tenido la suerte de contar con un equipo profesional inmejorable y, de hecho, nada seríamos a día de hoy si no fuera por ese equipo.

Fue elegido presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga, una de las más importantes del país, con solo 22 años en 2021. ¿Por qué dio ese salto?

Siempre cuento que mi regalo de cumpleaños fue conocer a Princesa Sánchez, la actual gerente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga. Ella fue la que me ayudó y me guió sobre cómo darme de alta de autónomo y ser un empresario de verdad.

Desde los 18 años siempre he estado muy ligado a AJE, ayudando en lo que podía. El anterior presidente, Ricardo Nandwani, al que admiro, respeto y quiero muchísimo, siempre contó conmigo dentro de su equipo y me involucraba mucho.

"Empecé muy joven a emprender. Cuando mis amigos estaban pensando en salir de fiesta, yo estaba pensando en pagar las nóminas"

Al final lo que hacemos en AJE es representar los intereses de todos los empresarios, especialmente los menores de 41 años, y trabajar por la creación de nuevas compañías y el mantenimiento de las empresas que ya estamos.

Ricardo acabó su mandato, vi la posibilidad de presentarme como posible candidato y la verdad es que estoy súper contento. Ser elegido fue una oportunidad muy grande de aprendizaje, de carrera profesional y cumplir un hito como ser el presidente más joven de España en la historia del mundo asociativo. Eso también me generó mucha credibilidad en el exterior y muchas cosas muy positivas.

Genera imagen y contactos, pero también da mucho trabajo.

Los que dedicamos tiempo al mundo asociativo y somos empresarios tenemos un doble mérito. Y no lo digo por mí, sino por todos. Es muy duro cuando tienes problemas en tu empresa, cuando tienes que salir adelante, cuando tienes que trabajar el doble porque al final es tuyo y es de lo que comes, dedicarle también tiempo a la asociación.

En asociaciones sin ánimo de lucro como las nuestras al final es al contrario, nos cuesta dedicarnos a ello porque le quitamos tiempo a nuestra empresa, a nuestra vida personal, a nuestras familias, a nuestro ocio para dedicárselo a la sociedad.

A veces es bastante duro, tienes que decir que no a muchas cosas que te encantaría hacer. No puedes ir a todos los eventos ni a todas las reuniones de la asociación porque tienes que ser consciente de que la prioridad son nuestras empresas.

Siempre ha sido difícil emprender pero, ¿en qué momento nos encontramos en Málaga?

Málaga está en una situación imparable. Tú vas a Madrid, a Barcelona, a Valencia, son ciudades grandísimas, con mucho más volumen que Málaga, pero todo el mundo quiere estar en Málaga, todo el mundo quiere hacer negocios con Málaga y todo el mundo se quiere subir a la ola en la que está Málaga.

Hoy en día, la ciudad con mejor clima, y no solo de temperatura, sino empresarial, es Málaga. Es una ciudad bonita, emprendedora, tecnológica y se está convirtiendo en un hub de emprendimiento total donde todo el mundo quiere estar y todo el mundo quiere pertenecer a ella.

¿Cree que eso es sostenible en el tiempo?

Está claro que Málaga está de moda y eso creo que nadie lo puede negar. Pero también es cierto que Málaga tiene un plan que se está ejecutando desde hace más de 20 años. Málaga tenía un plan de tener un parque tecnológico andaluz y lo tiene. Málaga tiene un plan de mejorar la infraestructura y lo está haciendo. Málaga tiene un plan de seguir creciendo.

Los empresarios en Málaga también tenemos el plan de tener nuestras sedes principales en Málaga, de hacer crecer nuestras empresas aquí. Es muy importante que el plan de la ciudad vaya ligado a la parte económica. Al final los que generamos y los que mantenemos las ciudades, los países, somos las empresas. Y si las ciudades van linkadas a ese crecimiento empresarial, siempre habrá continuidad.

Sí creo que Málaga tiene un plan a largo plazo. Creo que le queda muchísimo por desarrollar y creo que vamos a ser de las principales potencias económicas y sociales de nuestro país, sin duda. Ya lo somos, no en cifras, pero sí en potencia y estoy seguro de que lo vamos a ser también en cifras.

