Lejos de la sequedad con la que los años pasados han tratado a Málaga, territorio especialmente afectado por la ausencia de precipitaciones, el arranque de 2025 ha bendecido a la provincia con el mejor de los regalos posibles: la lluvia. Agua que ha caído del cielo para dar de beber a los pantanos sedientos y llenar los acuíferos, pero que, salvo excepciones, no ha causado heridas de consideración.
Pese a ello, el paso durante la última semana de la borrasca Jana, que desde el jueves cede el testigo a Konrad, ha provocado más de 300 intervenciones por parte de los servicios de emergencias. Los efectos más graves se han dejado sentir sobre ciertas carreteras, caso de la que une Ronda con la Costa del Sol, que ha quedado inutilizada y cuya reparación va a requerir de algunos meses.
El acontecimiento lluvioso de Jana ha provocado la sorpresa en muchos malagueños, poco habituados a ser testigos de tantas jornadas con la lluvia como protagonista. Desde el pasado miércoles, 5 de marzo, buena parte de la provincia ha sido escenario de precipitaciones, no sólo abundantes, sino continuas durante prácticamente toda la semana.
Lo ocurrido en este intervalo es fiel reflejo de lo que está ocurriendo en lo que va de año. Así lo confirma el director del Centro Meteorológico en Málaga, Jesús Riesco, quien desvela que desde el pasado 1 de enero hasta este martes 11 de marzo, ha llovido en Málaga capital en 16 días. Esto supone que lo ha hecho cada 4,3 días. O, de otro modo, casi el 23% de los días ya acumulados.
Por más que el paso de una borrasca o una dana suele estar asociado a mal tiempo, en el caso de un espacio geográfico como Málaga, sobre la que sigue pendiente la sombra de la sequía, los aguaceros acumulados permiten un respiro evidente y afrontar la llegada de la primavera con otra sensación.
El dato de los días que ha llovido en la capital de la Costa del Sol (no se puede extrapolar al conjunto de la provincia) es sensiblemente inferior al de Sevilla, por ejemplo. En la ciudad hispalense, según los datos oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología, lo ha hecho 33 días, lo que supone casi la mitad del tiempo ya transcurrido del ejercicio.
Datos de lluvia acumulada
Al valor aportado por Riesco hay que sumar el evidente impacto de las lluvias acumuladas, que superan con creces los datos de ejercicios pasados. Un simple repaso a algunas de las estaciones de las que dispone la red Hidrosur, dependiente de la Junta de Andalucía, en toda la provincia, permite observar esta evolución.
El punto donde más ha llovido en el presente año hidrológico (se inició el 1 de octubre pasado) ha sido en Los Reales, en Sierra Bermeja. En esa zona, según los datos de Hidrosur, se han acumulado 902,9 litros por metro cuadrado, un 80% más que el dato de la misma fecha del año hidrológico anterior. En concreto, son ya 400 litros más. Pero es que el dato actual ya supera en 200 litros por metro cuadrado el acumulado de todo el año hidrológico pasado.
Algo parecido ocurre en el río Genal, en el término municipal de Jubrique, donde se han registrado ya 860,2 litros por metro cuadrado. Son 125 más que en todo el año hidrológico pasado y se supera la media de los últimos ejercicios. En Majada de las Lomas, en Cortes de la Frontera, ya se han acumulado 816,5 litros por metro cuadrado, superando los 788 de todo el año hidrológico pasado.
Aunque con unos datos menos elevados, es llamativo, por ejemplo, lo ocurrido en el embalse Conde del Guadalhorce, sobre el que desde el 1 de octubre pasado han llovido 520,6 litros por metro cuadrado, 7,4 veces más que lo registrado en esta misma fecha del año hidrológico anterior. Durante los doce meses de ese periodo, en este punto se acumularon apenas 160,2 litros por metro cuadrado, 360 menos que en los cinco meses y medio transcurridos.
El resultado de esta secuencia de jornadas lluviosas se deja sentir de manera evidente sobre los pantanos. Hasta ayer martes, el nivel de agua embalsada ya supera los 260 hectómetros cúbicos, 61,5 más que una semana antes y, sobre todo, 150 hectómetros más que en la misma fecha de 2024. Pese a ello, el grado de ocupación de las presas es de apenas 43%. Destaca, eso sí, la bonanza del Conde del Guadalhorce, que con más de 62 hectómetros supera el 93% de capacidad, o el 83% de La Concepción.