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El pasado 3 de junio, la provincia de Málaga se estremecía con la muerte de un niño de 12 años en una piscina de Mijas. El chaval había acudido a casa de un amigo a pasar la tarde sin saber que en aquella piscina estaría escrito su trágico final.

Del 1 de enero al 31 de mayo han muerto siete personas en la provincia de Málaga, según recoge el Informe Nacional de Ahogamientos, cifra a la que hay que sumar el caso de este menor de edad justo en el límite previo a la temporada alta de turismo en la Costa del Sol.

El número de ahogamientos en los primeros cinco meses del año ha crecido considerablemente en los últimos tres años. En 2023, entre enero y mayo solo murió una persona ahogada en espacios acuáticos de Málaga; mientras que en 2024 la cifra aumentó  hasta los cinco ahogados, una cifra que ya es de siete este año en el mismo periodo de tiempo. Es decir, el número de ahogamientos ha aumentado en un 600% desde 2023.

Sobre este aumento tan importante, desde la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) apuntan que no se puede hablar de un motivo concreto, sino de factores por los que podría verse influido cada ahogamiento, como la falta de vigilancia socorrista en espacios acuáticos de interior (como ríos), descuidos, accidentes durante prácticas deportivas.

Estos factores suelen ser los mismos año tras año, indican, por lo que el crecimiento del número de ahogamientos es difícil de concretar. Si bien, apuntan que es importante evitar imprudencias cuando nos metemos en el agua, sobre todo en el mar, ignorando la bandera roja, por ejemplo, y también señalan a la falta de medidas de prevención y de concienciación por la ciudadanía e instituciones.

En concreto, según explican desde la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), se produjeron dos ahogamientos en febrero, uno en marzo, uno en abril y tres en mayo. A nivel nacional, este mes de mayo ha sido el tercero más negro de los últimos diez años, con 44 muertes en toda la geografía española.

Andalucía ocupa el segundo lugar de la lista de territorios españoles con más fallecimientos por esta causa, con 27 en los cinco primeros meses y la que mayor número ha registrado en mayo, con 13, seguida de Galicia, con 19 en lo que va de año y 8 el pasado mes.

Desde la RFESS han apuntado que a nivel provincial, los lugares donde más sucedieron estos ahogamientos fueron en la playa, aunque también se produjeron en ríos y piscinas, según ha señalado un portavoz de la organización a EL ESPAÑOL de Málaga.

Por desgracia, entre las víctimas hay menores de edad. El 18 de febrero de 2025 fallecía en una piscina de Marbella un menor de apenas tres años. Los hechos ocurrieron a las 15.40 horas. Fue en ese momento cuando el 112 recibió una llamada de socorro que alertaba de que se había sacado a un menor de la piscina de una casa situada en la calle Eagle, en la zona de Santa Clara Golf.

Rápidamente, la sala coordinadora ha activado al Centro de Emergencias Sanitarias 061, a la Policía Nacional y a la Policía Local. No se pudo hacer nada por salvar su vida.

Si bien, el perfil más común de ahogado en Málaga no es el del niño pequeño, sino el del adulto mayor de 55 años que se confía a la hora de meterse en el agua y que en muchas ocasiones tienen una falsa sensación de seguridad en zonas donde no hay socorrista.

Para concienciar a la población, desde la RFESS han creado la campaña #StopAhogados, una iniciativa de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) destinada a prevenir muertes por ahogamiento en espacios acuáticos como playas, piscinas y ríos en España. Esta campaña busca sensibilizar a la población sobre los riesgos asociados al agua y promover conductas seguras para reducir el número de incidentes.

A través de ella, conciencian y educan a la ciudadanía, pero también promueven la presencia de socorristas y la vigilancia activa en las zonas de baño y fomentan la regulación y supervisión en piscinas privadas y comunitarias.

Recomendaciones

  • Bañarse en zonas vigiladas

    Es fundamental elegir playas y piscinas con presencia de socorristas, ya que la mayoría de los ahogamientos ocurren en lugares sin vigilancia .

  • Supervisión constante

    Los ahogamientos pueden suceder de forma rápida y silenciosa; por ello, es crucial no perder de vista a niños, personas mayores o bañistas con dificultades, incluso en aguas poco profundas .

  • Aprender a nadar desde edades tempranas

    La educación acuática es una herramienta esencial para reducir riesgos. La RFESS promueve la enseñanza de natación desde la infancia como parte de su campaña #StopAhogados .

  • Evitar el consumo de alcohol y drogas

    Estas sustancias disminuyen la capacidad de reacción y aumentan el riesgo de accidentes en el agua .

  • Respetar las señales y banderas

    Es vital atender las indicaciones sobre el estado del mar o la piscina y seguir las instrucciones de los socorristas .

  • No sobreestimar las propias capacidades

    Evitar nadar largas distancias sin preparación adecuada y no adentrarse en aguas profundas si no se tiene la experiencia necesaria .

  • Instalar medidas de seguridad en piscinas privadas

    Colocar vallas con cerraduras y sistemas de alarma puede prevenir accesos no autorizados, especialmente por parte de niños .

  • Formación en primeros auxilios y RCP

    Conocer técnicas de reanimación cardiopulmonar puede ser crucial en situaciones de emergencia hasta la llegada de los servicios médicos .