Todos los expertos hablan de la movilidad y la falta de vivienda como los principales retos de la provincia. ¿Qué opina usted?

Ahora mismo en lo que más tienen que trabajar las Administraciones en Málaga es en mejorar las infraestructuras. En este momento [la entrevista se realiza por teléfono] llevo 40 minutos en un atasco en Marbella. La carretera de Marbella a Málaga es pésima, peligrosa, pequeña e incómoda.

Y estamos hablando de Marbella, que es el lujo dentro de España, el diamante. Hay muchas cosas por mejorar. Incluso ir al propio centro de Málaga en coche es un caos.

Hay que trabajar mucho en todas las infraestructuras y confío en que se esté haciendo. Tenemos que concienciarnos de que, igual que en las grandes urbes, hay que potenciar el transporte público y se está haciendo con el Metro.

En Málaga somos demasiado cómodos y nos gusta ir con nuestros vehículos. Tenemos que empezar a concienciarnos de que tenemos que tirar de opciones de transporte público, que no solo a nivel de contaminación sino también a nivel de comodidad, son una solución maravillosa.

Sobre la vivienda, se puede ver como un problema o como una oportunidad. Está claro que Málaga tiene que crecer hacia su lateral. Todavía tenemos tierra suficiente para hacerlo. Un problema es que Urbanismo va muy lento y está ralentizando muchísimo el desarrollo inmobiliario de la ciudad.

Pero si algo hemos visto y tenemos claro es que los grandes fondos inmobiliarios y las grandes constructoras quieren desarrollar en Málaga y quieren crecer en Málaga. Debemos tener un plan inmobiliario de crecimiento en la ciudad como la ampliación de Teatinos, Puerto de la Torre, Campanillas, Churriana o en los municipios colindantes.

Tenemos zonas maravillosas con tierra todavía disponible en las que hay que trabajar para que realmente el malagueño pueda vivir de una forma asequible, en urbanizaciones en condiciones y con calidades merecidas y no tener que pagar locuras porque hay más demanda que oferta.

Volviendo al tema emprendedor, ¿qué sectores están atrayendo más el interés de los jóvenes empresarios?

Hay un detalle que me encanta y todos los años me fijo mucho en él. Acabamos de vivir nuestros premios de AJE Málaga. Todos los años, desde que tengo la suerte de pertenecer al jurado, me doy cuenta de que hay sectores que se repiten. Por ejemplo, me acuerdo hace cuatro años que el sector principal era el bitcoin.

"Tenemos zonas maravillosas con tierra todavía disponible en las que hay que trabajar para que realmente el malagueño pueda vivir de una forma asequible, en urbanizaciones en condiciones y con calidades merecidas y no tener que pagar locuras porque hay más demanda que oferta"

Al siguiente año, me acuerdo que fue el metaverso. El año pasado, la Inteligencia Artificial. Este año, sorprendentemente y me ha encantado, ha sido el emprendimiento social.

Esto te hace recapacitar de lo realmente necesario que es emprender en materia social. La psicología, la nutrición... Nos ayuda a la sociedad y nos hace crecer de verdad como personas, como humanos y en salud.

Esta semana ha sido la Selectividad. En España siempre se dice que los jóvenes quieren ser funcionarios. ¿Cree que eso va a cambiar?

La seguridad es algo que a casi todo el mundo le gusta. Por desgracia creo que a la mayoría de jóvenes les gustaría ser funcionarios y digo por desgracia porque así perdemos mucho talento acomodado.

Es una gran salida, por supuesto. De hecho, hay puestos de funcionarios que ya me gustaría a mí tener la capacidad para poder desempeñarlos. Pero creo que también el emprendimiento está siendo una solución, una salida y una opción.

Hay muchos casos en los que el emprendimiento está siendo casi una obligación porque los jóvenes salen tan cualificados y tan preparados que no encuentran su lugar en el mercado y optan por emprender.

En cualquier caso, le diría a los jóvenes que si hay algún momento para emprender, para equivocarse, para arruinarse y para volver a levantarse es siendo jóvenes. Cuando no tienes hijos, cuando no tienes grandes cargas, cuando no tienes grandes responsabilidades y cuando realmente te puedes pegar la torta y te puedas levantar.