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La Guardia Civil ha hallado sin vida a Paco 'el del molino', el anciano de 83 años desaparecido en Almogía desde el sábado tras una ardua investigación que, de momento, se ha saldado con tres detenidos, uno de ellos en prisión, relacionadas con los hechos.

El cadáver ha sido localizado, según las fuentes consultadas, en la zona del Molino del Obispo, en una finca. Si bien, este jueves, la Policia Local y Protección Civil habían estado revisando, todas las arquetas de las calles aledañas al domicilio de Francisco, una a una. Mientras, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) había estado por el pantano de Casasola, aunque la jornada de trabajo no ha sido sencilla, ya que con las lluvias el pantano está casi al máximo de su capacidad.

Los tres detenidos, uno de ellos en la cárcel, están relacionados con el caso del anciano de 83 años, aunque solo por un presunto delito de robo. Al parecer, algunos de ellos ya habían tenido algún encontronazo con el hombre fallecido.

Según ha ido informando en los últimos días la familia de Paco, en diferentes medios, el anciano fue intimidado por varios toxicómanos del pueblo que llegaron a abordarle un día mientras compraba para pedirle dinero. También sufrió recientemente el robo de sus gallinas en uno de sus terrenos. Paco, por cierto, nunca denunció esto "por lástima". Cabe recordar que Paco también había manifestado a su familia últimamente que sentía que le estaban quitando dinero en casa, un detalle que ellos pasaron por alto achacando los comentarios a su elevada edad. 

Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga aseguran que los detenidos no han estado colaborando demasiado en el caso durante los últimos días, más allá de echarse las culpas mutuamente de un robo. Ninguno se responsabilizaba de la desaparición del anciano.

Recordatorio del caso

Este anciano, de 83 años, fue visto por última vez el pasado sábado, cuando acudió a casa de unos familiares a ver el fútbol. Tras finalizar el encuentro entre el Zaragoza y el Eldense, que vieron tras cancelarse el partido del Barcelona por la muerte del doctor del club blaugrana, se marchó a casa a descansar. Eran las 23.00 horas cuando lo vieron por última vez. Al día siguiente, su objetivo era acudir a la presentación del cartel de la Semana Santa de Almogía, pero nunca llegó al acto.

A las 16.15 horas, jugaba el Málaga, pero también el Real Madrid. Era tarde televisiva en lo futbolístico. Como solía ocurrir los fines de semana, lo normal hubiera sido que Paco se hubiera vuelto a juntar con sus primos y demás familiares en la misma casa del sábado, pero ni rastro de él. "Mi madre lo estuvo llamando varias veces, pero no respondía. Como él tiene un aparatillo y a veces no escucha el teléfono... pues pensamos que pudo ser eso. Pasó un rato y mi hermano volvió de La Rosaleda. Ya no nos pareció normal que sobre las siete no viniera. No pensábamos jamás esto que ha pasado. Primero imaginamos un infarto, una caída...", lamentaba su sobrina.

El hermano de Cristina fue el que acudió a la casa de Paco, un antiguo molino de harina. Pegó en reiteradas ocasiones, pero nadie respondía. Ya preocupado, decidió empujar la puerta, que estaba encajada, algo hinchada por la lluvia, pero no con llave. Se intuía una luz encendida en la zona del molino, aunque la principal no lo estaba.

Se encontró en las escaleras gotas de sangre, una zapatilla de la casa por un lado y su dentadura por otro. La luz del molino, como relata Cristina, encendida, cuando habitualmente no lo estaba. También encontró el radiador encendido. Así, la vivienda estaba revuelta completamente, con todo por medio. Al comprobar que Paco no estaba en la casa, llamaron a las autoridades. La investigación quedó a manos de la Guardia Civil, cuerpo que con la ayuda de Protección Civil y Policía Local ha ido peinando el pueblo hasta localizar al anciano.